Las enfermeras se plantan contra los médicos «alarmistas» que ponen en duda sus recetas

La tensión entre los médicos y enfermeras de España continúa agravándose. Todo inició en agosto, cuando se publica en el BOE una nueva guía redactada por el Ministerio de Sanidad que autoriza al colectivo enfermero a recetar medicamentos sujetos a prescripción médica, en casos muy concretos. Esa autorización ha provocado gran polémica, tras la presentación de varios recursos contra ella por parte de los colegios de médicos, farmacéuticos y odontólogos.

Algunos representantes de estos estamentos, sugirieron incluso que la prescripción enfermera podía suponer un «riesgo» para la salud del paciente, una argumento que puesto en pie de guerra a las enfermeras. Ayer mismo, el presidente de la Organización Colegial de Enfermería de España, Florentino Pérez, anunciaba demandas contra aquellos médicos que ataquen la capacidad de las enfermeras para tratar a los pacientes de forma segura. Hoy, el Sindicato de Enfermería (SATSE) también ha decidido pronunciarse de forma tajante.

El colectivo «no entiende» este «rechazo injustificado, alarmista e irresponsable de algunas organizaciones colegiales», ya que las guías de indicación enfermera «han surgido del consenso entre enfermeras, médicos y otras profesiones sanitarias y son plasmación de lo que prevé la Ley del Medicamento».

Es por ello que el sindicato de las enfermeras «lamenta la postura obstruccionista y poco veraz que trasladan en sus declaraciones públicas algunos dirigentes de organizaciones colegiales». En su opinión, «lo único que consiguen es alarmar de manera injustificada a la ciudadanía», pues «en ningún caso, la aplicación de las guías conlleva falta de seguridad o riesgos para las personas».

Teoría de la conspiración y ruido

En esta línea, admiten tener «la impresión» de que estas personas «buscan propagar la teoría de la conspiración y del ruido en lugar del imperio de la ley y la razón». Esta última es la postura actual de la Enfermería, recalcan, que «siempre busca el consenso y tiende la mano por enésima vez con tal de seguir hacia delante y lograr siempre el beneficio de las personas, la profesión y la atención sanitaria».

Asimismo, SATSE también denuncia que desde algunas organizaciones médicas se esté «haciendo alusión de manera permanente a que las enfermeras no reciben ninguna formación en Farmacología». Esto, dicen, «es totalmente falso» porque en algunas universidades el número de créditos ECTS dedicados a Farmacología en el Grado de Enfermería es «similar» al de Medicina.

La seguridad de los pacientes está doblemente asegurada

SATSE incide en que las guías concretan qué medicamentos pueden indicar las enfermeras dentro de la llamada «prescripción colaborativa». Apuntan que son «muy pocos» y siempre están referidos a procesos o situaciones de salud muy específicas.

«En todas las guías se establece de manera muy concreta en qué condiciones y momentos participa la enfermera, garantizándose siempre la participación y seguimiento del médico correspondiente», manifiestan. En el caso de la última guía publicada en el BOE, la prescripción enfermera se limita solo a las infecciones urinarias no complicadas en mujeres adultas.

Además, el sindicato de Enfermería insiste en que representantes de la Organización Médica Colegial, farmacéuticos, representantes de la mayoría de las comunidades autónomas en la Comisión y del propio Ministerio de Sanidad participan en la elaboración de las guías.

«El proceso de validación de las guías previsto en la norma y, especialmente, la validación que realiza la Dirección General de Salud Pública garantiza su seguridad y aporta una revalidación de las mismas a través del proceso que abre con cada una de las guías para que realicen sus aportaciones las asociaciones científicas y las autonomías que no están directamente representadas en la Comisión», señala. Es más, para que las guías se implementen de manera efectiva en los servicios de salud, se elaboran protocolos previos en los que nuevamente participan enfermeras, médicos y farmacéuticos, «por lo que la seguridad de los pacientes está "doblemente asegurada"».

Por último, recalcan que la Enfermería es «la primera fuerza laboral de la Sanidad y una disciplina universitaria independiente con un cuerpo de conocimiento propio que -como otras disciplinas del ámbito de la salud bebe de fuentes comunes (Anatomía, Fisiología, Farmacología)- le permite una actuación autónoma en el ámbito de los cuidados y también una actuación colaborativa decisiva en todo el proceso salud-enfermedad».