Estudio

Baja la obesidad de adolescentes en España, Dinamarca, Inglaterra y Gales

El 14% de los menores en nuestro país infravalora su peso y el 25% lo sobrestima

Chica adolescente en una báscula
Una adolescente se sube a una básculaDreamstimeDreamstime

Aunque la genética y algunos trastornos causan sobrepeso y obesidad, la mayoría de los problemas de peso en adolescentes se debe a la falta de actividad física y a tener unos hábitos alimenticios deficientes. La obesidad infantil es un reto complejo. Y, si bien todavía queda mucho por hacer, lo cierto es que, aunque muy tímidamente, podría estar registrándose un cambio de tendencia.

Así, aunque recientemente un estudio en el que participaron más de 745.000 adolescentes de 41 países de Europa y Norteamérica ha alertado del aumento de adolescentes con sobrepeso que no lo perciben, en España la realidad difiere.

Según la investigación publicada en la revista científica «Child and Adolescent Obesity», en nuestro país el 60,7% de los adolescentes tiene una visión objetiva y correcta de su propio peso y el 14% de los adolescentes españoles infravalora su peso (cuando el peso real es superior al percibido).

Además, y «aunque solo debería sacar una conclusión sobre el tamaño total de la muestra, alrededor del 25,2% de los adolescentes en España sobrestimó su estado de peso (cuando el peso real es inferior al percibido); un porcentaje que disminuyó entre los años 2002 y 2018», explica a este suplemento Anouk F. J. Geraets, investigadora postdoctoral del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Luxemburgo y autora principal del estudio.

El informe también alerta de que en 28 países (el 68% de los estados analizados) se detectó un incremento del sobrepeso y la obesidad. Esta cifra se traduce en un número creciente de adolescentes con sobrepeso, que no se perciben a sí mismos como por encima de su peso, un fenómeno que preocupa a los especialistas, ya que podría conducir a elecciones de estilo de vida poco saludables.

Ahora bien, también hubo una disminución del sobrepeso y la obesidad en cuatro países: Dinamarca, Inglaterra, España y Gales.

No es el único estudio en apuntar este descenso. Así, hace unos meses los datos preliminares del informe «Pasos 2022», que elabora la Fundación Gasol, concluía que descendía ligeramente la obesidad y el sobrepeso en los menores españoles. No obstante, la prevalencia de exceso de peso infantil seguía siendo muy alta: el 33,4%.

Recientemente, han presentado los resultados a partir del 100 % de la muestra evaluada, y de nuevo «los resultados confirman una cierta tendencia a la baja en la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil», recoge el estudio. Aunque si bien, «dichos resultados pueden estar sesgados por una relevante menor tasa de participación».

En todo caso, en España, uno de cada tres menores de entre ocho y 16 años presenta sobrepeso u obesidad (33,2%).

En el periodo de tres años evaluado (de 2019-2020 a 2022-2023) se observa una ligera tendencia a la baja en la prevalencia de sobrepeso y obesidad, destaca el informe.

En el caso de la evolución de la prevalencia de obesidad y obesidad severa es favorable en el caso de la población adolescente, pero no sucede lo mismo con los niños, para los que se observa una cifra ligeramente mayor en 2022-2023 respecto a 2019-2020.

La situación sigue siendo en todo caso preocupante. La obesidad afecta a más de uno de cada 10 (11,6%). Y por género, la prevalencia de obesidad infantil es mayor en los participantes de género masculino (14,9%) y en la población de ocho a 12 años (15,6 %).

A su vez, este estudio confirma de nuevo la asociación entre la epidemia de obesidad infantil y el nivel socioeconómico: los niños y niñas matriculados en centros educativos con una menor renta media por persona presentan un mayor nivel de obesidad.

Además, la prevalencia de obesidad abdominal alcanza a prácticamente un 20 % de la población infantojuvenil.

El informe de la Fundación Gasol pone de relieve el deterioro de los hábitos de salud de los menores en España. La alimentación, el uso de pantallas, las horas de sueño, la actividad física, el bienestar emocional y la calidad de vida han empeorado en los últimos tres años. Además, el estudio alerta sobre el alto porcentaje de niñas (40%) que declaran tener problemas en relación con su bienestar emocional, situación que se agrava en la adolescencia.