Cita en Madrid para conocer las últimas novedades en Dermofarmacia

Más de mil farmacéuticos participaron el pasado jueves en la 7ª Edición de MásDermo, la Jornada Nacional de Dermofarmacia, organizada por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof) a través de la Vocalía Nacional de Farmacéuticos en la Dermofarmacia, en la que los asistentes pudieron ponerse al día en innovación, nutricosmética, cuidado capilar, exposoma cutáneo y menopausia, entre otros muchos asuntos de interés.

La gran cita de la Dermofarmacia puso el foco este año en el consejo experto del farmacéutico en este área. En la inauguración, Rita de la Plaza, tesorera del Cgcof, destacó que el lema escogido de la jornada fue «Del consejo al servicio dermofarmacéutico», que responde al cambio vivido en los últimos años en la farmacia comunitaria, cada vez más asistencial.

Tomás Muret, vocal nacional de Farmacéuticos en la Dermofarmacia del Cgcof, recordó que ese cambio comenzó en 2015 con la entonces vocal nacional, Cristina Tiemblo, defendiendo el servicio de dermofarmacia, en la senda de la innovación que lideraban farmacéuticas como Gema Herrerías y Virginia Ortega.

Pero se han dado grandes pasos, según Muret, como la creación en 2018 del primer protocolo de actuación farmacéutica en patología dermatológica para el desarrollo del servicio de dermofarmacia, el lanzamiento por parte del Consejo General de videoconsejos, guías, webinars y podcast y su apoyo a las jornadas provinciales de dermofarmacia, que han crecido enormemente en estos años. «En estos 10 años –enfatizó– hemos crecido, sabemos más de problemas dermatológicos, de medicamentos empleados para su tratamiento y de tratamientos coadyuvantes, de rutinas cosméticas, de prevención y, en general, del cuidado de la piel y estamos preparados para pasar del consejo al servicio dermofarmacéutico.

En esta línea, Muret hizo hincapié en que el verdadero valor diferencial de la farmacia es el servicio dermofarmacéutico que presta, que sitúa al farmacéutico como «referente en el cuidado integral de la piel». Un servicio que se sustenta en cuatro pilares fundamentales: la revisión del tratamiento farmacológico, el exposoma, la rutina cosmética y la suplementación.

Sobre el primer pilar, detalló que el farmacéutico, como experto en el medicamento, debe ayudar a los pacientes a usarlos correctamente, a detectar interacciones o efectos adversos que puedan afectar a la piel. «Detrás de un problema cutáneo –afirmó– puede haber un tratamiento con efectos secundarios que pasan desapercibidos».

Respecto al exposoma, apuntó que, como profesionales sanitarios, el farmacéutico tiene una visión completa del paciente. «No nos quedamos en la superficie –argumenta–. Analizamos sus hábitos de vida: alimentación, sueño, niveles de estrés, exposición solar, polución… Todo lo que influye en el estado de su piel».

En cuanto a las rutinas cosméticas, tan sujetas a modas, Muret defendió que en la farmacia hay que recomendarlas siempre personalizadas, adaptadas a la piel, a las necesidades de cada persona y a su evolución y a unas expectativas realistas. Del último pilar, comentó que «cuando la suplementación está bien indicada, con conocimiento y rigor farmacéutico, puede mejorar claramente la salud de la piel». Y apeló a la cordura: «No podemos pasar de pacientes polimedicados a polisuplementados».

A lo largo de Másdermo 2025 se trataron otros temas de gran actualidad, como el «inflammaging», un concepto que une dos términos, inflamación y envejecimiento, poniendo de relieve la influencia del primero sobre el segundo, y del exposoma, entendido como el conjunto de exposiciones ambientales y factores no genéticos que influyen en la piel, la rutina cosmética personalizada y la suplementación nutricional.