Entrevista

«El deporte, la menopausia o el cáncer pueden debilitar el suelo pélvico»

"Los ejercicios de entrenamiento de la musculatura son iguales en hombres que en mujeres", explica a la sección "10 preguntas" Marina Navarro Sousa, fisioterapeuta especialista en suelo pélvico del Hospital Quirónsalud Valle del Henares, en Torrejón de Ardoz (Madrid)

Marina Navarro Sousa
Marina Navarro SousaDavid JarDavid Jar

1. ¿Cuándo hay que empezar a cuidar el suelo pélvico durante el embarazo? ¿Y por qué?

El embarazo y el parto constituyen dos factores de riesgo de padecer alguna disfunción del suelo pélvico con gran impacto en la calidad de vida: incontinencia urinaria, dolor, prolapso (descenso) de órganos pélvicos, disfunción sexual… Además de tener en cuenta otros factores generales de la salud de la mujer y sus hábitos de vida, es importante el cuidado del suelo pélvico desde el embarazo. En este periodo, si no hay contraindicación médica, es conveniente que la mujer realice una valoración de suelo pélvico para conocer cómo se encuentra y, en caso necesario, iniciar un tratamiento. También es importante que la embarazada haga un programa de ejercicio físico específico que le permita llegar al parto en las mejores condiciones posibles.

2. ¿Cómo se realizan los ejercicios Keagel?

Son contracciones específicas de la musculatura de suelo pélvico, que se pueden realizar en series de repeticiones de contracción mantenida o de contracción rápida. Para entender como es la contracción de esta musculatura podemos hacer el mismo gesto que realizamos si queremos cortar el chorrito de pis; aunque este hecho no debe realizarse justo en ese momento para evitar infecciones urinarias, pero con esta idea podemos aprenderlo. Se debe tener en cuenta que, al hacer esta contracción, no se contraiga la musculatura glútea ni la abdominal en exceso, sino que sea una contracción específica de esa zona. Antes de realizarlos, lo ideal será valorar el estado de esa musculatura y su funcionalidad, con el fin de conocer que la contracción se realiza de manera adecuada y establecer la intensidad del ejercicio concreto para esa mujer.

3. Los hombres también tienen suelo pélvico, pero ¿pueden hacer los mismos ejercicios?

Los ejercicios de entrenamiento de la musculatura específica del suelo pélvico se realizan igual en hombres que en mujeres. Aunque las diferencias anatómicas de las estructuras del aparato reproductor son distintas, la musculatura que sostiene a las mismas es igual.

4. ¿Qué incidencia de problemas tienen las mujeres?

La incidencia en mujeres es mayor que en hombres porque el embarazo y el parto son factores de riesgo que las mujeres añaden. Los problemas más comunes después del parto son la incontinencia urinaria y la dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), con independencia del tipo de parto. Pero los problemas de suelo pélvico, pueden aparecer no asociados a embarazo y parto. Debemos considerar de manera especial al deportista (más la mujer deportista), menopausia, enfermedades oncológicas, cirugías abdominales y pélvicas, porque pueden ser factores desencadenantes de las disfunciones citadas anteriormente.

5. ¿Y los hombres?

En hombres la incidencia aumenta relacionada con intervenciones quirúrgicas urológicas, habitualmente la prostactetomía (extirpación de la próstata).

6. ¿Todas las mujeres tras dar a luz necesitan realmente acudir a una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico? ¿En qué casos sí?

El ginecólogo o la matrona puede valorar el estado de la zona pélvica para recomendar a la mujer la derivación a fisioterapia. Lo más recomendable sería hacer una valoración específica por un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico al finalizar la cuarentena.

7. ¿En qué porcentaje funciona la fisioterapia en caso de tener problemas tras el parto? A este respecto, ¿sirven aparatos como Indiba?

La fisioterapia ayuda a dar calidad de vida al paciente. Además del tratamiento de la patología o disfunción, hace recomendaciones sobre hábitos saludables o adaptación a la nueva situación que son importantes que la mejoría se mantenga. Indiba es un equipo de radiofrecuencia o diatermia, que se utiliza para mejorar las características del tejido para obtener como resultado una disminución del dolor y/o inflamación, relajación de las estructuras… Otros equipos que nos ayudan en nuestro trabajo son la electroestimulación, el «biofeedback», la ecografía o la neuromodulación.

8. ¿Qué es más importante para no tener problemas de suelo pélvico: realizar ejercicios durante el embarazo o tras el parto?

Sin duda el estado en la que la mujer llega al parto es determinante para minimizar los problemas. El embarazo en sí genera cambios en el suelo pélvico (y otras estructuras) que deben tenerse en cuenta, y el entrenamiento general y específico del suelo pélvico es fundamental. Tras el parto, se deben realizar para mejorar la recuperación de estas estructuras.

9. En caso de no ser suficiente la Fisioterapia, ¿qué otros tratamientos existen frente a los problemas de suelo pélvico?

Las disciplinas que nos pueden ayudar o que se pueden combinar en ciertos casos son la Ginecología, la Psicología, la Nutrición… Pongo ejemplos. Algunos pacientes con dolor pélvico necesitan un abordaje psicológico para poder tratar la causa del problema; problemas de estreñimiento, inflamación intestinal, etc. pueden ser valorados y tratados desde la nutrición. Es muy importante, si se necesita ese abordaje multidisciplinar para tratar a la persona de forma global.

10. Además del suelo pélvico, las mujeres, tras el parto, pueden sufrir diástasis abdominal. ¿Qué ejercicios pueden hacer?

De manera general, podemos trabajar la musculatura abdominal con ejercicios hipopresivos, ejercicios isométricos (planchas abdominales) y control motor. La diástasis abdominal tiene que ser valorada funcionalmente con ecografía para conocer la respuesta a cada ejercicio de esa musculatura y determinar así el correcto entrenamiento que necesita.