Avances
Así es la tecnología sanitaria más innovadora para vivir y competir en el deporte
La innovación previene lesiones, acorta el tiempo de recuperación o mejora el rendimiento
La tecnología sanitaria va más allá de un sofisticado aparato de diagnóstico o de una potente herramienta médica dentro de un hospital, pues también está presente en otras circunstancias menos evidentes, como una pista de atletismo, una cancha de baloncesto o un campo de fútbol. No es de extrañar, pues esa tecnología tiene un papel cada vez más relevante en el deporte de élite y en la alta competición, ya que es la «culpable» de que ahora sea más sencillo prevenir lesiones graves, acortar tiempos de recuperación, mejorar el rendimiento, monitorizar parámetros de salud en tiempo real… En definitiva, tecnología para vivir –tal y como reza uno de los lemas de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin–, pero también en este caso tecnología para competir.
El último Roland Garros alzado por Rafa Nadal en 2022 es un buen ejemplo de lo que la tecnología sanitaria es capaz de hacer en la alta competición, ya que el tenista pasó de no poder, literalmente, apoyar el pie a ganar en la pista 48 horas después. ¿La explicación? Nadal se sometió periódicamente durante el torneo a un tratamiento de radiofrecuencia pulsátil frente a sus problemas en el pie que le permitía disputar los partidos. El caso del deportista español más laureado puede haber sido el más mediático, reflejo de la creciente importancia de la tecnología sanitaria en el deporte profesional, ya sea antes, durante y después de la competición. «La tecnología sanitaria general y la específica orientada al deporte de alto nivel tiene una gran importancia y aplicabilidad en los últimos tiempos, con una doble orientación: una parte está dirigida hacia la salud deportiva y otra hacia el control y seguimiento del rendimiento de los deportistas y la verificación de resultados», corrobora Miguel del Valle Soto, catedrático de Medicina de la Universidad de Oviedo y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (Semed/Femede).
Del tratamiento a la prevención
Pilar Navarro, directora de Innovación de Fenin, destaca que «es imposible imaginar ya un día sin tecnología sanitaria en los hospitales, pero también en la vida cotidiana de la población y en actividades como la práctica deportiva, sea de carácter profesional o de ocio». En el caso del deporte, históricamente empleada para el tratamiento y recuperación de lesiones, la tecnología sanitaria cada vez es más utilizada para prevenir posibles riesgos, acortar plazos de recuperación o anticipar posibles problemas de salud del deportista.
Por ejemplo, en el deporte profesional ya está asentado el uso de wearables y dispositivos inteligentes «que no sólo miden las pulsaciones, sino que son capaces de detectar arritmias y otras patologías cardiacas», detalla el doctor Del Valle Soto, quien hace hincapié en que «la alta tecnología sanitaria no sólo es muy útil a la hora de recuperarse de determinadas lesiones, tanto esqueléticas como ligamentosas o musculotendinosas, sino que cada vez es más utilizada en la prevención de muchas patologías del aparato locomotor».
Buen ejemplo de ello son las cámaras 3D aplicadas al atletismo de élite, ya que son «capaces de analizar la marcha de los corredores observando la pisada con gran precisión para diseñar plantillas que compensen las malformaciones del pie, evitando gran cantidad de lesiones secundarias», apunta el doctor Del Valle Soto.
En el deporte rey en nuestro país también sobran los ejemplos del impacto de la tecnología sanitaria en la competición, pues el servicio de Biomecánica del Real Madrid fabricó en apenas 48 horas una máscara de fibra de carbono de alto módulo que permitió al jugador Antonio Rudiger disputar el siguiente encuentro sin riesgo alguno, a pesar de haber recibido 20 puntos de sutura en la cabeza dos días antes. El proceso fue detallado en las redes sociales del club por Víctor Alfaro, podólogo y especialista en Biomecánica del Real Madrid: «En primer lugar, escaneamos la cabeza del jugador en 3D. Una vez contamos con esa imagen, diseñamos una máscara asimétrica de fibra de carbono de alto módulo que contactaba con las zonas no lesionadas de la cara y dejaba hueco en las zonas lesionadas a proteger», describió este especialista.
Deporte paralímpico
Pero si hay un ámbito en el que el binomio tecnología sanitaria y deporte se revela fundamental es en el deporte paralímpico, donde la práctica de determinadas disciplinas o modalidades no puede entenderse sin el uso de prótesis o dispositivos de ayuda al deportista. De ello bien sabe Derisée Vila, una de las atletas paralímpicas españolas más laureadas, después de que en 2015 sufriera una lesión (rotura de tibia y peroné) y una posterior negligencia médica le obligara a amputar su pierna. Desde entonces, el uso de prótesis no solo le ha facilitado su vida personal, sino también seguir practicando deporte al más alto nivel y ya se prepara para la cita de París 2024. Vila destaca que la misma prótesis que emplea en su vida personal también le permite «practicar otros deportes como surf, snowboard…», enumera. Respecto a la prótesis deportiva, la atleta destaca cómo los modelos están en constante evolución y permiten mejorar el rendimiento. De hecho, la tecnología cada vez está más presente en los Centros de Alto Rendimiento donde se preparan para la competición; «Entrenamos con tecnologías que permiten medir esfuerzos, velocidad, impacto de la pisada y parámetros útiles para el rendimiento», explica la deportista.
¿Por dónde pasa el futuro? «Debido al carácter innovador de nuestra industria, nada es descartable. Siempre recordamos que allá donde haya una necesidad no cubierta, no solo en el ámbito de la salud, puede haber una tecnología sanitaria para dar respuesta», sentencia la directora de innovación de Fenin.
Fundamental en deportes más desconocidos
La tecnología se extiende por otras muchas disciplinas paralímpicas menos conocidas. Es el caso del tiro con carabina adaptado, donde la tecnología «permite» practicar un deporte de puntería a personas ciegas o con deficiencia visual. Para poder practicarlo, se utiliza una carabina de aire comprimido equipada con una mira telescópica especial, conectada a un circuito electrónico que transforma la luz en sonido. Dependiendo de la intensidad de la luz sobre la diana se emitirá un tono de intensidad mayor o menor. La mira telescópica recoge el reflejo de la luz desde la diana. De este modo el tirador podrá «oír» la «ayuda» sobre la diana en los auriculares que se utilizan.
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