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Entrevista

«El desfibrilador extravascular no requiere electrodos intracavitarios»

"Las infecciones del dispositivo ubicado fuera del corazón tienden a ser menores", explica a la sección "10 preguntas" el doctor Jaime Casares Mediavilla, cirujano cardiovascular del Hospital Quirónsalud Córdoba

Dr. Jaime Casares Mediavilla QUIRÓNSALUDLA RAZÓN

1. ¿Cómo de frecuentes son las muertes súbitas?

En España se producen 30.000 casos cada año fuera de un hospital. La posibilidad de sobrevivir sin secuelas neurológicas a una parada cardiaca extrahospitalaria oscila entre el 5 y el 10%. La muerte súbita de origen cardiaco suele estar provocada por una arritmia maligna que provoca una parada cardiaca. En los adultos la causa más común es la cardiopatía isquémica.

2. ¿Dan más a hombres?

La muerte súbita de origen cardiaco es más frecuente entre los varones por la incidencia de cardiopatía isquémica, que sigue siendo algo mayor entre los hombres. En las mujeres la causa más frecuente de muerte súbita es un ictus.

3. ¿El motivo principal suelen ser las arritmias o qué factores pueden desencadenarlas?

La causa más frecuente de muerte súbita es una arritmia cardiaca, pero se puede desencadenar por diversas patologías como ictus, perforación cardiaca secundaria, un infarto agudo de miocardio o disección de aorta ascendente con taponamiento cardiaco...

4. Han implantado el primer desfibrilador extravascular que se coloca en un hospital privado en España. ¿Cómo funciona?

Funciona exactamente igual que un desfibrilador convencional (endovenoso). La ventaja que aporta este nuevo dispositivo es las características y situación del electrodo, fuera del corazón, en el espacio retroesternal. La detección de las arritmias la hace a través de dos sensores y administra las terapias a través de dos bobinas que liberan la energía necesaria para detener la arritmia maligna.

5. Los DAI tradicionales van dentro del corazón. ¿En qué más se diferencia del tradicional?

En los desfibriladores convencionales utilizan un electrodo intracavitario que se implanta a través de una vena. Con el paso del tiempo estos electrodos intracavitarios pueden generar problemas no menores a los pacientes, como trombosis de las venas subclavias o fracturas de los electrodos por la proximidad a estructuras óseas, y las fracturas generalmente conllevan choques inapropiados. En el caso de una infección del electrodo se producen endocarditis.

La principal diferencia de este nuevo dispositivo es que el electrodo se sitúa fuera del corazón, en el espacio retroesternal, sobre el pericardio, lo que le permite detectar las arritmias con la misma precisión que los dispositivos convencionales y, una vez verificada la arritmia, administrar una terapia que revierta el ritmo cardiaco normal. Las terapias pueden ser incruentas, en las que el paciente no siente apenas, o terapias cruentas, con descargas de desfibrilación hasta de 40 julios. Estas prestaciones son las mismas que las de un desfibrilador endocavitario.

6. ¿Cómo detecta cuando el corazón tiene una arritmia?

La detección de arritmias se hace a través de dos anillos de detección que van en el electrodo. Al situarse próximo al corazón la detección es más precisa, y con esto se evitan choques inapropiados. La electrónica del dispositivo nos permite programar distintos parámetros de detección de las arritmias con la misma precisión que se hace en los desfibriladores endocavitarios.

7. En cuanto a la intervención, ¿gana tiempo, o es más exigente que con el DAI tradicional?

La intervención suele tomar más tiempo que con un desfibrilador endocavitario y la preparación del paciente es más exigente.

8. ¿Cuál es el perfil de los pacientes candidatos?

En el momento actual hay más de 5.000 dispositivos implantados en todo el mundo. En España se han implantado unos 120 desfibriladores extravasculares y los implantes han sido exitosos en todos los pacientes. Este dispositivo puede ser implantado en cualquier paciente que necesite un desfibrilador convencional con dos excepciones: los pacientes que hayan sido sometidos a una esternotomía y los pacientes con deformaciones severas del tórax (pectum excavatum). El perfil de pacientes en los que se han implantado en España es el de un paciente por debajo de 40 años diagnosticado de canalopatías, paciente con miocardiopatía hipertrófica o pacientes en los que los dispositivos convencionales han fracasado. En general, se puede decir que los pacientes que son candidatos a recibir un desfibrilador, que tengan una expectativa de vida prolongada (más de 20 años) son los candidatos ideales para recibir un desfibrilador extravascular, ya que evita implantar electrodos intracavitarios, con las complicaciones que ello conlleva. El perfil clásico del paciente con cardiopatía isquémica previa se incrementa con el tiempo. En Europa hay algo más de 40 dispositivos implantados en pacientes pediátricos, por debajo de 14 años.

9. ¿En cuánto tiempo reciben los pacientes el alta?

Después de 48 horas. Al siguiente día del implante se verifica la situación del electrodo y del generador mediante una radiografía de tórax, se revisa el ‘‘sensado’’ que se activa al final del procedimiento y se activan las terapias.

10. ¿Qué otras ventajas presenta respecto a los dispositivos que van dentro del corazón?

La ventaja principal es que el electrodo que detecta las arritmias y administra las terapias está fuera de las cavidades cardiacas. Las complicaciones derivadas del implante son similares en los dos tipos de desfibriladores, si bien las infecciones registradas en el desfibrilador extravascular tienden a ser menores y con menos repercusión en los pacientes que las han tenido. Estos datos están pendientes de estudios posteriores. A nivel mundial se publicará en breve los resultados en una cohorte de unos 750 pacientes. Los estudios comparativos están pendientes de realizar.