Consejos

Soy dermatóloga y estas son las cosas que jamás haría

Estas recomendaciones se centran en pequeños detalles que a menudo pasamos por alto en nuestra rutina diaria

Soy dermatóloga y estas son las cosas que jamás haría
Soy dermatóloga y estas son las cosas que jamás haríaInstagram

La doctora especializada en acné y manchas María Marcos, ha explicado en su cuenta de Instagram "Cosas que no hace ni recomienda como dermatóloga; versión higiene".

Aunque todos nos enfocamos en mantener nuestra piel limpia y saludable, es sorprendentemente fácil caer en una serie de errores comunes que, sin darnos cuenta, pueden perjudicarla a largo plazo. La piel, el órgano más grande del cuerpo humano, actúa como una barrera protectora frente a factores externos como la contaminación, las bacterias y otros agentes dañinos. Por esta razón, mantener una buena rutina de higiene es fundamental para su salud y apariencia. Sin embargo, algunos hábitos que creemos beneficiosos pueden estar comprometiendo esa protección natural, causando irritación, sequedad o problemas dermatológicos más graves.

Recientemente, una reconocida dermatóloga ha compartido una serie de prácticas de higiene que deberíamos evitar. Estas recomendaciones se centran en pequeños detalles que a menudo pasamos por alto en nuestra rutina diaria, desde la frecuencia con la que nos duchamos hasta el tipo de productos que usamos. Estos hábitos, que parecen inofensivos, pueden alterar el equilibrio natural de la piel, eliminando aceites esenciales y afectando su capacidad de regenerarse adecuadamente.

En concreto, son 4 los consejos que deberíamos seguir según la dermatóloga María Marcos:

NO bajar la tapa del váter

Los estudios han demostrado que al tirar de la cadena, se generan micropartículas que pueden contener restos de excrementos y otros contaminantes. Estas micropartículas pueden dispersarse en el aire y extenderse hasta 1,5 metros o más alrededor del inodoro. Esto significa que, incluso si estás a una distancia razonable del inodoro, podrías estar expuesto a bacterias y virus que se encuentran en las heces, lo que aumenta el riesgo de contaminación.

Esponjas de baño

Las esponjas de baño son un entorno ideal para la proliferación de bacterias, hongos y otros microorganismos. Gracias a su estructura porosa y a la humedad constante en la que se encuentran, pueden acumular gérmenes que se multiplican rápidamente. Estudios han revelado que algunas esponjas pueden tener niveles preocupantes de bacterias como E. coli y Salmonella. Al utilizar una esponja, estas bacterias pueden transferirse a la piel, lo que podría incrementar el riesgo de infecciones cutáneas o gastrointestinales.

Asimismo, las esponjas pueden resultar excesivamente ásperas para algunas personas, especialmente para aquellas con piel delicada o afecciones dermatológicas como el eczema o la psoriasis. Frotar la piel con una esponja puede provocar irritación, enrojecimiento y aumentar la sensibilidad, en lugar de ofrecer una limpieza suave.

Bastones de orejas

Limpiarse las orejas con bastoncillos de algodón puede ser perjudicial por varias razones. Primero, al insertar un bastoncillo en el oído, existe el riesgo de empujar la cera hacia el interior, lo que puede causar obstrucciones y daño al canal auditivo. Además, el uso de bastoncillos puede irritar la piel delicada del oído, provocar lesiones e incluso aumentar el riesgo de infecciones. En lugar de limpiar eficazmente, pueden generar acumulaciones de cerumen que requieren atención médica.

Ducha

Ducharse más de una vez al día con jabón y agua caliente puede ser perjudicial para la piel y la salud en general. El uso excesivo de jabón y agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, causando sequedad, irritación y alterando el pH cutáneo, lo que aumenta el riesgo de infecciones.