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Salud

Cómo saber si tengo el menisco roto: causas, síntomas y tratamiento

Es la lesión deportiva más frecuente, pero no solo la padecen los deportistas. Un giro mal hecho puede provocar este problema

Qué pasa si tienes el menisco roto, ¿hay que operarlo? Freepik

La rotura del menisco es la lesión deportiva más frecuente. Algunas de las últimas personalidades en sufrirla han sido el tenista Novak Djokovic o el portero Thibaut Courtois, pero no hace falta ser deportista de élite para apoyar mal la pierna o girar de forma peligrosa. Muchas personas se rompen el menisco en algún momento de su vida. En adelante veremos por qué, cuáles son los síntomas, causas, diagnóstico y cómo se trata la rotura del menisco.

Lo primero que debemos saber es que el menisco de la rodilla es una estructura fibrocartilaginosa situada entre el fémur y la tibia, dentro de la articulación de la rodilla. Tiene forma semilunar y su principal función es que sirve como amortiguador de golpes entre el fémur y la tibia.

Carecen de vasos y nervios, excepto en la zona periférica. Esto quiere decir que su capacidad de cicatrización está limitada a esta zona y que las lesiones de los 2/3 internos no duelen por sí mismas, sino por la irritación que causan en la rodilla cuando están rotos.

Las lesiones deportivas de rodilla se producen con más frecuencia en los deportes de contacto como el fútbol, baloncesto o rugby. Solo en el fútbol equivalen al 8% aproximadamente del total de lesiones en una temporada.

El Dr Manuel Villanueva, director médico de Avanfi, recuerda: «Las lesiones por roturas traumáticas del menisco, que ocurren en los pacientes más jóvenes (de 15 a 35 años) se suelen producir por accidentes deportivos intensos o traumatismos».

Normalmente, producen una limitación importante en ellos para el desempeño normal su vida o su actividad deportiva y son lesiones que habitualmente requieren de la realización de una artroscopia para reparar la articulación y que el paciente pueda seguir manteniendo su actividad física. Pero hay más causas por las que se rompe un menisco, sin necesidad de hacer deporte.

Por qué el menisco se puede romper sin hacer deporte

El otro gran grupo son las lesiones por roturas degenerativas del menisco, que son las que ocurren en pacientes mayores entre 45 y 65 años. A veces, aparecen ya sobre un fondo de desgaste o pre artrosis de la articulación. «En ellos, el menisco tiene menos elasticidad y se rompe durante las actividades de la vida normal; no por un traumatismo deportivo», insiste el traumatólogo especialista en medicina deportiva y prótesis de cadera y rodilla.

Las lesiones degenerativas de menisco «se producen por microtraumatismos repetidos, por un apoyo forzado, por un giro mal hecho, por una actividad o un apoyo que no asociamos a un impacto fuerte o a un traumatismo. Aparecen porque el menisco ha perdido esa elasticidad que teníamos en las etapas más jóvenes de nuestra vida», explica el Dr. Villanueva.

¿Cómo se cura el menisco roto?

Con frecuencia, las roturas de menisco degenerativas cursan con un periodo de inflamación y de dolor agudo que dura un par de meses y, después, tienden a estabilizarse. Estas lesiones se pueden manejar con infiltraciones de ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas, suero autólogo condicionado, un protocolo de rehabilitación y, en la mayoría de los casos —en un porcentaje muy elevado— no van a necesitar la cirugía.

Incluso muchas veces, esta no está indicada porque, como el menisco ha perdido la elasticidad y es más frágil, más quebradizo, al cabo de unos meses se va a volver a romper en otro sitio. Por lo tanto, la mayoría de estas roturas degenerativas del menisco podrán ser tratadas de forma conservadora sin operación.

No pasa lo mismo en el caso en de las roturas traumáticas de menisco por el deporte en los pacientes jóvenes. Cuándo estás dan una clínica o impotencia funcional; van a requerir la cirugía mediante artroscopia, aunque suelen tener una recuperación muy rápida.

«Cuando el menisco es joven es elástico y es una estructura que, cuando se rompe, provoca cuadros como dolor, pellizcamiento, fallo, bloqueo o pseudobloqueo de la rodilla, derrames, impotencia (sobre todo para hacer deporte) en los pacientes más jóvenes (20, 25, 30 o 35 años). La recuperación es un poco más lenta en aquellos casos en los que hay que hacer una resutura o reinserción del menisco e intentar preservarlo», documenta Álvaro Iborra, fisioterapeuta y codirector de Avanfi.

Aquí la cicatrización irá más despacio, pero merecerá la pena por el beneficio, a largo plazo, de preservar esa articulación y retardar el desarrollo de artrosis en los pacientes.

«Por lo tanto, hay que ser ya muy selectivo en la rotura degenerativa de menisco y no siempre ir directamente a hacer una artroscopia; sino intentar ofrecer primero a nuestros pacientes un tratamiento conservador que, en la mayoría de los casos, será exitoso», destacan los especialistas de Avanfi.