Las varices no son solo una cuestión estética. También pueden doler, hinchar, incomodar e incluso dificultar la movilidad. Aparecen cuando las venas, especialmente en las piernas, pierden su capacidad para hacer circular la sangre con normalidad. La inflamación y la acumulación de líquido pueden generar molestias que van desde la pesadez hasta los calambres o los hormigueos constantes.

El embarazo, la edad, el exceso de peso o pasar demasiadas horas de pie pueden ser detonantes, y aunque no siempre es posible prevenirlas, sí existen maneras de aliviar sus efectos y mejorar la circulación. Una de las más accesibles y efectivas, según el centro especializado Varicenter, es el uso del aceite de romero.

¿Por qué el aceite de romero?

El romero, además de ser un excelente aliado para sazonar platos, es una planta con un alto contenido en ácido rosmarínico, un compuesto con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y vasodilatadoras. De ahí que haya sido utilizado históricamente -y también en la medicina natural contemporánea- como remedio para tratar problemas circulatorios leves, como la hinchazón de pies o la pesadez en las piernas.

"El aceite esencial de romero, aplicado con constancia y mediante masajes suaves, puede ayudar a desinflamar las zonas afectadas, aliviar el dolor y favorecer el retorno venoso", señalan los expertos de Varicenter. y aseguran que su acción es especialmente útil en casos de varices incipientes o cuando se busca un complemento natural al tratamiento médico habitual.

Aceite de romero: cómo usarlo correctamente

Los especialistas recomiendan un protocolo sencillo para sacar el máximo provecho a sus beneficios:

• Exfoliar y limpiar bien la zona afectada (piernas o tobillos).
• Aplicar el aceite de romero con masajes circulares durante unos 15 minutos, hasta que la piel lo absorba por completo.
• Repetir el proceso cada tres días durante al menos un mes, alternándolo con alcohol de romero.

El objetivo no es eliminar las varices por completo -algo que en muchos casos requiere tratamiento médico-, sino aliviar los síntomas, mejorar la circulación y evitar la aparición de nuevas inflamaciones.

Cuidar la circulación empieza por lo básico

Además del uso de romero, desde Varicenter recuerdan que el estilo de vida influye mucho en la salud venosa. "Hacer ejercicio regularmente como caminar, nadar o incluso hacer pequeños ejercicios de elevación de talones, evitar el sedentarismo y llevar una alimentación rica en fibra y omega 3 son claves para prevenir complicaciones", afirman.

Dormir con las piernas elevadas, darse baños de agua fría o evitar ropa demasiado ajustada también pueden marcar la diferencia. Y aunque las varices afectan a más del 30% de la población, las mujeres suelen ser quienes más las padecen y también quienes más buscan alternativas naturales para cuidarse.