La alianza que escucha, previene y orienta

La farmacia comunitaria es, a menudo, una puerta de entrada al sistema sanitario. En el ámbito de las patologías otorrinolaringológicas, su papel como primer contacto con el paciente resulta fundamental para orientar, educar y, cuando procede, derivar.

Es relevante, en consecuencia, reivindicar la importancia de fortalecer la colaboración entre farmacéuticos y especialistas en Otorrinolaringología.

Dolor de garganta persistente, ronquera, vértigos, acúfenos, pérdida de audición, alteraciones del sueño, dificultades en la deglución son síntomas frecuentes que muchas veces se consultan primero en la farmacia. En esos momentos, el farmacéutico no solo recomienda productos, sino que escucha, evalúa, detecta señales de alerta y puede ser clave en la detección precoz de enfermedades importantes, como los cánceres de cabeza y cuello o la hipoacusia progresiva.

Además, su función educativa es esencial para fomentar el buen uso de medicamentos tópicos y descongestionantes, prevenir el abuso de antibióticos o alertar sobre los riesgos del ruido en la salud auditiva o del tabaco en el cáncer de cabeza y cuello. Esa labor, muchas veces invisible, contribuye activamente a una atención sanitaria más preventiva, eficiente y segura. En este contexto, la incorporación de tecnologías en otorrinolaringología como la telemedicina, la audiología digital o los sistemas de cribado inteligente refuerzan el potencial de esta alianza. Escuchar bien también es innovar bien.

Desde la Seorl-CCC apostamos por incrementar la coordinación entre ambos colectivos. La complementariedad entre el conocimiento clínico del especialista y la cercanía del farmacéutico multiplica la capacidad del sistema para ofrecer una atención temprana, resolutiva y centrada en el paciente.

Fortalecer esta alianza es una inversión en salud pública. Porque escuchar bien no empieza en la consulta: empieza en la confianza de una conversación bien orientada.