Pediatría
Descubren cómo hacer que un bebé sea más inteligente y que su IQ aumente
Hallan un componente de la leche materna capaz de incrementar el cociente intelectual de los niños y de mejorar su lenguaje, entre otros beneficios cognitivos a largo plazo
Durante mucho tiempo se ha pensado que la inteligencia era una capacidad innata, y que cada uno de nosotros tiene un cociente intelectual inamovible. Parecía que el único control que teníamos sobre nuestra "listeza" era fomentarla o reducirla dentro de estos límites determinados por un número, con el que nacemos y morimos.
Es cierto que pueden existir condiciones que se heredan, una especie de inteligencia "genética" o una predisposición a ciertas habilidades, pero lo cierto es que los científicos cada vez ofrecen nuevas y más interesantes estrategias para "ampliar" nuestras capacidades cognitivas e, incluso, el IQ o coeficiente intelectual. Esta vez, han hallado una clave que puede ponerse en práctica desde que somos bebés. Y tiene que ver con la leche materna.
La leche materna está ampliamente reconocida como la forma de nutrición más beneficiosa para los lactantes. Según la Sociedad Española de Pediatría, protege al bebé contra enfermedades comunes a corto y a largo plazo, además de reducir el riesgo de la madre de padecer cáncer y otras dolencias. Pero también procura un buen desarrollo cerebral.
Por todo ello, se recomienda llevar a cabo una lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé. No obstante, muchas familias se enfrentan a problemas médicos o logísticos para amamantar a sus hijos e hijas, recurriendo a la leche de fórmula para bebés.
De hecho, sólo el 45% de los lactantes siguen siendo alimentados exclusivamente con leche materna a los 3 meses de edad en Estados Unidos, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dependientes del Gobierno.
El resto opta por mezclarla con fórmulas o utilizar exclusivamente alternativas a la leche materna. Por eso, durante décadas, los investigadores han tratado de crear un complemento o alternativa viable a la leche materna para dar a los niños el mejor comienzo para un desarrollo sano.
Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Kansas (EE UU) ha demostrado que un componente complejo de la leche materna que puede añadirse a los preparados para lactantes confiere beneficios cognitivos a largo plazo, incluidas medidas de inteligencia y función ejecutiva en los niños.
La leche materna suplementada aumenta el IQ a los 5 años y medio
La investigación de John Colombo, director e investigador del KU Life Span Institute, junto con colegas de Mead Johnson Nutrition y de Shanghái (China), se suma al creciente apoyo científico a la importancia de los ingredientes que se encuentran en la membrana globular grasa de la leche (MFGM) en el desarrollo humano temprano.
La MFGM se encuentra en cada gota de leche materna y ayuda a apoyar el desarrollo cognitivo del bebé. El estudio, publicado en la revista Journal of Pediatrics, demostró que alimentar a los lactantes con leche de fórmula suplementada con MFGM y lactoferrina durante 12 meses aumentaba el cociente intelectual en 5 puntos a los 5 ½ años de edad. Por eso, el papel de la MFGM se demuestra cada vez más esencial.
Los efectos de este "chute cognitivo" fueron más evidentes en las pruebas de velocidad de procesamiento de la información y las habilidades visuales-espaciales de los niños. También se observaron diferencias significativas en el rendimiento de los niños en pruebas de función ejecutiva, que son habilidades complejas que implican el aprendizaje de reglas y la inhibición.
"Todas las formas de leche de mamíferos contienen grandes glóbulos de grasa rodeados por una membrana compuesta por una serie de nutrientes importantes para la nutrición humana y el desarrollo cerebral", explica Colombo. Cuando se fabrican preparados lácteos para lactantes, la membrana suele eliminarse durante el procesado.
"Nadie pensaba mucho en esta membrana", apunta Colombo, "hasta que los análisis químicos mostraron que es notablemente compleja y llena de componentes que potencialmente contribuyen a la salud y al desarrollo del cerebro". Te puede interesar: «Ni los padres más competentes pueden hacer que su hijo tenga un alto nivel de inteligencia»
El estudio de 2023 fue un seguimiento de otro estudio que demostró que los bebés que fueron alimentados con fórmula con MFGM bovina añadida y lactoferrina tenían puntuaciones más altas en las pruebas de neurodesarrollo durante el primer año y en algunos aspectos del lenguaje a los 18 meses de edad.
Según Colombo, la comunidad mundial de investigadores en nutrición lleva una década estudiando la MFGM. Como la membrana está formada por varios componentes diferentes, no se sabe si uno de ellos es el responsable de estos beneficios, o si todo el paquete de nutrientes actúa conjuntamente para mejorar el desarrollo cerebral y conductual.
En cualquier caso, el estudio "concuerda con la idea de que la exposición temprana a estos componentes nutricionales contribuye a la estructura y función del cerebro a largo plazo", afirma Colombo, que ha dedicado gran parte de su carrera a investigar la importancia de las experiencias tempranas en el desarrollo posterior de los niños.
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