Entrevista

«Al 50% de los menores le cuestan las mates, pero solo el 7% tiene discalculia»

"Los trastornos del aprendizaje se deberían diagnosticar a los 6-8 años, pero nos llegan adolescentes sin haber sido valorados", afirma a la sección "10 preguntas" el doctor Alberto Fernández-Jaén, jefe de la Unidad de Neurología Infantil del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

Dr. Alberto Fernández-Jaén
Dr. Alberto Fernández-JaénALBERTO R. ROLDÁNLA RAZÓN

1. ¿Qué trastornos de aprendizaje existen?

Los trastornos del aprendizaje son un grupo de cuadros englobados dentro de los trastornos del neurodesarrollo que se caracterizan por problemas muy marcados en la lectura, la escritura o el aprendizaje matemático. Estos condicionan de forma muy significativa el rendimiento escolar, la estima y la calidad de vida de los niños que lo sufren. Cualquiera de estos trastornos se va a caracterizar por unas dificultades importantes en cualquiera de estas áreas, no acordes a la edad mental, cronológica ni nivel educativo del niño que lo padece.

2. Nunca había oído hablar del de las dificultades matemáticas. ¿En qué consiste exactamente este problema de aprendizaje? Porque no creo que sea simplemente porque se te den mal las mates…

En la misma línea que comentaba, la discalculia o trastorno del aprendizaje matemático se caracteriza por dificultades en la velocidad de cálculo, precisión y habilidad para operaciones básicas o resolución de problemas que no está justificado por otros problemas cognitivos. Podríamos decir que la mitad de la población tiene más dificultades en matemáticas, lectura o escritura que la otra mitad… pero la discalculia afecta a un 5-7% de la población que tiene las dificultades más significativas en el área matemática.

3. ¿Qué prevalencia tienen?

Si entendemos que los trastornos del aprendizaje representan el extremo de una distribución normal, debemos defender que cada uno de estos problemas afectan al 5-7% de la población, de forma muy significativa. Esto coincide con los estudios epidemiológicos.

4. Y ¿cuál es el más frecuente de ellos?

La prevalencia de estos trastornos del aprendizaje es similar, aunque en estudios diferentes se arrojan resultados variables según los criterios empleados.

5. ¿Y el más difícil de ayudar o de solventar?

Ninguno de ellos es fácil de solventar y precisan de un apoyo multidisciplinar.

6. ¿A qué edades se diagnostican estos trastornos?

Se deberían diagnosticar tempranamente, entre los 6 y los 8 años, aunque las dificultades como tal pueden sospecharse incluso en etapas preescolares. Sin embargo, atendemos constantemente a niños con este tipo de trastornos, incluso en la edad adolescente, que no han sido diagnosticados hasta entonces, con el impacto que esto ha supuesto en su trayectoria escolar.

7. ¿Qué soluciones tienen cada uno de ellos?

La primera, la identificación temprana. En segundo lugar, el abordaje cognitivo y pedagógico intenso, sobre todo antes de los 10-12 años de edad. En tercer lugar, los apoyos ambientales, en sus casas, pero particularmente en los colegios; las adaptaciones metodológicas y el refuerzo educativo son trascendentales.

"El TDAH es frecuentemente un problema asociado a los trastornos del aprendizaje"

Dr. Alberto Fernández-Jaén

8. Otro grupo importante es el trastorno de déficit de atención (TDA) o trastorno de déficti de atención e hiperactividad (TDAH). ¿Por qué se separa de los otros tipos de trastornos?

Las dificultades atencionales y el pobre control inhibitorio que caracterizan los diferentes subtipos de TDAH sin duda condicionan generalmente de forma muy significativa el aprendizaje de los que lo sufren. Sin embargo, este trastorno no se caracteriza por dificultades específicas en el aprendizaje; las dificultades escolares en cálculo, lectura y escritura son secundarias al propio problema atencional. Debemos señalar que el TDAH es frecuentemente un problema comórbido o asociado a los trastornos del aprendizaje, lo que condiciona si cabe aún más los problemas escolares de estos niños.

9. ¿Por qué es importante su diagnóstico precoz?

En primer lugar, porque el aprendizaje es un proceso evolutivo, de menos a más, por lo que un desfase escolar mantenido generará unas dificultades difícilmente solventables en edades posteriores. Por otro lado, los trastornos del aprendizaje tienen una ventana terapéutica que coincide con la etapa de la Educación Primaria, de los 6 a los 12 años. La intervención a partir de los 10-12 años se asocia a una pobre eficacia y eficiencia.

10. ¿Qué consecuencias tienen en los menores este tipo de trastornos?

El impacto en el rendimiento, la estima escolar y social, así como la calidad de vida de los niños que lo sufren es marcada y evidente ya desde etapas tempranas.