Impacto

Inhalamos microplásticos del tamaño de una tarjeta de crédito cada semana

Un estudio publicado por la revista científica Scientific Reports revela la presencia de microplásticos en nuestro organismo sigue siendo motivo de preocupación.

Tarjetas de crédito
Tarjetas de créditoElise AmendolaAgencia AP

A medida que aumenta la cantidad de plástico presente en nuestro entorno y su lenta degradación, es inevitable que una pequeña cantidad de microplásticos termine en nuestro interior. Estos microplásticos pueden ser ingeridos a través de los alimentos y bebidas que consumimos, e incluso inhalados del aire que respiramos. Pero ¿cuántos microplásticos pueden acumularse en nuestro cuerpo? ¿Y dónde se localizan?

A menudo pensamos que los microplásticos suspendidos en el aire provienen principalmente de la contaminación industrial o de los gases de los vehículos. Sin embargo, un estudio publicado por la revista científica Scientific Reports reveló que la mayoría de estos microplásticos se encuentran en espacios interiores. Según esta investigación, podríamos estar inhalando más de 16 partículas de microplástico por hora, lo que equivaldría al tamaño de una tarjeta de crédito a lo largo de una semana. Estos microplásticos son tan diminutos que son imperceptibles a simple vista y se desprenden principalmente de tejidos sintéticos y de elementos plásticos desgastados.

Son Bou contiene más de millón y medio de micro plásticos, según la ONG Gob
Son Bou contiene más de millón y medio de micro plásticos, según la ONG GobDavid Arquimbau SintesAgencia EFE

Una vez en el aire, estos microplásticos pueden quedar atrapados en nuestras vías respiratorias, especialmente en la cavidad nasal y la garganta. Aunque aún se desconocen completamente los efectos de estos microplásticos en nuestros pulmones, muchos de ellos acaban llegando a nuestra circulación sanguínea. La presencia de microplásticos en nuestro organismo es significativa y puede generar efectos desconocidos sobre nuestra salud. Es crucial tomar medidas para reducir la enorme cantidad de plástico que utilizamos a diario, con el fin de evitar sus efectos perjudiciales en nuestra salud y prevenir que estos componentes terminen en nuestro interior.

El problema de los microplásticos no solo afecta a la biodiversidad y al medio ambiente, sino también a nuestra propia salud. La concienciación sobre el uso responsable del plástico y la adopción de prácticas sostenibles son fundamentales para proteger tanto nuestro ecosistema como nuestro organismo.