Bienestar
¿Tienes acidez de estómago? Esto es lo que debes tomar
La acidez estomacal, una de las molestias digestivas más comunes. Por eso, la OCU presenta una serie de recomendaciones
La acidez estomacal, también conocida como reflujo ácido, es una molestia digestiva común que afecta a una gran parte de la población, y su incidencia ha ido en aumento debido a los hábitos alimenticios y de estilo de vida modernos. El reflujo se produce cuando el contenido del estómago, incluidos los ácidos gástricos, sube hacia el esófago, causando una sensación de ardor que se siente comúnmente en el pecho o la garganta.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el reflujo y la acidez estomacal pueden tratarse con algunos medicamentos, pero también es esencial modificar ciertos hábitos para prevenir y aliviar los síntomas de manera efectiva.
Causas de la acidez estomacal
El reflujo ácido ocurre cuando el esfínter esofágico inferior, que actúa como una barrera entre el esófago y el estómago, no se cierra de manera adecuada. Esto permite que los ácidos del estómago regresen al esófago, irritando la mucosa y causando esa sensación de quemazón o ardor característica. Hay muchos factores que pueden contribuir a este mal funcionamiento, como el consumo excesivo de alimentos que incrementan la posibilidad de padecer este malestar.
Además, ciertas condiciones médicas como el embarazo, la obesidad y el estreñimiento pueden aumentar la presión en el abdomen y contribuir al desarrollo de la acidez. Las comidas copiosas, el uso de ropa ajustada y el estrés también son desencadenantes comunes. En algunos casos, la acidez estomacal puede estar relacionada con problemas más serios como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que requiere un tratamiento más especializado.
El síntoma más común de la acidez estomacal es el ardor en el pecho o en la garganta, que a menudo ocurre después de las comidas o al acostarse. Este ardor puede estar acompañado de una sensación de sabor ácido o amargo en la boca, dificultad para tragar, o incluso tos crónica y ronquera. En casos más graves, el reflujo ácido puede dañar el revestimiento del esófago, causando inflamación y esofagitis, lo que a su vez aumenta el riesgo de úlceras esofágicas o incluso cáncer de esófago.
Tratamiento y prevención de la acidez
El tratamiento de la acidez estomacal depende de la frecuencia y la gravedad de los síntomas. Sin embargo, para controlar el malestar, la OCU señala que hay tres tipos de medicamentos: los antiácidos como Almax, Gaviscon, Sal de fruta Eno, etc.; los inhibidores de la secreción ácida como el omeprazol y la famotidina; y los remedios naturales.
Para aquellos que experimentan acidez ocasional, el uso de antiácidos de venta libre proporciona alivio rápido al neutralizar los ácidos estomacales con una reacción química sencilla. Es decir, cuando estos medicamentos entran en contacto con el ácido clorhídrico lo transforman en un nuevo compuesto no ácido como sal o agua. Es recomendable que dichas soluciones como el bicarbonato de sodio o el hidróxido de magnesio, se tomen cuando los síntomas son leves y esporádicos.
Para casos más severos o crónicos, los médicos pueden recomendar inhibidores de la bomba de protones (IBP) o antagonistas de los receptores H2. Los IBP como el omeprazol y el esomeprazol reducen la producción de ácido en el estómago y son efectivos para tratar el reflujo ácido a largo plazo. Los antagonistas H2, como la ranitidina o la famotidina, también ayudan a reducir la producción de ácido y suelen recomendarse para síntomas menos graves.
Estos inhibidores no son de acción inmediata, hay que esperar, normalmente, una o dos horas. Sin embargo, su efecto es tan duradero que solo están autorizado para ser usados, sin receta, durante un máximo de 14 días, ya que no está libre de un mayor número de precauciones de uso, interacciones y efectos adversos.
Remedios naturales contra la acidez
Puede que el ardor estomacal se trate de una cuestión de hábitos. Hay ciertos alimentos que pueden desencadenar acidez. Según la OCU, los más propensos a generar esta sensación de malestar son las comidas picantes, los fritos, el ajo y la cebolla, el café y el alcohol, por lo que es mejor evitarlos en la medida de lo posible. También es posible que el reflujo esté ocasionado por fumar o irse a dormir tan pronto comemos, en lugar de esperar el reposo.
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