Salud

Esto es lo que le pasa a tu tensión después de 20 años de dieta mediterránea

Publican el primer estudio a largo plazo que analiza el impacto de este tipo de alimentación en la hipertensión y la salud cardiovascular

dieta mediterránea
Dieta mediterráneaFreepik

Más del 40% de la población española mayor de 18 años tiene hipertensión. Más los varones que las mujeres. Entre ellos, la mitad son hipertensos. El problema es que el 37% de las personas que lo son está sin diagnosticar. Se trata de un grave problema de salud pública, que mata casi el doble que hace 10 años. Además, la hipertensión (tensión arterial alta) es un importante factor de riesgo en otras enfermedades cardiovasculares como el infarto y el ictus, por lo que es probable que sea la causa detrás de más defunciones.

La hipertensión se produce cuando la presión arterial de una persona es de 130/80 milímetros de mercurio (mm Hg) o superior. El hándicap están en que es una enfermedad «silenciosa» que puede pasar inadvertida hasta ser demasiado tarde. La mayoría de personas con hipertensión no tiene síntomas, aunque la tensión muy alta puede manifestarse en forma de dolor intenso de cabeza, dolor en el pecho, mareos, dificultad para respirar, ansiedad o cambios en la visión. Si no se trata, puede provocar cardiopatías, accidentes cerebrovasculares e incluso enfermedades renales. Lo mejor para evitar esta lacra, es la receta de siempre: comer sano (hay alimentos que pueden ayudar a bajar la tensión) y hacer ejercicio.

En este contexto, se publica ahora el primer estudio a largo plazo sobre el efecto de la dieta mediterránea en la hipertensión. Publicado en la revista European Journal of Clinical Nutrition, la investigación siguió durante 20 años la salud y la alimentación de más de 3.000 personas residentes en Grecia. El estudio comenzó en 2002 y terminó en el 22. La edad media de los participantes al inicio del estudio era de 41 años, con un 44% de hombres y un 56% de mujeres. Uno de los requisitos para participar era que los participantes no podían ser hipertensos al inicio del estudio.

Beneficios de la dieta mediterránea en hipertensión

El trabajo estuvo liderado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud y Educación de la Universidad Harokopio de Atenas. Los científicos asignaron una puntuación (llamada MedDietScore), que sería más alta en función del consumo de alimentos como frutas, verduras, carnes magras (pescado), cereales integrales, patatas, legumbres y aceite de oliva.

Las puntuaciones más altas indicaban un mejor cumplimiento de la dieta mediterránea. Los participantes podían perder puntos por consumir alimentos o grupos de alimentos "no mediterráneos", como los productos lácteos enteros, las aves de corral y la carne roja. Aunque los rasgos distintivos de la dieta mediterránea deberían conducir a una reducción de la hipertensión, hasta ahora no se habían realizado estudios a largo plazo sobre este tema.

Durante las dos décadas siguientes, los investigadores hicieron un seguimiento de los participantes para comprobar sus constantes vitales y detectar la aparición de hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes y enfermedades cardiovasculares. ¿El resultado? Descubrieron que los participantes que seguían de cerca la dieta mediterránea tenían el menor riesgo de desarrollar hipertensión.

Los participantes del grupo con la puntuación MedDietScore más baja (y, por tanto, con peor cumplimiento de la dieta) tenían tasas de hipertensión del 35,5% al final del estudio. El grupo intermedio tenía una tasa de hipertensión del 22,5%. En comparación, el grupo que mejor seguía la dieta mediterránea solo tenía una tasa de incidencia de hipertensión del 8,7%.

Un 46% menos de riesgo de tensión arterial alta

Los científicos también analizaron qué diferencias tenía la adherencia a la dieta mediterránea a lo largo del tiempo. Según el estudio, «comparados con los sujetos que se alejaban sistemáticamente de la dieta mediterránea, sólo los que se acercaban sistemáticamente presentaban un 46,5% menos de riesgo [de hipertensión] a 20 años».

Aunque el estudio se llevó a cabo en una población homogénea (personas adultas griegas), la proximidad geográfica hacen que sus resultados puedan trasladarse más fácilmente a España. En definitiva, estos resultados apoyan la dieta mediterránea como un patrón de alimentación con mucho beneficio para la salud del corazón. Algunos alimentos cardiosaludables son los frutos secos, los plátanos, las fresas y los alimentos ricos en polifenoles.