Día Mundial
Colesterol y diabetes, un riesgo que no se puede ignorar
A TU SALUD reúne a expertos en el marco del Día Mundial de la Diabetes
Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial contra la Diabetes, motivo por el que el suplemento A TU SALUD celebró el pasado jueves día 6 la mesa redonda «Colesterol y diabetes, un riesgo que no podemos ignorar» con la colaboración de Daiichi Sankyo y con la participación del doctor Ignacio Bernabéu, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y del doctor Manuel Botana, miembro del Grupo Lípidos y Riesgo Cardiovascular de la SEEN y la Sociedad Española de Diabetes (SED).
Para vislumbrar la afectación de esta patología y la importancia de la misma, aterrizando los datos, la Federación Internacional de Diabetes (FID) ha publicado que «537 millones de adultos viven actualmente con diabetes en todo el mundo, lo que supone un incremento del 16% (74 millones) respecto a las últimas estimaciones realizadas en 2019». En España, estos datos superan los cinco millones de personas, registrando un aumento del 42% respecto al citado año. Esto supone que «la prevalencia de la diabetes en nuestro país ronda el 15% o, lo que es lo mismo, afecta a uno de cada siete adultos, siendo la segunda tasa más alta de Europa», tal y como apuntaron los expertos durante el encuentro.
En este sentido, el doctor Bernabéu enfatizó en que, adicionalmente a las cifras mencionadas, «en nuestro país existe un millón y medio de enfermos de diabetes que no lo saben y otros cinco millones de personas con alteraciones metabólicas de la glucosa que pueden desembocar en diabetes. En esta enfermedad, como añadido, suelen confluir también una serie de complicaciones y el resultado son 22.000 muertes al año en España».
En la misma línea, el doctor Botana subrayó que el «90% de quienes padecen diabetes están afectadas por la diabetes tipo 2, que suele darse en personas más mayores y, además, suele tener un componente genético potente, por lo que sus familiares de primer grado son más propensos a desarrollarla. Después, hay otros factores que contribuyen a la aparición de la diabetes, como la hipertensión, la obesidad, el sedentarismo… Pero, además, la mayoría de personas con diabetes tipo 2 –aunque también en la tipo 1– tienen una agregación de factores cardiovasculares que hacen que el riesgo de un accidente de este tipo sea mayor».
Estas cifras son un reflejo, tal y como coincidieron ambos expertos, de que la diabetes supone un «problema serio» y que no es un simple «problema médico, sino que es un asunto social que hay que afrontarlo no solo a través de los tratamientos y los fármacos», sino mediante la educación, prevención y concienciación.
Perfil del paciente diabético
El paciente medio responde al perfil, enfatizó el doctor Bernabéu, de un «varón de más de 60 años con sobrepeso, riesgo cardiovascular, hipertensión, colesterol alto, sedentario, etc.», haciendo hincapié en que se refiere al paciente medio de la tipología más común, la diabetes tipo 2. Tomando el testigo de su colega, el doctor Botana explicó que «hay que saber que en el caso de la diabetes tipo 2, el diagnóstico no se da en el momento en el que surge la enfermedad, sino que la enfermedad va calando años antes, de ahí que se dé en personas más mayores y que se deban realizar pruebas y valoraciones adicionales y ver qué otras partes están afectadas; sin embargo, en la tipo 1 es distinto, puesto que el momento del diagnóstico sí coincide más o menos con la aparición de la enfermedad».
La principal diferencia entre estas tipologías es que en la tipo 1 se registra una patología autoinmune en la que el cuerpo no produce la insulina, mientras que en la tipo 2 el afectado no usa eficazmente la insulina que produce. «He llegado a tener pacientes Tipo 1 desde que tenían 1 año de edad», recalcó el doctor Bernabéu para evidenciar la distinción entre una y otra.
Siguiendo con la descripción del perfil medio del paciente, el doctor Bernabéu insistió en que hoy en día disponemos de un trazado mucho más preciso a este respecto, ya que generalmente se había considerado que esta patología afectaba mayormente a los hombres, pero ahora mismo «es muy importante recalcar la diabetes en las mujeres. Sabemos que cuanto más adulto, mayor es el riesgo, pero el riesgo cardiovascular asociado a la diabetes de la mujer después de la menopausia es superior al de los hombres», lo que contradice la creencia que imperaba hasta estos días.
«Anteriormente, las mujeres estaban infrarrepresentadas en los estudios, pero es algo que ya se está corrigiendo», del mismo modo que hoy se tiene más en cuenta que «la diabetes gestacional que padecen algunas mujeres durante el embarazo puede quedarse en una prediabetes, pero no suele acabar al término del embarazo», advirtió el doctor Botana, quien insistió en que «debe vigilarse tras el posparto porque suele ser una pista que conduce a una diabetes posterior».
Riesgo cardiovascular
Sobre este punto, los ponentes insistieron una y otra vez en que la diabetes es una enfermedad que se conoce por unos valores elevados de glucosa en la sangre que, por sí mismos, son perjudiciales y hacen daño fundamentalmente a las arterias y a los nervios; es por ello que una persona con esta afección tiene un gran riesgo de desarrollar arterioesclerosis debido a la hiperglucemia, además de los otros factores de riesgo, como son la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia. De hecho, la primera causa de muerte entre los pacientes con diabetes es la mortalidad atribuible a complicaciones cardiovasculares, especialmente la coronaria, pues hay estudios que reflejan que hasta el 80% de las personas con diabetes mellitus fallecerán por complicaciones cardiovasculares.
Según el doctor Bernabéu, «esto se debe a la acumulación de factores de riesgo, que se da entre un 60 y un 80% de los casos, para lo que hay que tratar a estos pacientes en múltiples vertientes o factores: tensión arterial, nutrición, colesterol, sedentarismo… Esto conlleva el problema de que los pacientes se cansan de tanto fármaco, con problemas de adherencia». En este punto, y en relación a la dislipemia diabética, el doctor Botana hizo hincapié en que «el 60 por ciento de las personas con diabetes tiene alteraciones en los lípidos y este problema se da porque, aparentemente, los valores de colesterol que registran son buenos, pero el hecho de tener diabetes es un factor que exige tener unos niveles de lípidos mucho más controlados y reducidos. El motivo es que el colesterol de las personas con diabetes es más dañino para el organismo, pues las partículas de colesterol LDL (el «malo») son más pequeñas, más densas, y penetran más en la pared de la arteria dañándola más. Esto se debe a la resistencia a la acción de la insulina, típica de la diabetes tipo 2».
Se trata de una realidad que se evidencia en algunos datos que mostraron los especialistas, como que las personas con diabetes tienen el doble de riesgo de mortalidad que una persona sana, pero si este dato se centra exclusivamente en el peligro de muerte por un accidente cardiovascular asciende al triple. «Existen algunos estudios, discutidos, eso sí, que decían que una persona con diabetes tipo 2 tenía el mismo riesgo de tener un problema cardiovascular que una persona que ya lo había tenido. Se han discutido porque hay muchos matices en esto, pero la realidad es que una persona con diabetes ya de partida tiene un riesgo cardiovascular moderado, nunca bajo», añadió el doctor Bernabéu. Por ello, ambos insistieron en tener bajo control tanto la diabetes como el colesterol. «Si somos muy estrictos con estas cifras, los resultados son muy buenos», reconoció el doctor Botana. El problema es que, tal y como confesó el doctor Bernabéu, «si tenemos esos parámetros controlados a rajatabla, todo irá bien, no habrá riesgo de evento cardiovascular y ese beneficio resulta invisible; no se ve, por lo que a veces es difícil convencer al paciente de ello».
Concienciación
Respecto a los riesgos, el presidente de la SEEN insistió una y otra vez en que «los pacientes deben ser conscientes de esto, pero la realidad es que a veces no tenemos el tiempo suficiente en las consultas para hacer hincapié en ello y se dejan guiar por lo que escuchan en redes sociales y que son cosas falsas o no adecuadas para ellos». Además, la sobrecarga para los profesionales y, especialmente en Atención Primaria, es crucial para que esta necesaria comunicación y concienciación se produzca. Por poner un ejemplo en este sentido, en comparación con Europa y Occidente, «las guías son muy similares y se nutren unas de otras, pero la particularidad española reside en que el diagnóstico de las cuestiones relacionadas con la diabetes descansa mucho más en la Atención Primaria mientras que en algunos países hay diabetólogos y más unidades especializadas donde puedan diagnosticarse y tratarse mejor». Estas palabras fueron confirmadas por el doctor Bernabéu, quien explicó que «aquí trabajamos bien, pero el problema es la sobrecarga de pacientes, el tiempo disponible con cada uno de ellos y las herramientas de diagnóstico disponibles».
Por todo ello, ambos expertos cerraron la mesa redonda con un mensaje de esperanza. «Hemos avanzado mucho y hay tratamientos muy eficaces tanto en diabetes como en colesterol y en otras cuestiones metabólicas», reconoció el doctor Bernabéu. Una idea en la que insistió también el doctor Botana al asegurar que «el futuro resulta prometedor en las enfermedades metabólicas gracias al avance de la investigación y con tratamientos cada vez mejores, más fáciles de tomar y con mejor adherencia, lo que nos ayudará a reducir los riesgos añadidos de una enfermedad tan prevalente como la diabetes».