Medicina interna

Encefalopatía de Wernicke: alertan de un tratamiento dispar «extremo»

Un análisis al que ha tenido acceso A TU SALUD revela la necesidad de implantar medidas para cumplir con las pautas y corregir déficits de nutrición

Encefalopatía
La Encefalopatía de Wernicke es un desorden neurológico agudo y reversible debido a una deficiencia de tiamina FREEPIKFREEPIK

Confusión, pérdida de la actividad mental y de coordinación muscular, que puede causar temblor en las piernas, o dificultad de visión son algunos de los síntomas de la encefalopatía de Wernicke (EW).

Esta enfermedad infradiagnosticada, que es un desorden neurológico agudo y reversible debido a una deficiencia de tiamina (vitamina B1), es común en personas alcohólicas. Así, más del 80% de los casos se relaciona con la malnutrición asociada al abuso del alcohol. No obstante, procesos neoplásicos (cáncer), la cirugía gastrointestinal, hiperemesis gravídica (muchas náuseas durante el embarazo) y la desnutrición (o malabsorción) pueden desencadenar el desarrollo de esta enfermedad en personas sin antecedentes previos de etilismo.

Pero, pese al conocimiento de esta enfermedad infradiagnosticada, son numerosas las publicaciones que desde hace un tiempo han planteando la preocupación por el persistente mal manejo de esta patología, como incidió en su día Socidrogalcohol.

Con el fin de analizar y mejorar el tratamiento, un equipo de internistas del Grupo de Alcohol y Otras Drogas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha realizado una retrospectiva multicéntrica que será publicada en noviembre en la revista «Drug and Alcohol Dependence» y a cuya prepublicación ha tenido acceso A TU SALUD.

En esta revisión, los investigadores han encontrado «una marcada variabilidad en el tratamiento de la enfermedad y una baja tasa de dosis altas» de tiamina por vía intravenosa.

«Nuestros resultados muestran claramente una variabilidad extrema en las dosis de tiamina y rutas que se utilizan en la gestión de la EW. Se deberían implementar medidas para cumplir con las pautas actuales y para corregir déficits nutricionales potenciales en pacientes con problemas de abuso de alcohol y otros factores de riesgo», concluyen los autores.

Para llegar a esta conclusión, y dada la falta generalizada de información sobre el uso de tiamina para el tratamiento de esta enfermedad, los autores analizaron los datos de una muestra de pacientes (443 de 21 centros médicos de un registro nacional de la SEMI) con esta enfermedad, examinaron las dosis de tiamina (tratamiento) y de qué modo influye cómo se suministra (dosis, frecuencia y vía de administración) en el resultado, así como diferentes variables demográficas y clínicas.

El tratamiento con tiamina se administró en las 48 horas antes o después del diagnóstico de EW en 373 pacientes; 55 recibieron la dosis en más de 48 horas antes o después del diagnóstico, y 15 pacientes no recibió ninguna.

Los internistas encontraron que 78 pacientes de 373 (20,9%) recibieron más de 300 mg/día de tiamina como dosis inicial. Aquellos pacientes que cumplían con los criterios de Caine (que propuso unos criterios basados en pacientes con consumo crónico de alcohol que definió como 80 gramos de etanol/día durante la mayoría de la vida adulta) o los que presentaban la triada clásica (síndrome confusional, oftalmoplejía y ataxia) recibían con mayor frecuencia tratamiento parenteral.

En los casos de diagnóstico tardío (después de 24 horas desde su hospitalización), cumplir con más de dos criterios Caine en el momento del diagnóstico, sufrir alteraciones mentales y la deficiencia de ácido fólico se asociaron significativamente con la falta de recuperación completa. La desnutrición, la conciencia reducida, la deficiencia de ácido fólico y la falta de tratamiento oportuno con tiamina fueron factores de riesgo de mortalidad.