Salud

Así era la dieta que ha permitido vivir 100 años a Ana María Lajusticia, la gurú del magnesio

Muchos de sus seguidores tenían gran interés en el estilo de vida que seguía la química y, ahora, aún más al haber fallecido con el siglo de edad

Ana María Lajusticia
Ana María LajusticiaYoutube

Ana María Lajusticia ha fallecido hoy jueves 7 de noviembre a los 100 años de edad. Química y gurú del magnesio se convirtió en un referente para miles de personas que buscaban un estilo de vida saludable y equilibrado. Su enfoque se centraba en una dieta rica en magnesio y nutrientes esenciales, pensada para mejorar el bienestar físico y mental.

Muchos de sus seguidores tenían gran interés en el estilo de vida que seguía la experta, y ahora aún más al fallecer con el siglo. Afortunadamente, ella compartió en su canal de Youtube con todos sus seguidores la dieta que seguía y que ahora sabemos que ha resultado efectiva.

Desayuno: la comida más importante del día

Lajusticia enfatizaba la importancia de un desayuno rico en proteínas para activar el cerebro y proporcionar energía duradera. Su desayuno típico incluía:

  • Una fuente de vitamina C, como naranja o kiwi (en caso de consumir zumo, recomendaba solo medio vaso para evitar el exceso de azúcar).
  • Cloruro de magnesio líquido y levadura de cerveza, fuentes de magnesio y vitaminas del grupo B, fundamentales para el sistema nervioso.
  • Huevo frito, jamón y pan integral con aceite y tomate como fuente de proteínas y fibra. A los 85 años, reemplazó el huevo frito por colágeno con magnesio, manteniendo el jamón como proteína principal.
  • Un vaso de leche, completando una combinación de grasas saludables, proteínas y calcio.

Comida: legumbres, verduras y carnes magras

Para el almuerzo, Lajusticia optaba por una alimentación balanceada y rica en nutrientes. Su recomendación incluía:

  • Legumbres y verduras como primer plato: guisadas o hervidas, ofreciendo fibra, almidón y azúcares de absorción lenta.
  • Carne sin grasa o pollo como fuente de proteínas de calidad, eligiendo carnes rojas ocasionalmente, pero eliminando la grasa antes de cocinarlas.
  • Postre rico en vitamina C, como mandarinas, naranjas o kiwi, y en caso de optar por una fruta diferente, consumía una porción de una pastilla de vitamina D para asegurar un aporte adecuado.

Merienda: ligera y equilibrada

La merienda de Lajusticia era ligera, pero no dejaba de lado los nutrientes esenciales. Ella optaba por:

  • Yogur descremado y natural con cacao en polvo desgrasado, al que añadía una cucharilla de mermelada de fresa y galletas integrales con bajo contenido de azúcar.
  • Medio vaso de té o agua para mantenerse hidratada.

Cena: pescado y verduras para un final ligero y nutritivo

Para la cena, Lajusticia apostaba por platos ligeros que ayudaran en la digestión y mantuvieran el organismo en equilibrio:

  • Verduras ricas en fibra como coliflor, brócoli, espinacas, judías verdes y alcachofas, que además de aportar nutrientes y fibra, favorecen la saciedad.
  • Pescado en todas sus variantes (azul, blanco, en lata, congelado) para obtener grasas saludables que contribuyen a la reducción del colesterol.
  • Aceite de hígado de bacalao para incorporar grasas saludables y asegurar un aporte adecuado de vitamina A y D.

Con una alimentación basada en ingredientes frescos, ricos en vitaminas, minerales y grasas saludables, Ana María Lajusticia se convirtió en un ícono del bienestar y ahora, de longevidad. Hoy, su legado en el ámbito de la nutrición y la salud natural inspira a muchos a llevar una vida equilibrada y consciente, cuidando del cuerpo y la mente hasta el final.