
Salud
Deja los antiinflamatorios y el hielo: esto es lo que debes hacer si te haces un esguince
Se trata de una de las lesiones más frecuentes tanto para los deportistas como para personas menos activas o sedentarias

Los esguinces son una de las lesiones más comunes para las personas, tanto deportistas como sedentarios (ambos por distintas razones). Ante cualquier lesión o dolencia, los humanos tendemos al reposo, así como el método RICE o el consumo de antiinflamatorios para curarnos al 100%. Sin embargo, los distintos estudios explican que hay una fórmula más rápida y más eficiente para curar un esguince o cualquier lesión tanto articular como muscular.
Hay esguinces todos los días, y es la lesión más común del mundo del deporte, aunque también puede suceder a cualquier persona en sus quehaceres diarios. Se trata de una dolencia que se produce cuando los ligamentos que rodean una articulación se estiran más allá de su limite natural o se desgarran debido a un movimiento brusco, torsión o fuerza externa.
Los grandes factores de riesgo tienen que ver con practicar deportes con giros bruscos o contacto físico, pero también el sobrepeso, la fatiga muscular o las condiciones médicas previas como hiperlaxitud ligamentosa. Algunas de las causas más comunes de los esguinces son los movimientos brucos, los traumatismos directos o la falta de calentamiento y condición física, así como los fallos en el equilibrio o coordinación, llevar un calzado inadecuado o una inestabilidad articular previa.
El de grado 1 suele ser el más común. Es un dolor leve, con hinchazón mínima y sin perdida importante de estabilidad, por un estiramiento excesivo del ligamento, pero sin desgarro; el de grado 2, con un desgarro parcial, causa además dificultad para mover la articulación y una inflamación mayor, mientras que el caso grave, el de grado 3, supone un desgarro completo del ligamento y una inestabilidad articular.
Cómo curar un esguince: esta es el "método secreto" para una rehabilitación más rápida, y no es el hielo ni los antiinflamatorios
Antes de alarmarnos, deberíamos saber cómo proceder si estamos solos y no dificultar el posterior proceso de recuperación. La inflamación inicial se localiza sobre los ligamentos comprometidos, y los tiempos de recuperación varían desde los tres días en los casos más leves hasta el año si ha habido una rotura total o intervención quirúrgica. Además, muchas personas, minusvalorando la situación, tardan días en ir al médico o al fisioterapeuta, agravando su esguince.
Tradicionalmente, se usa el método RICE (hielo, comprensión, elevación y reposo) para combatir este tipo de lesiones, así como el consumo de antiinflamatorios. Hace años, se percibía como el método apto para curarse de esta lesión, no obstante, los estudios sugieren que hay una forma más válida para curarse antes: el descanso activo.
Es decir, debemos mover nuestra articulación dañada, aunque sea lo mínimo, siempre que no sintamos dolor, y a partir de ahí, realizar una sobrecarga progresiva en cuanto a movimiento hasta que esté curado al 100%. Y esto se debe a impedir que nuestros músculos y articulaciones se oxiden, de tal manera que no tengamos que empezar de golpe una vez que hayamos reposado durante días o semanas (lo cual podría ralentizar la lesión).
Por ejemplo, si se trata de un esguince de tobillo, se podría empezar con movilizaciones pasivas y ejercicios isométricos, incluso trabajar de forma activa siempre que no se cargue completamente el peso corporal sobre el tobillo.
Por otro lado, el resto del cuerpo debería seguir moviéndose para no perder la forma física. Y con el ejemplo anterior, si se sufre un esguince de tobillo, se puede seguir realizando movimientos articulares e incluso entrenar con normalidad el tren superior. Eso sí, no hace falta prescindir ni del hielo ni de los antiinflamatorios, pero siempre en base al descanso activo. Un ejemplo que, asimismo, vale para todos los músculos y articulaciones.
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