Si duermes así tienes más del doble de riesgo de padecer deterioro cognitivo y pérdida de memoria

Dormir bien está asociado científicamente con una mejor salud física, psicológica y cognitiva. Necesitamos descansar de forma correcta para que las funciones diarias de nuestro organismo no se vean alteradas... pero no sólo en el presente, también de cara al futuro. Estudios científicos anteriores han probado que la interrupción del sueño en la edad adulta puede provocar problemas de memoria y desencadenar alzhéimer o demencia senil cuando se es anciano.

Ahora, un nuevo trabajo publicado en Neurology, la revista científica de la Academia Americana de Neurología, afirma que las personas que sufren trastornos del sueño entre los 30 y los 40 años son más propensas a tener problemas cognitivos y pérdida de memoria más adelante.

Los investigadores analizaron los patrones de sueño de 526 personas con una edad media de 40 años al inicio del estudio, que fueron seguidas durante 11 años. De ellos, 239 personas, es decir, el 46%, declararon dormir mal. Entre las 175 personas con el sueño más alterado, 44 de ellas tenían un rendimiento cognitivo deficiente 10 años después de finalizar el estudio, en comparación con 10 de los 176 participantes con el sueño menos alterado.

Los científicos observaron que, tras ajustar por edad, sexo, raza y educación, las personas con el sueño más alterado tenían más del doble de probabilidades de tener un rendimiento cognitivo deficiente que las que tenían el sueño menos alterado.

"Este importante trabajo muestra cómo el envejecimiento saludable del cerebro es una tarea de toda la vida", afirma el Dr. David Merrill, psiquiatra geriátrico y director del Pacific Brain Health Center del Pacific Neuroscience Institute de California, que no participó en el estudio.

"Incluso en los primeros años de la edad adulta, la calidad del sueño provoca cambios mensurables en el rendimiento cognitivo hacia la mediana edad". Los resultados del estudio respaldan la importancia de la calidad del sueño, del sueño ininterrumpido o no fragmentado, en relación con el rendimiento cognitivo", declaró Merrill a Medical News Today.

Síntomas de mal sueño

Para calcular las medias, los participantes llevaron un monitor en la muñeca durante tres días consecutivos, con un año de diferencia. También anotaron las horas de acostarse y levantarse en un diario de sueño. Además, los participantes completaron una encuesta sobre la calidad del sueño y recibieron una puntuación de 0 a 21. Las puntuaciones más altas indicaban una peor calidad del sueño.

Los científicos también registraron cuánto tiempo dormía cada persona cada noche. Además, los participantes completaron una serie de pruebas de memoria y pensamiento. Algunas señales de que nuestro sueño se encuentra alterado consiste en comenzar a despertarnos varias veces por la noche o sentir que nos movemos mucho durante la noche.

Así, los investigadores analizaron:

• La fragmentación del sueño, interrupciones breves y repetitivas del sueño.
• El porcentaje de tiempo dedicado a moverse.
• El porcentaje de tiempo sin moverse durante un minuto o menos. Los científicos sumaron los dos porcentajes para determinar una puntuación media de fragmentación del sueño.

Pero, ¿cómo podemos trasladar estas medidas a nuestro día a día para evaluar la calidad de nuestro sueño? La gran mayoría nos despertamos durante la noche, pero no lo recordamos. Tenemos lo que se llama amnesia retrógrada: los últimos minutos antes de quedarnos dormidos no entran en nuestra memoria a largo plazo. Lo mismo ocurre cuando nos despertamos por la noche y nos volvemos a dormir.

Por eso, Merril recomienda "hablar de los patrones de sueño con los pacientes y animarles a usar rastreadores de sueño para que puedan ver por sí mismos cómo una mejor calidad del sueño se relaciona con días con mejor energía y pensamiento. En la actualidad, existen magníficos dispositivos para llevar puestos que nos permiten saber lo bien que estamos durmiendo por la noche".

Por su parte, el Dr. Steven Feinsilver, director del Centro de Medicina del Sueño del Hospital Northwell Lenox Hill de Nueva York, que no participó en el estudio, indica: "El aspecto más importante es: ¿cómo te sientes al día siguiente? Si normalmente te sientes bien durante el día, probablemente has dormido lo suficiente. La persona media necesita unas 7,25 horas, pero esto es una media. Hay quien necesita más y quien necesita menos. Evalúa cómo te sientes durante el día".

La evidencia científica anterior también da algunas pistas. Un estudio completado en 2021 en el Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Washington afirma que dormir demasiado poco y demasiado podría contribuir a las dificultades cognitivas. Las puntuaciones cognitivas disminuyeron en los participantes que durmieron menos de 4,5 horas o más de 6,5 horas. Te puede interesar: Harvard desvela la temperatura ideal para dormir bien cuando tienes más de 60 años 

Según los expertos, las personas que se despiertan descansadas no deberían sentirse obligadas a cambiar sus hábitos de sueño. Sin embargo, quienes no duermen bien pueden notar que tienen más dificultades con las tareas cognitivas. El nuevo estudio sugiere que tratar el problema puede mejorar potencialmente la cognición.