Salud
Estos alimentos aceleran el envejecimiento y suponen más del 20% de la dieta en España
Escasean de nutrientes y contienen aditivos, pero son muy consumidos en nuestro país según un estudio reciente
España es uno de los países con mejor gastronomía, así como uno de los abanderados de la más que saludable y reconocida Dieta Mediterránea. Con nuestros platos, recetas y alimentos de calidad, España está considerado como uno de los mejores lugares de todo el mundo para comer bien, tanto en términos de sabor como en beneficios para la salud. Pero, cuidado, porque tenemos un enemigo infiltrado en las repisas de los supermercados que puede deteriorar nuestra dieta y acelerar el envejecimiento biológico.
Así lo advierte una nueva investigación italiana, publicada en la revista científica The American Journal of Clinical Nutrition. En ella se concluye que el consumo recurrente de alimentos ultraprocesados se relaciona de forma directa con una aceleración notable del envejecimiento biológico, un hecho que supone unas drásticas consecuencias para nuestra salud general.
A pesar de lo bueno de la gastronomía española, cabe destacar que España es el segundo país de todo el Mediterráneo con el mayor porcentaje de consumo de alimentos ultraprocesados. De hecho, este tipo de comidas representan el 20,3% del total de la dieta habitual de los españoles, según un prestigioso y recurrido estudio de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil.
Qué es un alimento ultraprocesado
Lo primero que quiso hacer el estudio fue definir qué son los ultraprocesados. Para ello, los investigadores utilizaron la clasificación NOVA, un sistema que categoriza los alimentos según su grado de procesamiento, desarrollado por el Centro de Estudios Epidemiológicos en Salud y Nutrición de la Universidad de Sao Paulo.
Así, destacaron que un alimento ultraprocesado es una receta industrial elaborada a partir de sustancias derivadas de alimentos y no de «alimentos enteros». Además, los alimentos procesados contienen aditivos, con poco o ningún alimento entero de frutas, verduras, legumbres, granos, semillas, carne, pescado, leche o huevos.
Estos productos suelen contener ingredientes como azúcares, aceites, grasas, sal, antioxidantes, estabilizantes, conservantes, colorantes, potenciadores de sabor, emulsionantes y humectantes. Es decir, la mayoría de refrescos, snacks dulces o salados, productos cárnicos reconstituidos y platos precocinados congelados son ejemplos de alimentos ultraprocesados.
Una vez definido lo que es un alimento ultraprocesado, el equipo de investigadores analizó los datos recogidos en un conocido estudio llamado Moli-Sani. Esta investigación epidemiológica iniciada en 2005 en la región de Molise, centro-sur de Italia, evaluó los factores de riesgo ambientales, genéticos y biomoleculares asociados con enfermedades crónicas y degenerativas. O, dicho de otro modo, con un envejecimiento biológico acelerado.
La carne procesada, lo más consumido
Los investigadores actuales utilizaron los datos de 22.000 personas adultas italianas, quienes detallaron su dieta seleccionando una carta de 188 alimentos habituales en su mesa. A continuación, el equipo analizó variantes físicas tales como el nivel de colesterol, la glucosa en sangre, insulina o ciertas proteínas así como hábitos de ingesta calórica y factores de riesgo conocidos en todos los participantes, que se contaron por 11.726 mujeres (52%) y 10.769 hombres (48%) con una edad media de 55 años.
Los datos recabados en las encuestas concluyeron que los participantes consumían un 18,2% de ultraprocesados diariamente en su ingesta calórica habitual, siendo un 10,7% del peso de su dieta. Las carnes procesadas eran el plato más habitual con un 17,6%, seguidos de la bollería industrial 14,2% y de bebidas de frutas con un 10,9%
Los ultraprocesados aceleran el envejecimiento
La conclusión del estudio fue clara: aquellas dietas que incluían más del 14% de calorías procedentes de alimentos ultraprocesados tenían relación directa con un envejecimiento biológico acelerado, mediante los parámetros establecidos en el «reloj biológico» que se guiaba por 36 biomarcadores sanguíneos diferentes.
Dato curioso, los consumidores de ultraprocesados más asiduos eran personas, en general, más jóvenes, con mayor nivel educativo, menos activos y más urbanos, y tendían a no padecer enfermedades crónicas. Pero este hecho, lejos de indicar que un mayor consumo es beneficioso para la salud, augura un envejecimiento más rápido y de peor calidad para esta generación.
¿Por qué los ultraprocesados son malos para la salud?
Los alimentos ultraprocesados, al ser compuestos mediante un proceso industrial, suelen provocar la pérdida de calidad alimentaria al descomponer los alimentos enteros que componen las recetas en nutrientes aislados de poca o nula calidad alimenticia.
Además en el proceso de conformación de esos platos también se generan sustancias nocivas que terminan siendo ingeridas por el consumidor. Por no hablar de los numerosos aditivos, muchos de ellos «de riesgo», que suelen estar presentes en la mayoría de ultra-procesados.
Investigadores autores del estudio apuntan también a que el contacto prolongado con los materiales de envasado, por lo general, poco saludables y contaminantes, son otra variante que afecta a la calidad final del alimento y a su impacto negativo en la salud de los consumidores.
En líneas generales, los ultraprocesados contienen altos niveles de azúcar, sal, grasas no saludables y aditivos; mientras que no contienen fibras, micronutrientes y compuestos bioactivos que encontramos en alimentos integrales o naturales. Todo ello suma a un deterioro continuado de diferentes partes, órganos o sistemas del organismo, generando un deterioro paulatino en múltiples biomarcadores que terminan por causar una envejecimiento acelerado de nuestro cuerpo.
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