Disgeusia: la desagradable alteración del gusto que preocupa a especialistas

Durante la pandemia de COVID-19, ha surgido un fenómeno preocupante: un aumento significativo en los casos de disgeusia, una alteración en el sentido del gusto que ha afectado a un porcentaje considerable de la población. La disgeusia se caracteriza por presentar un sabor desagradable o distorsionado en la boca, incluso cuando no se está comiendo, y puede estar asociada con la pérdida del olfato.

Expertos han señalado que, aunque el COVID-19 no es la única causa de esta afección, ha generado un incremento en los casos tratados por otorrinolaringólogos. Se estima que entre el 5% y el 15% de las personas pueden experimentar disgeusia, la cual puede estar vinculada a diversas condiciones médicas como enfermedades orales, infecciones virales o bacterianas, lesiones en la cabeza o el cuello, deficiencias nutricionales, efectos secundarios de medicamentos y trastornos neurológicos.

El diagnóstico y tratamiento de la disgeusia pueden ser complicados debido a la variedad de causas subyacentes. Los síntomas pueden manifestarse de diferentes formas, como un sabor amargo constante o una sensación metálica en la boca. El tratamiento depende de identificar y abordar la causa subyacente, que puede variar desde cambios en la dieta hasta ajustes en la medicación, según la condición médica.

En algunos casos, la disgeusia puede resolver por sí sola con el tiempo, pero en la mayoría de los casos, se requiere abordar la causa subyacente para una recuperación completa. Se han proporcionado consejos prácticos para mejorar la experiencia alimentaria durante la recuperación del sentido del gusto, como utilizar una variedad de colores y texturas en los alimentos, emplear hierbas aromáticas y especias, y evitar platos que mezclen demasiados sabores.

Ante este escenario, es fundamental que las personas estén atentas a cualquier cambio en su sentido del gusto y consulten a un profesional de la salud si experimentan síntomas de disgeusia, especialmente durante la pandemia de COVID-19, donde esta alteración ha cobrado mayor relevancia.