
Salud
Misofobia o cómo el miedo a la suciedad te condiciona la vida
Es un trastorno obsesivo-compulsivo que afecta la vida de las personas que lo padecen y a su relación con los demás

A todos nos gusta ver limpios los espacios que nos rodean. La higiene ha ganado protagonismo tras la pandemia y, en general, le prestamos más atención. Una actitud lógica para prevenir bacterias y virus y, en consecuencia, posibles infecciones.
El problema surge cuando esta pulcritud se vuelve obsesiva y condiciona el día a día de quien la sufre. En este caso, hablamos de misofobia o miedo descontrolado a los gérmenes y la suciedad.
¿Qué es la misofobia y cómo reconocerla?
Misofobia significa miedo a la contaminación. Se trata de un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que afecta a la vida de las personas que lo padecen y a su relación con los demás. Si esta fobia es tratada de inmediato y con la terapia adecuada, puede solucionarse de forma efectiva.
La misofobia presenta síntomas específicos, siendo el temor intenso e inmediato y la ansiedad los más comunes. Los afectados, cuando están cerca de un objeto o situación que perciben como sucia, experimentan intranquilidad, mareos y temor extremo. Asimismo, la incapacidad para controlar el miedo a los gérmenes genera sensación de impotencia.
A nivel fisiológico, este trastorno se manifiesta con latidos del corazón acelerados, dificultad para respirar y sudoración excesiva.
La misofobia es el miedo irracional a la suciedad y los gérmenes
Aunque se desconocen con exactitud las causas que provocan misofobia, esta puede tener relación con una conducta aprendida de los padres u otros miembros de la familia, sobre todo en los jóvenes que la padecen. Al factor familiar se suman otros que pueden desencadenar misofobia, como:
Actividad cerebral. Esta podría ser determinante en el desarrollo de fobias. El vínculo entre nuestra actividad cognitiva y nuestra conducta puede estar detrás de estos trastornos.
Traumas pasados. Como ocurre con otros trastornos obsesivo-compulsivos, puede aparecer como resultado de una experiencia negativa y traumática vinculada a una situación específica. En estos casos, se desencadena un miedo irracional en determinadas situaciones.
Diferencias entre misofobia y TOC
Aunque la misofobia es un tipo de TOC y ambas generan malestar y ansiedad, existen algunas diferencias. Quienes padecen un trastorno obsesivo-compulsivo experimentan compulsiones, es decir, rituales conductuales o cognitivos muy limitantes.
En cambio, las personas con misofobia, agorafobia u otros trastornos de ansiedad, no las sufren. Los genes también influyen en el desarrollo de un TOC. En el caso de la misofobia, es más una conducta adquirida de los padres que algo hereditario.
Impacto en la vida diaria y las relaciones
Dependiendo del grado, la misofobia puede afectar a la vida cotidiana de una persona, así como a sus relaciones personales, familiares y laborales.
El miedo a la suciedad conlleva dificultades para tener una vida normal. Este temor puede provocar un aislamiento social a quienes lo padecen, por temor a contaminarse con gérmenes. Una situación complicada para mantener relaciones de amistad y afectivas, e incluso para el desarrollo laboral.
Existen distintas terapias para tratar este trastorno. Estas son las más habituales:
Terapia cognitivo-conductual. Es la más común para tratar la misofobia y consiste en hacer entender al afectado la raíz de la enfermedad para que pueda afrontar las preocupaciones que le rodean.
Terapia de exposición con prevención de respuesta. Es un proceso personalizado y diseñado a medida para cada persona que pretende lograr que el paciente se enfrente a sus miedos. Para ello, el terapeuta y el afectado elaboran una lista con las situaciones, lugares, objetos o personas a las que se teme. A partir de ahí, se marcan unas pautas para exponer al afectado, de forma gradual, a los estímulos que generan la sensación de contaminación.
Meditación e hipnosis. Ambas técnicas pueden resultar efectivas en algunos casos.
Fármacos. Los medicamentos para calmar la ansiedad y el estrés también pueden ser efectivos para aliviar síntomas.
La misofobia no genera rituales como el TOC
Consejos para familiares y amigos de alguien con misofobia
El entorno de una persona con misofobia se enfrenta al reto de comprender el trastorno y apoyar al afectado. Hablar al respecto es la mejor manera de entender esta fobia y cualquier otra.
La escucha activa y el intercambio de opiniones son muy útiles para mostrar tu ayuda y saber que estás ahí.
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