Psiquiatría
Descubren el desequilibrio químico en el cerebro que causa el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
El hallazgo abre camino a nuevos tratamientos, especialmente para las personas que presentan síntomas graves, que no tienen opciones
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) grave es un trastorno mental que causa mucho sufrimiento a quienes lo padecen, y que puede llevar a la pérdida del trabajo y las relaciones y al aislamiento social. En casos extremos, la falta de control y la sensación de desesperanza provocadas por el TOC pueden desembocar en pensamientos suicidas. En sus formas grave y leve, afecta hasta al 3% de la población occidental.
Uno de los problemas con los que se encuentran estas personas es la falta de tratamientos efectivos. Mientras que aquellas con síntomas más leves pueden tomar algunos antidepresivos, para las que presentan síntomas graves hay pocas opciones -a menudo extremas-, como la estimulación cerebral profunda e incluso la neurocirugía para extirpar por completo el córtex cingulado anterior- la zona del cerebro con forma de collar que está alrededor y encima del cuerpo calloso-.
Aunque se sabía que el origen de este trastono podía estar en el funcionamiento anormal de algunas zonas del cerebro, hasta ahora no se habían identificado de manera detallada las areas implicadas en ese desequilibrio y el por qué de las reacciones compulsivas.
Ahora, un estudio llevado a cabo en el Centro Wolfson de Imágenes Cerebrales de Cambridge- que alberga uno de los siete escáneres ultrapotentes de Espectroscopia por Resonancia Magnética (MRS) de Tesla que hay en Reino Unido ha determinado que el equilibrio entre el glutamato y el GABA -dos importantes neurotransmisores químicos- está "alterado" en los pacientes con TOC en dos regiones frontales del cerebro: el córtex cingulado anterior y el área motora suplementaria.
Mediante espectroscopia de resonancia magnética, los investigadores midieron los niveles de glutamato y GABA en 31 pacientes con TOC diagnosticados clínicamente y 30 voluntarios sanos como grupo de control. También realizaron pruebas y cuestionarios a todos los participantes para calibrar las tendencias obsesivo-compulsivas y habituales.
Descubrieron que los afectados con TOC tenían niveles más altos de glutamato y más bajos de GABA en el córtex cingulado anterior, en comparación con las personas que no padecían el trastorno. Además, la gravedad de los síntomas del TOC, junto con la inclinación hacia comportamientos habituales y compulsivos, estaba relacionada con niveles más altos de glutamato en la región motora suplementaria.
En neurociencia, el glutamato es el neurotransmisor que tiene mayor capacidad "excitadora" del sistema nervioso vertebrado. Se utiliza en todas las funciones del cerebro vertebrado que requieren un nivel de alerta y representa en total más del 90% de las conexiones sinápticas. En contraposición, el GABA es un neurotransmisor "inhibidor" que amortigua la excitabilidad neuronal para dar equilibrio.
La investigación, publicada en la revista Nature Communications, también reveló que las personas sin TOC pero propensas a comportamientos habituales y compulsivos tenían también mayores niveles de glutamato. Según los científicos, "las compulsiones surgen de un sistema cerebral desregulado de control de los hábitos". "Comprender el trastorno obsesivo-compulsivo es una cuestión fundamental para la psiquiatría. Ahora hemos demostrado que se producen cambios definitivos en estos neurotransmisores clave en las personas que padecen TOC", afirmó el autor principal, el profesor Trevor Robbins, de Cambridge. "Nuestros hallazgos son una pieza importante del rompecabezas para comprender los mecanismos que subyacen al TOC. Los resultados sugieren nuevas estrategias de medicación para el TOC basadas en los fármacos disponibles que regulan el glutamato", dijo Robbins.
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