Nutrición

El alimento que daña la tiroides y que consumimos todos los días

Algunas carnes pueden contener dioxinas, unos químicos asociados a un mayor riesgo de padecer patologías endocrinas

Pretzel de ternera ahumada de Leña.
Pretzel de ternera ahumada de Leña.La Razón

Cocinar los alimentos es fundamental para evitar muchos de los riesgos sanitarios asociados. Sin embargo, hay veces que el propio producto está contaminado y no podemos hacer nada para evitar ingerir las sustancias nocivas que contiene. En este sentido, conviene saber que nuestra dieta es rica en dioxina, un compuesto químico muy tóxico presente en multitud de alimentos, como por ejemplo, la ternera.

Más del 90% de la exposición humana a las dioxinas se produce a través de los alimentos, según el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental. Ya en 2021, un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) reveló que los niños españoles pueden estar superando la ingesta tolerable de dioxinas en un 41%. Sin embargo, también se producen en diversos procesos industriales de incineración, como la quema inadecuada de residuos municipales y basura; o pueden liberarse al aire durante procesos naturales, como incendios forestales y volcanes.

La dioxina supone un riesgo real para nuestra salud: incluso en pequeñas cantidades puede provocar alteraciones en el desarrollo, inmunotoxicidad y efectos neurológicos. En cantidades elevadas puede causar problemas graves como lesiones en la piel, enfermedades hepáticas e incluso cáncer. Y ahora, un nuevo estudio ha concluido que la dioxina que ingerimos se asocia también a un riesgo incrementado de provocar daños relacionados con la tiroides.

Como exponen los autores de esta investigación presentada en ENDO 2023, la reunión anual de la Sociedad Endocrina norteamericana, la exposición a las dioxinas puede afectar negativamente a la función tiroidea. A grandes rasgos, las dioxinas se asociaron un mayor riesgo de hipotiroidismo, que puede derivar en otros problemas de salud como accidentes cardíacos, neuropatías, infertilidad o defectos de nacimiento en los hijos.

Con todo, hay que señalar que no sólo la carne de ternera (26,6 picogramos TEQ, el equivalente de tóxico por cada ración) puede ser una fuente importante de exposición a las dioxinas. De mayor a menor concentración hallada en el estudio de la OCU, estas sustancias pueden estar presentes también en las sardinas en lata (123,8), el salmón (69), la leche cabra (63), el yogur (28,5), el pollo (15,5), los huevos (13), el queso manchego (8), el queso fundido (6,8) o la mantequilla (3,4).

La OCU señala que en ningún caso estos alimentos sobrepasan los límites legales, pero anima a reducir los alimentos de origen animal como la carne, el pescado y los lácteos, al ser los que mayores cantidades de tóxicos concentran. Del mismo modo, recomienda aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal, ya que presentan niveles menores de contaminantes. Lo importante es seguir una dieta variada.

De hecho, en el nuevo estudio no se evalúo en base al consumo de alimentos con dioxinas, sino que se midió el efecto de 20 tipos de dioxinas ambientales en relación a los niveles de hormona estimulante del tiroides (TSH) en la sangre de los participantes. En total, se utilizaron los datos de 2.818 adultos estadounidenses, tomados entre 2007 y 2010. Los investigadores descubrieron que las dioxinas estaban significativamente asociadas con un nivel elevado de TSH. Esto implica que la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea (hipotiroidismo).

Según el doctor Cheng Han, investigador de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston (Estados Unidos), "se necesita más investigación sobre cómo afectan las dioxinas a la función tiroidea", pero "los esfuerzos para reducir la exposición a las dioxinas y otras sustancias químicas tóxicas podrían ayudar a reducir el riesgo de disfunción tiroidea y mejorar los resultados de salud pública".