Salud
Hormigueo en el cuerpo: qué es, cómo tratarlo y cuándo hay que preocuparse
La causa más común es la compresión de los nervios debido a una mala postura. En otros casos, la causa puede ser más compleja y estar relacionada con enfermedades neurológicas o sistémicas.
El hormigueo, conocido médicamente como parestesia, es una sensación anormal que se puede describir como pinchazos, cosquilleo o adormecimiento de la piel. Esta sensación puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en manos, brazos, piernas y pies. Aunque en muchas ocasiones es una reacción pasajera e inofensiva, en algunos casos puede ser indicativa de problemas médicos más serios.
¿Qué es el hormigueo y cómo se produce?
El hormigueo es una señal de que algo está interfiriendo con la transmisión de señales nerviosas en el cuerpo. Los nervios actúan como una red de comunicación entre el cerebro, la médula espinal y las distintas partes del cuerpo, enviando y recibiendo mensajes. Cuando hay presión, irritación o daño en los nervios, la señal se distorsiona, lo que provoca sensaciones anormales, como el hormigueo o el entumecimiento.
La causa más común del hormigueo es la compresión de los nervios debido a una mala postura, por ejemplo, cruzar las piernas durante mucho tiempo o dormir sobre un brazo, lo que provoca que los nervios queden temporalmente "pinzados". Una vez que se alivia la presión, el flujo sanguíneo se restablece y el hormigueo desaparece.
En otros casos, la causa del hormigueo puede ser más compleja y estar relacionada con enfermedades neurológicas o sistémicas.
Principales causas del hormigueo en el cuerpo
El hormigueo puede ser causado por una variedad de factores, algunos de ellos transitorios y otros crónicos o más serios. A continuación, exploramos algunas de las causas más comunes:
1. Compresión de nervios
La causa más habitual es la compresión temporal de un nervio, que puede ocurrir al adoptar posturas que reducen el flujo sanguíneo o la función nerviosa, como cuando dormimos con el brazo bajo el cuerpo o permanecemos sentados con las piernas cruzadas durante un periodo prolongado. Esto es lo que se conoce coloquialmente como “adormecimiento” y suele desaparecer una vez se restablece la circulación normal.
2. Síndrome del túnel carpiano
El síndrome del túnel carpiano es una causa frecuente de hormigueo en las manos, especialmente en el pulgar, índice y dedo medio. Se produce cuando el nervio mediano, que pasa por la muñeca, se comprime debido a la inflamación o presión prolongada, como ocurre en personas que realizan movimientos repetitivos con las manos, como escribir en el teclado.
3. Neuropatías periféricas
Las neuropatías periféricas son trastornos que afectan los nervios periféricos (los nervios fuera del cerebro y la médula espinal), y pueden ser causadas por varias condiciones médicas, entre ellas la diabetes. En el caso de la diabetes, los niveles altos de glucosa en sangre pueden dañar los nervios, lo que provoca hormigueo o pérdida de sensibilidad, generalmente en los pies y las piernas. El consumo excesivo de alcohol y algunas infecciones también pueden llevar a neuropatías.
4. Problemas en la columna vertebral
Hernias discales o estenosis espinal (estrechamiento del canal espinal) pueden causar compresión en los nervios espinales, lo que genera sensaciones de hormigueo en brazos, piernas o espalda. La ciática, un trastorno común, implica presión sobre el nervio ciático que corre desde la parte baja de la espalda hasta las piernas, y puede causar dolor, entumecimiento y hormigueo.
5. Accidente cerebrovascular (ACV) o mini accidente cerebrovascular (AIT)
El hormigueo repentino en un lado del cuerpo puede ser un signo de accidente cerebrovascular (ACV) o de un ataque isquémico transitorio (AIT), también conocido como mini-ictus. Estos eventos ocurren cuando se corta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede provocar síntomas como hormigueo, debilidad, confusión y problemas del habla. Ante estos síntomas, es crucial buscar atención médica inmediata.
6. Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central y puede causar una amplia gama de síntomas neurológicos, incluido el hormigueo en diversas partes del cuerpo. En esta condición, el sistema inmunológico ataca la mielina, la capa protectora de los nervios, lo que interfiere con la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
7. Deficiencias vitamínicas
La falta de ciertas vitaminas, como las del complejo B, especialmente B12, puede causar daño a los nervios, lo que resulta en síntomas como el hormigueo. La vitamina B12 es esencial para la función nerviosa, y su deficiencia puede generar neuropatías periféricas, particularmente en los pies.
8. Ansiedad y estrés
El hormigueo también puede tener causas psicológicas. La ansiedad y el estrés crónico pueden desencadenar síntomas físicos, como hormigueo en las manos, los pies o la cara. Esto ocurre porque el estrés activa el sistema nervioso simpático, lo que puede afectar la circulación sanguínea y la función nerviosa.
Cuándo preocuparse por el hormigueo
El hormigueo ocasional no suele ser motivo de preocupación, sobre todo si está relacionado con una postura prolongada o con situaciones temporales, como dormir mal o sentarse en una mala posición. Sin embargo, es importante prestar atención a ciertos signos que podrían indicar problemas médicos más graves:
- Persistencia: Si el hormigueo es constante o se repite frecuentemente sin una razón aparente, puede ser una señal de un problema subyacente más serio.
- Hormigueo unilateral: Si el hormigueo solo afecta un lado del cuerpo, podría ser un signo de accidente cerebrovascular o AIT.
- Debilidad muscular: Si el hormigueo va acompañado de pérdida de fuerza o movilidad, podría indicar un daño neurológico que requiere atención médica inmediata.
- Problemas de equilibrio o coordinación: El hormigueo junto con problemas para caminar o coordinar movimientos puede ser indicativo de una enfermedad neurológica, como esclerosis múltiple o un trastorno cerebral.
- Dolor intenso: En casos como la ciática o una hernia discal, el hormigueo puede estar acompañado de dolor agudo o crónico, lo que requiere evaluación médica.
Cómo tratar el hormigueo
El tratamiento del hormigueo depende de la causa subyacente. A continuación, describimos algunos enfoques comunes según las causas más frecuentes:
1. Corrección de la postura
En muchos casos, el hormigueo puede resolverse simplemente corrigiendo la postura y evitando posiciones que compriman los nervios. Cambiar de postura, estirarse o levantarse regularmente si se permanece sentado mucho tiempo puede ayudar a prevenir el hormigueo temporal.
2. Terapia física y ejercicios
Para problemas de compresión nerviosa, como el síndrome del túnel carpiano o la ciática, los fisioterapeutas suelen recomendar ejercicios específicos para aliviar la presión en los nervios y fortalecer los músculos circundantes. La terapia física puede ser útil para mejorar la postura y prevenir la recurrencia de los síntomas.
3. Medicamentos
En el caso de neuropatías periféricas o afecciones más serias como la esclerosis múltiple, los médicos pueden recetar medicamentos para aliviar el dolor nervioso y reducir la inflamación. En algunos casos, también se utilizan antidepresivos o anticonvulsivos para tratar los síntomas relacionados con el daño a los nervios.
4. Vitaminas y suplementos
Si el hormigueo está relacionado con una deficiencia de vitamina B12, se recomienda una dieta rica en esta vitamina o suplementos recetados. La B12 se encuentra en alimentos como la carne, los huevos, el pescado y los productos lácteos.
5. Tratamiento del estrés y la ansiedad
En los casos donde el hormigueo está vinculado al estrés o la ansiedad, las técnicas de relajación, como la meditación, la terapia cognitivo-conductual y el manejo del estrés, pueden ayudar a reducir los síntomas físicos.
6. Cirugía
En casos de compresión grave del nervio, como en el síndrome del túnel carpiano avanzado o hernias discales severas, puede ser necesaria la cirugía para liberar el nervio y prevenir el daño permanente.
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