Salud
¿Una copa de alcohol al día alarga la vida? Por fin llega la respuesta definitiva
Un trago diario de vino o cerveza diario, ¿tiene beneficios? Un nuevo estudio evalúa más de un centenar de trabajos que se los otorgan
Existen decenas de estudios que supuestamente han demostrado que tomarse un vaso de vino o una jarra de cerveza al día es saludable y alarga la vida. Incluso que este hábito podría reducir el riesgo de cardiopatías. Seguro que lo has escuchado alguna vez: "Una copita diaria es buena para el organismo". La frase se repite como un taladro desde tiempos inmemoriales y se ampara en el consumo "responsable". Pero, ¿es cierta?
Huelga recordar que el consumo diario de alcohol puede tener efectos perjudiciales para la salud, especialmente para nuestro olvidado hígado. Además, su consumo está asociado a varios tipos de cáncer, ya que contiene sustancias tóxicas capaz de dañar a las células. Pero además de todo esto, una nueva investigación ha demostrado que tomar alcohol de forma diaria agrava "de forma drástica" el riesgo de muerte prematura.
Aunque lo que ha asombrado no ha sido solo eso, sino que sus autores no han tenido reparos a la hora de mostrarse demoledores con los más de un centenar de estudios que han revisado y que afirman que tomar una copa al día se relaciona con beneficios para la salud. De ellos afirman, directamente, que no son ciertos; que están plagados de errores de sesgo y que son "malos".
Según esta revisión, los "posibles beneficios para la salud del consumo moderado de alcohol se desvanecen cuando se tienen en cuenta esos sesgos". En el mejor de los casos, indica este trabajo publicado en la revista JAMA Network Open, una o dos copas al día no tienen ningún efecto bueno o malo sobre la salud de una persona. Por contra, tres o más copas diarias aumentan significativamente el riesgo de una muerte prematura.
"El consumo bajo o moderado de alcohol se define aproximadamente entre una bebida a la semana y dos bebidas al día. Esa es la cantidad de alcohol que muchos estudios, si se analizan de forma acrítica, sugieren que reduce el riesgo de morir prematuramente", afirma el reputado investigador Tim Stockwell, coautor del trabajo y profesor del Instituto Canadiense de Investigación sobre el Consumo de Sustancias de la Universidad de Victoria. Sin embargo, una vez corregidos los defectos y sesgos de estas investigaciones, "la apariencia del beneficio del consumo moderado de alcohol disminuye enormemente y, en algunos casos, desaparece por completo".
Para este análisis, Stockwell y sus colegas evaluaron 107 estudios que analizaban la relación entre el consumo de alcohol y la muerte. Estos incluyen a casi 5 millones de participantes de múltiples países, incluido España. "El nuestro es un resumen de un montón de estudios realmente malos", dijo Stockwell. "Hay muchos factores de confusión y sesgos en estos estudios, y nuestro análisis lo ilustra".
Por ejemplo, muchos estudios tienden a colocar a los ex bebedores en el mismo grupo que los abstemios de por vida, refiriéndose a todos ellos como "no bebedores", dice Stockwell. Sin embargo, los ex bebedores suelen haber abandonado o reducido el consumo de alcohol debido a problemas de salud. Según el nuevo análisis, los ex bebedores tienen un riesgo de muerte un 22% mayor que los abstemios. Su presencia en el grupo de los "no bebedores" sesga los resultados, creando la ilusión de que beber un poco a diario es saludable.
Para el nuevo estudio, los investigadores agruparon los datos y luego hicieron ajustes que tuvieran en cuenta problemas como el "sesgo del ex bebedor". Stockwell lo explica así: "Hemos puesto tiritas en todos estos estudios malos para intentar explorar cómo estas características diferentes dan lugar a la aparición de beneficios para la salud".
María Dolores Chirlaque López, jefa del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud de la Región de Murcia y profesora de la Universidad de Murcia, aplaude este este trabajo que, para ella "es un análisis riguroso que recopila la mejor información epidemiológica disponible". Sus resultados, dice, "vienen a confirmar la evidencia previa de un efecto nocivo del consumo elevado de alcohol".
Pero también añaden información nueva para derribar el mito, como que "el consumo bajo o moderado de alcohol no se asocia con mayor ni menor riesgo de mortalidad global". Sobre esto añade un punto importante: "El hecho de no observar mayor o menor riesgo no significa que no exista, sino que no se ha podido probar en el presente estudio". Se requerirán más estudios en adelante para determinarlos.
Diferencias entre beber una copa al día, dos o cuatro
Los datos combinados de los estudios analizados por Stockwell mostraron que ni los bebedores ocasionales (menos de 1,3 gramos de alcohol diarios, o una bebida cada dos semanas) ni los bebedores de bajo volumen (hasta 24 gramos al día, o casi dos bebidas diarias) tenían un riesgo de muerte significativamente menor. Además, los investigadores hallaron un ligero, pero no significativo, aumento del riesgo de muerte entre quienes bebían entre 25 y 44 gramos diarios; unas tres copas.
Eso sí, las conclusiones mostraron un riesgo de muerte significativamente mayor entre las personas que bebían 45 o más gramos de alcohol al día (más de tres copas). El mayor riesgo se daba entre las personas que bebían 65 gramos de alcohol o más al día, o más de cuatro copas. Su riesgo de muerte era aproximadamente un 35% mayor que el de los bebedores ocasionales.
Las mujeres tienen el doble de riesgo de morir por consumo de alcohol
El análisis también descubrió que el alcohol tiene un efecto más drástico en cantidades más bajas sobre el riesgo de muerte de las mujeres. En su caso, el aumento del riesgo de muerte por consumo de alcohol fue sistemáticamente superior al de los hombres. Por ejemplo, el aumento del riesgo de muerte de las mujeres que beben 65 gramos o más al día fue del 61%, casi el doble que el de los hombres que beben esa cantidad.
Esto se debe a que las mujeres experimentan el alcohol de forma diferente a los hombres debido a factores biológicos. Incluso cuando beben la misma cantidad de alcohol, las mujeres tienen mayores niveles de alcohol en sangre, se intoxican más rápidamente y tardan más en metabolizarlo.
Estos resultados tienen sentido, dado que el consumo de alcohol se ha relacionado con al menos 22 causas específicas de muerte, señaló Stockwell. Así, aumenta el riesgo de enfermedades hepáticas, algunos tipos de cáncer, accidentes cerebrovasculares y cardiopatías. También contribuye a las muertes por lesiones en accidentes, colisiones automovilísticas, homicidios y suicidios.
Además, la investigación se estableció un "continuo de riesgo" asociado al consumo semanal de alcohol, en el que el riesgo de sufrir daños es:
- 2 bebidas estándar o menos a la semana: con este nivel es probable que se eviten las consecuencias relacionadas con el alcohol para uno mismo o para los demás.
- De 3 a 6 bebidas estándar a la semana: en este nivel aumenta el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluidos el de mama y el de colon.
- 7 bebidas estándar o más a la semana: el riesgo de padecer enfermedades cardiacas o accidentes cerebrovasculares aumenta significativamente a este nivel.
"Cada bebida estándar adicional aumenta radicalmente el riesgo de sufrir consecuencias relacionadas con el alcohol. Estos riesgos aumentan al mismo ritmo que el consumo, ya que es más difícil reparar los daños causados en el tejido celular del cuerpo y el cerebro", afirma el coautor. "En pocas palabras, menos es mejor", añade. "Cualquier medida para reducir el consumo puede ser útil para reducir los riesgos de cánceres y enfermedades cardiovasculares relacionados con el alcohol".
Pero los investigadores señalaron algunas limitaciones de su trabajo. La medición del consumo de alcohol fue imperfecta en la mayoría de los estudios, dijeron, y el consumo de alcohol autodeclarado fue probablemente infradeclarado en muchos casos.
"Para evaluar con mayor precisión los riesgos del alcohol, los estudios futuros deberían analizar enfermedades específicas relacionadas con el consumo de alcohol y vincularlas a grupos específicos", señaló Stockwell. "Por ejemplo, los estudios podrían examinar el riesgo de cáncer que supone el alcohol para los hombres frente al de las mujeres".
Los investigadores concluyeron que los estudios también harían mejor en utilizar a los bebedores ocasionales como grupo de referencia, porque tienden a tener unas características de salud más "normales" que los abstemios.