Salud

Crean un análisis de sangre que predice cuánto tiempo vivirá una persona

Científicos estadounidenses desarrollan un sencillo test para evaluar la esperanza de vida. Durante el estudio, encontraron que el consumo de omega-3 puede ser clave para vivir más

Longevidad y esperanza de vida
Longevidad y esperanza de vida humanaFreepik

¿Conoces el concepto de capacidad intrínseca (CI)? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es "la suma de todas las capacidades mentales y físicas que tiene una persona". Se incluyen capacidades como "caminar, pensar, ver, oír y recordar" y se utiliza como una medida del envejecimiento. Distintos factores influyen en la capacidad intrínseca y, entre ellos, se encuentran la presencia de enfermedades, lesiones y cambios relacionados con la edad.

Por eso, mantener la capacidad intrínseca es clave para un envejecimiento saludable. Hasta ahora, evaluar la capacidad intrínseca de una persona es un proceso costoso que requiere equipos sofisticados, personal cualificado y mucho tiempo de análisis. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que una simple sola gota de sangre o de saliva puede servir para evaluar la capacidad intrínseca y el deterioro relacionado con la edad y que, con esos datos, se puede predecir eficazmente la mortalidad por todas las causas. Además, eso haría que existiera una prueba accesible y no invasiva.

El estudio, publicado en la revista científicaNature Aging, sugiere que esta prueba -que mide la metilación del ADN en muestras de sangre- podría ser una herramienta útil para realizar un seguimiento del envejecimiento y orientar intervenciones específicas para mantener las funciones mentales y físicas a medida que las personas envejecen.

"Una prueba basada en sangre o saliva para determinar la capacidad intrínseca es una herramienta muy prometedora en la ciencia del envejecimiento", explica Thomas M. Holland, doctor en Medicina, máster en Ciencias, médico y profesor adjunto de Envejecimiento Saludable en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad RUSH, que no participó en este estudio.

"Esta prueba utiliza patrones de metilación del ADN (un proceso que activa o desactiva los genes) para estimar biológicamente su CI, lo que ofrece información sobre el funcionamiento de su cuerpo (edad biológica) en comparación con su edad cronológica", resalta. El motivo es que la metilación del ADN cambia con el tiempo debido a mutaciones del desarrollo y factores ambientales. De hecho, los patrones de metilación anormales se han relacionado con varias enfermedades.

Por lo tanto, los expertos consideran que la prueba de capacidad intrínseca basada en la metilación del ADN (ADNm CI) muestra un potencial significativo como medida práctica del envejecimiento biológico. Y es que, a diferencia de las pruebas tradicionales basadas en el reloj epigenético, captura el envejecimiento funcional de forma más directa. "No solo nos dice la edad que tiene, sino también cómo está envejeciendo, lo que es mucho más significativo para ayudar a determinar qué intervenciones deben implementarse, si es que hay alguna, para ayudar a prevenir futuros problemas de salud", afirma Holland.

El estudio utilizó datos de 1014 personas de la cohorte INSPIRE-T, con edades comprendidas entre los 20 y los 102 años. Los investigadores desarrollaron una puntuación IC utilizando cinco aspectos del deterioro relacionado con la edad:

  • cognición
  • locomoción
  • sensorial (visión y audición)
  • psicológico
  • vitalidad

Al final del estudio, los investigadores descubrieron que las personas con el ADNm CI más alto tenían una mejor función pulmonar, una velocidad de marcha más rápida, una mayor densidad mineral ósea y eran más propensas a considerarse sanas. Además, las personas con un CI de ADNm alto vivían 5 años y medio más de media que aquellas con un IC de ADNm bajo.

Para Holland es un hallazgo muy significativo: "Desde el punto de vista científico, esto refleja una fuerte asociación entre un alto nivel de CI y una mejor función inmunológica, una menor inflamación crónica y un menor riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones relacionadas con la edad".

"En pocas palabras", añadió, "si tu cuerpo funciona bien internamente, es más probable que vivas más tiempo y te mantengas más sano. Esta prueba no solo ofrece una instantánea de tu estado actual, sino que también puede darte una idea de tu salud futura".

El omega 3 resultó clave para aumentar la capacidad intrínseca

En todas las personas, la capacidad intrínseca disminuye con la edad, pero hay medidas que pueden ayudar a ralentizar ese declive. Este estudio descubrió que las personas con una ingesta elevada de pescado azul y una ingesta de azúcar dentro de los límites recomendados (no más del 5% del aporte energético total) tenían más probabilidades de tener una CI de ADNm elevada.

El pescado azul es rico en ácidos grasos omega-3 de cadena larga (EPA y DHA), que tienen propiedades antiinflamatorias, neuroprotectoras y de apoyo mitocondrial. Estos mecanismos están estrechamente relacionados con ámbitos del CI como la vitalidad y la función cognitiva. Además, los omega-3 también modulan la expresión génica relacionada con las respuestas inmunitarias y la senescencia celular.

Por el contrario, se sabe que el consumo excesivo de azúcar acelera la glicación, el estrés oxidativo, la resistencia a la insulina y la inflamación crónica, todo lo cual perjudica la CI. Por eso, mantenerse dentro de los límites de azúcar recomendados probablemente favorece la flexibilidad metabólica y reduce la carga inflamatoria, preservando la función cognitiva y física. Según el estudio, es probable que estos factores dietéticos influyan en CI del ADNm al modular la regulación epigenética y el envejecimiento inmunológico, lo que ayuda a mantener la capacidad funcional.

Cómo prolongar los años de vida saludable

A raíz de la publicación de este trabajo, diversos expertos estadounidenses han recomendado una serie de medidas para ayudar a garantizar un envejecimiento saludable. Entre ellas se incluyen:

  • Seguir una dieta saludable como la dieta MIND o la mediterránea, ricas en omega-3.
  • Realizar actividad física regular, incluyendo actividad aeróbica, entrenamiento de fuerza y ejercicios de equilibrio.
  • Tener una participación cognitiva y social activa, porque mantener el cerebro estimulado y las relaciones personales está asociado con un envejecimiento más saludable.
  • Y asegurarse de controlar el estrés y cualquier enfermedad crónica.