Salud

¿Se debe tratar con terapia CART a los pacientes con linfoma en remisión?

Los científicos investigan qué pasa cuando tienen lista esta costosa terapia celular, pero el paciente ha entrado en la remisión de su cáncer: ¿deben aplicarla de todos modos?

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Desde hace algún tiempo, los médicos saben que los sistemas inmunitarios de las personas pueden ayudar a combatir sus cánceres. En la actualidad, los científicos están tratando de crear nuevas maneras de promover esta reacción inmunitaria. Algunos tipos de inmunoterapia ya se utilizan para tratar el linfoma, como la relativamente reciente "nueva arma contra el cáncer" conocida como CAR-T o CART.

A grandes rasgos, en este tratamiento, las células inmunitarias llamadas células T se extraen de la propia sangre del paciente y se alteran en el laboratorio para multiplicarlas. Después, se inyectan de nuevo a la sangre para que puedan buscar a las células del linfoma y lancen un ataque inmune preciso contra ellas. Esta técnica ha mostrado resultados alentadores, pero los médicos todavía están investigando cuál es la mejor forma de utilizar la inmunoterapia CART. Por ejemplo, ¿qué pasa cuando tienes las células de laboratorio listas, pero el paciente con linfoma ha entrado en remisión?

La respuesta era incierta. De ahí nace un estudio dirigido por investigadores del Sylvester Comprehensive Cancer Center de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, que ahora sugiere que la inmunoterapia CART sigue siendo una opción viable para los pacientes con linfoma que entra en remisión antes de que comience la terapia celular. Aunque el estudio no responde a la pregunta de si la terapia celular en remisión es la opción correcta, sí afirma que no es la opción equivocada.

"No creo que responda a la pregunta de: ¿debemos administrar terapia celular a estos pacientes? Pero creo que responde a la pregunta de que sí podemos es segura y que es una estrategia razonable cuando se está en esa situación", afirma el Dr. Trent Wang, hematólogo de Sylvester y especialista en terapia celular, que presentó los resultados del estudio en la 65ª Reunión y Exposición Anual de la ASH, el congreso de la Sociedad Americana de Hematología que se celebra en San Diego (California). Antonio M. Jiménez Jiménez también es coautor de la investigación.

La mayoría de los pacientes que reciben terapia celular, la necesitan desesperadamente. Para algunos, llega después de que muchos otros tratamientos hayan fracasado. Pero Wang observó un fenómeno extraño en los últimos años al tratar a pacientes de linfoma con esta forma de terapia: algunos entraron en remisión completa antes de que las células tocaran sus cuerpos.

Este escenario poco común se produjo durante el proceso de llegar a la inmunoterapia CART. Cuando un paciente inicia este procedimiento, hay un periodo de espera de tres a cinco semanas antes de recibir el tratamiento. Se necesita la aprobación del seguro y las propias células deben fabricarse a partir de las células del paciente. Pero muchos de estos pacientes están muy enfermos de cáncer, por lo que los médicos suelen tratarlos con un breve tratamiento de quimioterapia u otros fármacos para mitigar los síntomas.

Los médicos han descubierto que un pequeño número de estos pacientes acaban remitiendo durante este periodo de espera. "Eso provocó este dilema: ¿y ahora qué hacemos?", dice Wang. "¿Debemos cambiar el plan o administrar la terapia de todos modos? Simplemente, no teníamos mucha información sobre este escenario".

Wang afirmó que, en la mayoría de los casos, su equipo seguiría adelante con la terapia celular, sobre todo para evitar que el cáncer de los pacientes reapareciera de nuevo. Pero no parecía una decisión muy informada. Wang y sus colegas observaron que a los pacientes que recibían las células en remisión les solía ir bien después de la infusión. Pero no sabían si esos resultados se mantendrían en un análisis de un grupo más amplio.

Por eso, propusieron un estudio de investigación. Éste incluyó datos de 134 pacientes que habían entrado en remisión completa en el periodo de espera antes de recibir su terapia celular. Para encontrar a ese grupo, los científicos examinaron los registros de más de 5.000 pacientes de terapia celular. ¿Los resultados? Descubrieron que este grupo de pacientes tenía una probabilidad de supervivencia sin progresión del cáncer del 43% en los dos años siguientes a su tratamiento, aproximadamente el mismo porcentaje que los pacientes del registro que no estaban en remisión cuando recibieron CART.

Sin embargo, los pacientes en remisión presentaron niveles muy bajos de toxicidad relacionada con sus terapias celulares, a saber, una reacción inmunitaria exagerada conocida como síndrome de liberación de citocinas y neurotoxicidad, dos efectos secundarios que a veces pueden acompañar a la terapia celular CART. Te puede interesar: Linfoma no Hodgkin, el cáncer que padecen Sam Neill y Jane Fonda se diagnostica cada vez más en España 

El estudio utilizó datos de pacientes tratados con terapia celular CART entre 2015 y 2021. Sin embargo, las frecuencias actuales de uso de terapias celulares específicas son ligeramente diferentes de las que se utilizaban en la práctica hace tan solo unos años, tal y como señala Wang. Por eso, y a continuación, los investigadores quieren explorar los datos paralelos a las tendencias de tratamiento más recientes. Por el momento, su trabajo sugiere que la inmunoterapia CART sigue siendo una opción viable para los pacientes con linfoma en remisión.