Estudio

Detectan más casos de demencia en personas mayores que han sufrido caídas que otras lesiones. ¿Por qué?

El 10,6% de los pacientes que sufrieron una caída fueron posteriormente diagnosticados con demencia

Una persona mayor hace ejercicio en El Retiro.
Una persona mayor hace ejercicio en El Retiro, en MadridDavid JarLa Razón

En un estudio de cohorte retrospectivo de datos de reclamaciones de Medicare que incluyó a más de 2 millones de adultos mayores que sufrieron una lesión, el 10,6% de los pacientes que tuvo una caída fueron posteriormente diagnosticados con demencia.

En comparación con otros tipos de lesiones, los mayores que sufrieron una caída tenían más probabilidades de ser diagnosticados posteriormente de alzhéimer o demencia, según el estudio realizado por investigadores del Brigham and Women´s Hospital.

En concreto, las caídas se asociaron con un aumento del 21% en el riesgo de diagnóstico futuro de demencia.

Ante estos resultados publicados en "JAMA Network Open", los investigadores recomiendan implementar evaluaciones cognitivas en adultos mayores que sufren una caída que resulta en una visita al departamento de emergencias o ingreso en el hospital para mejorar así la identificación temprana de la demencia.

"A menudo veo pacientes ingresados ​​tras sufrir caídas, que son una de las razones más habituales de ingreso en centros de traumatología y pueden provocar lesiones graves. Esto plantea una pregunta importante: ¿por qué se producen estas caídas en primer lugar?", se pregunta en un comunicado del estudio el primer autor del artículo, el Dr. Alexander Ordoobadi, médico residente del Departamento de Cirugía del Brigham.

Ordoobadi completó el trabajo sobre el estudio como parte de su beca de investigación en el Centro Gillian Reny Stepping Strong para la Innovación en Traumatología del Brigham.

"Tratamos las lesiones, ofrecemos rehabilitación, pero a menudo pasamos por alto los factores de riesgo subyacentesque contribuyen a las caídas a pesar de un creciente conjunto de pruebas que sugieren un vínculo entre las caídas y el deterioro cognitivo".

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU, más de 14 millones de adultos mayores, o uno de cada cuatro, sufren caídas cada año, y las caídas también son la principal causa de lesiones en adultos mayores.

Estas lesiones pueden tener consecuencias duraderas o permanentes, como deterioro del estado funcional, pérdida general de independencia o riesgo de muerte. Las caídas también suponen más de 50 mil millones de dólares al año en gastos de atención médica.

En España, según informa en su web el Ministerio de Sanidad, las caídas son la causa principal de lesiones en las personas adultas, especialmente entre las mujeres. El 30% de los mayores de 65 años y el 50% de los mayores de 80 años, se caen al menos una vez al año.

Mantenerse activo ayuda a prevenir caídas. Pero no siempre. También se cree que las lesiones por caídas están relacionadas con los resultados cognitivos en los adultos mayores, ya que la pérdida de la función motora es un precursor frecuente del deterioro cognitivo y también puede aumentar el riesgo de caídas.

Sin embargo, la salud cognitiva no se tiene muy en cuenta en las pautas actuales de prevención de caídas.

Los investigadores analizaron los datos de pago por servicio de Medicare de 2014 a 2015, que incluían a 2.453.655 pacientes adultos mayores que sufrieron una lesión traumática, así como datos de seguimiento durante un año después de la caída inicial. Los investigadores descubrieron que la mitad de los pacientes del estudio sufrieron lesiones en una caída y que estos pacientes tenían significativamente más probabilidades de ser diagnosticados dentro del año posterior a las lesiones.

“La relación entre las caídas y la demencia parece ser una vía de doble sentido”, afirma la autora principal Molly Jarman, profesora adjunta del Departamento de Cirugía y subdirectora del Centro de Cirugía y Salud Pública del Brigham.

“El deterioro cognitivo puede aumentar la probabilidad de caídas,pero el traumatismo provocado por esas caídas también puede acelerar la progresión de la demencia y hacer que el diagnóstico sea más probable en el futuro. Por lo tanto, las caídas pueden actuar como eventos precursores que pueden ayudarnos a identificar a las personas que necesitan una evaluación cognitiva adicional”.

La investigación sugiere que realizar pruebas cognitivas a pacientes mayores después de una caída podría ayudar a detectar la demencia antes. Sin embargo, esto es más fácil de decir que de hacer, en particular a la luz de las disparidades en el acceso a la atención primaria entre los adultos mayores.

“Uno de los mayores desafíos que enfrentamos es la falta de responsabilidad en el proceso de seguimiento de la detección del deterioro cognitivo, porque puede que no haya tiempo suficiente para estas pruebas en un departamento de emergencias o en un centro de traumatología”, incide Ordoobadi.

“Idealmente, después de una lesión -prosigue-, los adultos mayores deberían recibir atención de seguimiento con un médico de atención primaria o un geriatra que pueda monitorear su salud cognitiva y su recuperación funcional a largo plazo después de la lesión, pero muchos adultos mayores no tienen un médico de atención primaria regular y carecen de acceso a un geriatra”.

Los resultados del estudio resaltan además la necesidad de que haya más médicos que puedan brindar atención a los adultos mayores, incluidas evaluaciones cognitivas después de lesiones por caídas.

"Nuestro estudio destaca la oportunidad de intervenir de forma temprana y la necesidad de contar con más médicos que puedan brindar atención integral a los adultos mayores", afirma Jarman.

"Si podemos establecer que las caídas sirven como indicadores tempranos de demencia, podríamos identificar otros precursores y eventos tempranos sobre los que podríamos intervenir, lo que mejoraría significativamente nuestro enfoque para gestionar la salud cognitiva en los adultos mayores", añade.