Salud
Crean un "reloj" que mide la verdadera edad biológica de la forma más precisa hasta la fecha
Los científicos que han desarrollado este método han demostrado que los trasplantes renales frenan el envejecimiento biológico y que la dieta también podría tener su impacto
El envejecimiento es un fenómeno natural. Pero hay factores externos a este proceso natural que influyen a la hora de acelerarlo o frenarlo. El resultado de ellos se conoce como "edad epigenética", que sería la verdadera edad que tiene una persona. Es decir, la que indica cuántos años tiene de acuerdo a su salud.
Cuando el organismo envejece, una serie de factores externos provocan cambios epigenéticos y la pérdida de una marca química (metilación del ADN) en el ADN. Parece confuso de entender pero, a grandes rasgos, estos cambios influyen a la hora de calcular la edad "real" de una persona.
Tener una edad "real" mayor a la cronológica suele asociarse a la aparición de una serie de enfermedades comunes al envejecimiento, como la enfermedad renal crónica, el cáncer y las cardiopatías. Por ello, los relojes epigenéticos se han propuesto como "patrón de oro" para medir la edad con precisión, más allá de la edad cronológica de una persona, ya que son capaces de medir las etiquetas de metilación del ADN.
Ahora, un equipo de investigadores europeos ha desarrollado una nueva prueba capaz de medir con precisión el envejecimiento biológico en un entorno clínico. El descubrimiento se hizo al estudiar a pacientes con enfermedad renal crónica y cómo esta afección acelera su edad biológica.
Un reloj que mide la edad verdadera
La nueva prueba es un reloj epigenético capaz de medir la metilación del ADN. A través de una evaluación bioquímica se examina el ADN para conocer el grado de envejecimiento del organismo en contraste con su edad cronológica. Según sus autores, la suya es la primera de estas pruebas de vanguardia que se ha demostrado que funciona con precisión en un entorno clínico, tanto en tejidos sanos como no sanos.
"La metilación del ADN se ve afectada por lo que comemos y también por nuestro microbioma intestinal. En consecuencia, el nuevo reloj que hemos desarrollado tiene un gran potencial para evaluar intervenciones en el estilo de vida, incluida la dieta, que podrían beneficiar al público y ayudar a abordar problemas como las desigualdades sanitarias", celebra el profesor Paul Shiels, autor principal del estudio por la Universidad de Glasgow.
El trabajo ha sido dirigido por la Universidad de Glasgow y el Karolinska Institutet de Estocolmo, y se publica en la revista Journal of Internal Medicine como parte de un estudio sobre los efectos sobre el envejecimiento de la enfermedad renal crónica y sus tratamientos asociados.
El equipo de investigadores estudió en Suecia a más de 500 personas, de las cuales 400 tenían una enfermedad renal crónica. ¿El objetivo? Comprender mejor el impacto en el envejecimiento de la enfermedad, incluso durante el tratamiento de diálisis y tras el trasplante de riñón.
Para ello, los investigadores utilizaron una serie de pruebas que incluían biomarcadores sanguíneos, autofluorescencia cutánea y relojes epigenéticos. El equipo utilizó los relojes para medir el cambio en la edad biológica de unos 47 pacientes un año después del trasplante de riñón, o un año después del inicio de su tratamiento de diálisis, así como el envejecimiento del tejido sano en 48 controles en comparación.
Resultados: los trasplantes frenan el reloj biológico
Los resultados mostraron que, en el caso de los pacientes con enfermedad renal crónica, su reloj biológico avanza más deprisa que el de una persona normal. Esto sigue siendo así incluso después del tratamiento de diálisis. De hecho, los relojes biológicos de los pacientes sólo se ralentizaron tras un trasplante de riñón.
Pero aunque todos los relojes epigenéticos mostraban una imagen similar, ninguno podía demostrar su precisión en un entorno clínico. Para solucionar este problema, el equipo desarrolló un nuevo reloj epigenético más preciso, el Glasgow-Karolinska Clock, que funciona en tejidos sanos y enfermos.
"Este estudio es la primera vez en un entorno clínico que podemos informar con precisión sobre el grado de envejecimiento biológico, en contraposición al cronológico, en pacientes con enfermedad renal crónica", subraya Shiels.
"Nuestras conclusiones, basadas en el nuevo Reloj Glasgow-Karolinska, muestran que estos pacientes no sólo envejecen más rápido que la población general, sino que su envejecimiento acelerado sólo se ralentiza cuando se someten a un trasplante. El tratamiento con diálisis no parece influir en este proceso", indica.
"Esta es también la primera prueba clínica de relojes epigenéticos, y el descubrimiento de que la mayoría son inexactos cuando se comparan con las pruebas médicas nos ha llevado a desarrollar una nueva prueba más precisa que puede medir con exactitud las etiquetas de metilación en el ADN de tejidos sanos y no sanos. Además, hemos comprobado que es preciso para los altos estándares de un entorno clínico".
Peter Stenvinkel, catedrático del Karolinska Institutet, afirma: "La nueva herramienta para estimar los efectos de las intervenciones sobre la edad biológica me ha parecido muy interesante. La herramienta podría utilizarse para estudiar estrategias de tratamiento en pacientes con insuficiencia renal terminal, un grupo sometido a envejecimiento prematuro".
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