Animales

Perros: ¿reducen más el estrés a los hombres o a las mujeres?

Publican el primer estudio que analiza, por género, cómo la terapia canina ayuda a las personas a sentirse más optimistas y mejor consigo mismas

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Se sabe que los perros de terapia reducen el estrés, pero no si hay diferencias por sexosLa Razón

Los perros se han ganado a pulso el título de "mejor amigo del hombre", más si tenemos en cuenta sus beneficios para la salud mental. Hay un amplio abanico de estudios científicos que demuestran que los perros, y en concreto los programas de terapia canina pueden mejorar el bienestar social y emocional de las personas. Incluso en España, la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Affinity pusieron en marcha un programa para mejorar los niveles de estrés y las habilidades sociales de los estudiantes.

Sin embargo, hay una laguna de conocimiento provocada por el hecho de que, en muchos casos, en los programas de terapia asistida con perros suele haber un número desproporcionado de participantes femeninas. Por eso, los estudios sobre sus beneficios se han probado sobre todo en mujeres. Así, pues cabe preguntarse ¿los efectos de los perros sobre el estrés son mayores en mujeres que en hombres?

La respuesta se encuentra en una investigación reciente dirigida por el Dr. John-Tyler Binfet, profesor asociado de la Facultad de Educación del campus Okanagan de la Universidad de Columbia Británica (UBC) y director de B.A.R.K. Traducido como "ladrido", este programa es similar al de la Complutense, pues también explora los beneficios de los perros de terapia en el campus y realiza proyectos de investigación.

Así pues, Binfet evaluó si existen diferencias de género en el bienestar emocional que aportan los perros, estableciendo sesiones de terapia canina separadas para quienes se identificaban como participantes femeninos, masculinos y de género diverso. El profesor ha realizado numerosos estudios sobre los beneficios para el estrés y para la comunidad de la terapia canina, pero que él sepa, éste es el primer estudio específico de género que existe sobre la terapia canina.

Primer estudio de su tipo en perros y estudiantes

"Las investigaciones anteriores han explorado si funciona y cómo funciona, pero no para quién funciona", dice el Dr. Binfet. "Éste es uno de los primeros estudios que examinan si las intervenciones asistidas con caninos funcionan igual de bien en distintos géneros", hombres, mujeres y otros.

Para el estudio, los estudiantes seleccionaron por sí mismos su cohorte de género y se les asignó una sesión por orden de llegada. Antes de las intervenciones con perros, informaron sobre su bienestar, midiendo en concreto su autopercepción de la conexión social y con el campus, su felicidad, optimismo, estrés, añoranza y soledad.

Estudiante durante la investigación de BARK
Estudiante durante la investigación de BARKUBCO: Freya Green

Un total de 163 estudiantes (49% mujeres, 33% hombres y 17% no binarios y de otros géneros) participaron en sesiones de 20 minutos. En grupos de tres o cuatro, los estudiantes interactuaron con un perro de terapia y su adiestrador, y tras la sesión rellenaron una encuesta.

Los resultados mostraron, como era de esperar, un aumento significativo del bienestar y una disminución de la nostalgia, el estrés y la soledad. Los resultados también demostraron que los caninos tienen un efecto positivo comparable sobre el bienestar en todas las identidades de género.

"A la luz de estudios anteriores en los que se observó que los participantes eran predominantemente mujeres, nuestro muestreo de hombres y participantes de género fluido aumenta nuestra comprensión de que la eficacia de estas intervenciones no parece depender del género", afirma el Dr. Binfet. "La gran mayoría de las respuestas mostraron que los perros ayudaron a los estudiantes a sentir y experimentar algo positivo independientemente de su género".

Los resultados podrían influir en los programas de salud mental y bienestar postsecundarios, ya que los educadores siguen buscando opciones inclusivas de bajo coste y con pocas barreras para los estudiantes. La investigación, publicada en CABI Human-Animal Interactions, contó con el apoyo del programa BARK.