Los beneficios de pasear descalzo por la playa

Caminar descalzo produce numerosos beneficios para nuestra salud. Tanto en casa, como en la playa o en el jardín, andar sin zapatos ayuda a fortaleces los músculos porque estimula las terminaciones nerviosas plantares.

Según explica la doctora Laura Arrey Tané, de Mapfre, caminar sin calzado mejora la circulación venosa, arterial y el sistema linfático de nuestras piernas. Además, permite que nuestros pies “descansen” de la presión que provoca el calzado y que se puedan “airear” reduciendo la humedad que se suele generar en ellos.

Otros de los beneficios que provoca ir sin zaparos es que nos ayuda a calmar el estrés, reduce el dolor de espalda y mejora la estructura anatómica y el desarrollo cognitivo.

Además, si se camina por la playa se obtendrá también un suave masaje en las plantas de los pies y, si es justo en la orilla donde rompen las olas, el agua del mar masajeará también los tobillos, haciendo esta experiencia mucho más completa.

Para mejorar aun más este ejercicio, se recomienda adentrarse en el mar hasta que el agua llegue a la altura de tus muslos. Andar a esta profundidad, levantando las piernas con cada paso, fortalece los músculos de las piernas y los glúteos.

El agua del mar, además contiene minerales (yodo y sodio) que ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel.

También hay beneficios para la belleza, ya que gracias a la fricción de la arena, caminar descalzo dará lugar a unos pies más suaves en poco tiempo, semejante a un tratamiento de exfoliación.

Cuando andamos por la playa, el calor del sol afecta a nuestro sistema endocrino, la parte de nuestro cuerpo que segrega endorfinas para hacernos sentir relajados y menos estresados.