Obesidad
El déficit de esta vitamina resta masa muscular y aumenta la grasa corporal
Los niveles bajos de esta vitamina son frecuentes en personas con diabetes y sobrepeso
Tener un buen nivel de vitamina D resulta esencial para la salud, ya que se trata de un elemento clave en el funcionamiento del organismo. Sin embargo, y a pesar de las largas horas de sol de nuestra latitud, en España hay un tradicional déficit de esta vitamina. En concreto, «los estudios realizados en población española hablan de un 80% de la población mayor de 65 años con niveles inferiores a 30 (que incluye insuficiencia y deficiencia) y en menores de 65 años hasta un 40% de la población. Estamos en valores similares a los publicados a nivel mundial, donde se ha visto que un 88% tiene valores inferiores a 30 y un 37% por debajo de 20 ng/ml», afirma la doctora María Cortés, coordinadora del Grupo de Metabolismo Mineral y Óseo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Detrás de estas cifras se esconde un riesgo para la salud que no resulta baladí, ya que «la vitamina D es útil principalmente para mantener una buena calidad del hueso y su déficit se ha relacionado con osteomalacia en adultos y raquitismo y osteomalacia en niños», advierte la doctora Cortés, quien añade que «se han descrito muchos otros efectos extraóseos, por tanto el déficit de vitamina D se ha relacionado con algunos cánceres, diabetes mellitus, enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y enfermedades infecciosas y autoinmunes, pero no existe evidencia actual para el uso de suplementos de vitamina D con el fin de obtener beneficios extraóseos».
Más evidencia
Además de todo ello, un reciente estudio publicado en la revista científica «Nutrients» observa un alto porcentaje de insuficiencia de vitamina D relacionada con una menor masa muscular y una mayor grasa corporal (tanto total como visceral). En este sentido, la doctora Cortés reconoce que «parece que las personas con obesidad presentan valores más bajos de esta vitamina, pero está por establecer una relación causal, pues los resultados de los diferentes estudios son controvertidos y varían en función del diseño del estudio. De hecho, este reciente trabajo de ‘‘Nutrients’’ es transversal, pero no demuestra que la causa de este aumento de la grasa sea el déficit de vitamina D».
Por ello, la investigación no cesa. En esta línea, Manuel Macías-González, coordinador del Grupo de Trabajo de Investigación Traslacional en la Obesidad de la Seedo, asegura que «hemos demostrado que el tejido adiposo visceral responde de forma diferente a la vitamina D, dependiendo del grado de obesidad. De hecho, se ha demostrado que los pacientes con un índice de masa corporal por encima de 25 tienen una peor respuesta a la suplementación. El secuestro de la vitamina D y sus metabolitos circulantes por el tejido adiposo visceral puede explicar, en parte, la eficacia reducida de la suplementación entre estas personas».
Sin embargo, tal y como detalla Macías-González, «un punto de vista de gran interés de este estudio es que observan que un déficit de vitamina D esté asociado a una menor masas muscular y mayor grasa corporal (incluida la visceral). Según mi opinión estos hallazgos demuestran que una insuficiencia de vitamina D podría ser causante de una mayor adiposidad corporal y un factor de riesgo de otras patologías asociadas a una disminución de la masa muscular».
Impacto metabólico
Más allá de la obesidad, el déficit de la vitamina D también impacta en la diabetes, «ya que se ha asociado en diferentes estudios epidemiológicos con una mayor frecuencia de la tipo 2, aunque el hecho de que los niveles sean más bajos en las personas con diabetes no permite asegurar una relación causal», reconoce Rocío Villar, portavoz de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
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