Sanidad

Alerta médica: cuidado con las copas menstruales

Los médicos advierten de la importancia de colocar las copas menstruales con cuidado tras asociar su mala ubicación con problemas renales de gravedad. ¿Qué otras cosas hay también que tener en cuenta?

Copas menstruales reutilizables
Copas menstruales reutilizablesGoogle

El uso de copas menstruales como alternativa sostenible a otros métodos para controlar el flujo sanguíneo durante el periodo está aumentando. No resecan la vagina, no causan tantos desperdicios, son más baratas son algunas de las ventajas de esta alternativa que al principio puede resultar un poco incómoda y ser difícil de insertar y retirar

Una copa menstrual mal puesta puede desembocar en complicaciones graves, advierten los médicos en la revista "BMJ Case Reports", después de tratar a una mujer joven con uterohidronefrosis, un riñón inflamado causado por el bloqueo del flujo de orina hacia la vejiga.

Si bien las complicaciones notificadas son poco frecuentes, la evidencia sugiere que pueden producirse dolor, heridas vaginales, reacciones alérgicas, pérdidas, incontinencia urinaria, desprendimiento de dispositivos intrauterinos ("espirales") e infecciones, añaden los médicos en un comunicado del estudio.

Los médicos trataron a una mujer joven de unos 30 años que había notado sangre en su orina y estaba experimentando dolor intermitente en el flanco derecho y en la pelvis que había durado alrededor de 6 meses.

Tres años antes le habían extirpado un cálculo renal de 9 mm y utilizaba un dispositivo intrauterino de cobre como método anticonceptivo. Uno o dos días al mes, durante los períodos de mayor flujo sanguíneo, utilizaba una copa menstrual que vaciaba cada dos o tres horas.

Una tomografía no reveló signos de cálculos renales, pero sí mostró un riñón derecho y un uréter (el conducto que transporta la orina desde los riñones) hinchados. También mostró una copa menstrual colocada justo al lado de la abertura del uréter hacia la vejiga.

Se le pidió a la mujer que no usara la copa menstrual durante su siguiente período y que volviera para una ecografía de seguimiento un mes después. La ecografía mostró que la hinchazón había disminuido y que la orina estaba drenando normalmente de ambos riñones.

Los síntomas de la mujer habían desaparecido por completo, lo que llevó a los autores del informe a concluir que la copa había obstruido el flujo de orina del uréter derecho.

Cuando la mujer acudió a un nuevo control seis meses después, dijo que sólo había utilizado la copa menstrual ocasionalmente durante 3 o 4 horas seguidas durante sus visitas a la piscina. No había querido volver a utilizar la copa regularmente por miedo a posibles complicaciones.

“Hasta donde sabemos, sólo se han notificado unos pocos casos similares. Esos casos eran similares al nuestro”, señalan los autores del informe.

“En todos los casos, excepto en uno, se realizó un seguimiento [tomografía computarizada] o ecografía que mostró regresión de la ureterohidronefrosis. En tres casos, las mujeres volvieron a utilizar la copa menstrual y ninguna de ellas experimentó una reanudación de los síntomas (se desconocen los períodos de seguimiento). Una de ellas eligió una copa de tamaño más pequeño”, escriben.

Las mujeres (y los médicos) necesitan estar mejor informados sobre el uso correcto (y las posibles complicaciones) de las copas menstruales, sugieren los autores del informe.

“Cuando la parte terminal de los uréteres pasa a la vejiga, se encuentran muy cerca de la vagina, lo que puede afectar el drenaje urinario del uréter. La posición correcta, junto con la elección de la forma y el tamaño de copa adecuados, es importante para evitar efectos negativos en el tracto urinario superior”, explican.

“En la actualidad, las copas menstruales se pueden comprar y utilizar sin el asesoramiento clínico de un profesional de la salud, lo que enfatiza la importancia de un material informativo detallado y claro para la paciente”, añaden.