
Salud
España ultima 3 variantes de vacuna de virus vivos atenuados contra la peste porcina africana
El Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, dependiente del CSIC, trabaja en el desarrollo de tres vacunas con diferentes capas de elevada eficacia y seguridad

La peste porcina africana es una grave amenaza para la fauna silvestre y para la industria porcina por su rápida expansión. Aunque este virus es el agente causal de una de las enfermedades más devastadoras para los cerdos domésticos y los jabalíes en todo el mundo con cepas que pueden causar una mortalidad próxima al 100% en los animales infectados, sigue sin haber una vacuna.
La arquitectura molecular del virus, formado por cinco capas concéntricas y más de 70 proteínas diferentes, es extremadamente compleja, tanto que ha desarrollado diferentes mecanismos para evadir la respuesta inmunitaria del huésped.
De ahí se entiende que todavía hoy no haya vacuna. Eso y la escasez de recursos destinados a su investigación durante décadas por aquello de que España llevaba 31 años libre de peste porcina africana, libre hasta el hallazgo de varios jabalíes muertos en la sierra de Collserola, en pleno entorno metropolitano de Barcelona.
Un riesgo que se veía venir. De ahí que de un tiempo a esta parte, a raíz del avance lento pero continuo de la peste porcina africana en Europa, una vez que el agente se introdujo en Rusia desde el Cáucaso en el año 2007, la Comisión Europea le haya ido dando prioridad (máxime tras los brotes que hubo en Suecia y Bélgica). España, también.
La doctora Yolanda Revilla, Head ASFV (virus de la peste porcina africana) Labs del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (Cbmso), dependiente del Centro de Investigaciones Científicas (CSIC), lidera un proyecto para lograr la vacuna «made in Spain» contra el virus de la peste porcina africana.
Lleva 30 años estudiando este agente viral, algo en lo que empezó con Eladio Viñuela, uno de los grandes biólogos moleculares españoles. «En los años 60-70 España fue un país endémico de peste porcina africana. Estaba instalada en el cerdo doméstico, no solo en el jabalí».
Décadas después y desde hace diez años la doctora Revilla tiene su propio grupo de investigación: «Estamos recibiendo más recursos estatales desde hace 5-6 años y también gracias a proyectos de colaboración público-privada con la empresa Hipra. A eso hay que añadir el soporte que tenemos hoy gracias a dos proyectos de ocho millones de euros cada uno con 16 partners financiados por la Comisión Europea. Uno de ellos es VAX4ASF y el otro Icrad».
Este apoyo ha permitido que la doctora Revilla y su equipo hayan avanzado en el conocimiento de la biología del virus, lo que les ha permitido saber que este agente letal no permite una vacunación usando técnicas clásicas o más modernas como las de ácido ribonucleico. «Este tipo de vacunas frente al SARS-CoV-2 generan protección, pero frente al virus de la peste porcina africana no. Simplemente este tipo de presentación no activa el sistema inmunológico y no hay protección», explica la investigadora.
Ella y su equipo están «investigando ahora mismo sobre vacunas vivas atenuadas, un tipo de vacunas que se han empleado frente a la viruela o el sarampión», como la triple vírica.
Como su propio nombre indica lo que hace el equipo de Revilla es que introducen el virus vivo atenuado para enseñar al sistema inmunológico del cerdo y del jabalí a reconocer y combatir la peste porcina africana de forma segura, protegiéndolo así de la infección. «El virus sigue vivo en la vacuna pero no dejas que la infección se produzca de manera efectiva en el huésped, sino que pueda hacer infección y que esta sea controlada por el sistema inmunológico. Para ello necesitas conocer los genes de virulencia del virus, qué proteínas tiene que sean capaces de inducir protección», detalla la investigadora.
Es decir, por temas de bioseguridad y control, han realizado una caracterización genética exhaustiva de las cepas originales de este virus.
«Estamos trabajando en tres variantes de vacuna de virus atenuados», precisa. En concreto, «tenemos tres estrategias para producir distintos prototipos de vacunas que esperamos que tengan un comportamiento diferente a nivel de seguridad». Y es que en veterinaria no sucede como en salud humana, con vacunas como la del covid o la de la gripe que pueden proteger del 60 al 90%, «en veterinaria la protección tiene que ser casi del 100% porque si no no es útil», precisa la investigadora.
«En un año se puede comercializar la candidata menos ‘segura’ que estamos probando en Corea»
Para ello, lo que hacen en el laboratorio es quitar capas de atenuación con el fin de conseguir distintos niveles de protección de vacuna. «Sabemos que la menos segura, dentro de los niveles de elevadísima protección, funciona. La estamos testando en Corea del Sur, país endémico de la peste porcina africana. Y es posible que esta se pueda empezar a comercializar en un año», avanza.
«Las otras dos versiones las vamos a testar en un mes en Kenia junto al instituto IRLI»
En cuanto a las otras dos versiones, que son más seguras, «las vamos a probar en un mes en Kenia con el International Livestock Research Institute (IRLI), que es un partner de nuestro consorcio».
«Estas dos versiones pueden o no resultar, pero la de Corea del Sur ya sabemos que protege. El problema que tiene es que, al ser un virus vivo atenuado, si se replica o reproduce demasiado el virus puede dar lugar a mutaciones de este agente, recombinación y evidentemente esto puede dar lugar a preocupación», por el riesgo potencial a la «reversión de la virulencia» del virus, reconoce.
«Lo que estamos haciendo a nivel europeo, en cambio, no podría revertir nunca, pero no sabemos todavía si va a funcionar», incide.
Perjuicios económicos
Y urge. La diseminación descontrolada de esta enfermedad a escala mundial ha causado graves perjuicios económicos (se estima que, solamente en China, se sacrificaron más de 200 millones de cerdos como consecuencia de un brote en 2018) y sigue amenazando gravemente a la industria ganadera porcina.
Así, solo durante el pasado octubre se notificaron 100 nuevos brotes en cerdos domésticos y 300 en jabalíes en Asia y Europa, con 1.697 pérdidas de animales en cerdos domésticos, según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMSA). Alrededor del 52% de los brotes se notificaron en zonas con una densidad de cerdos superior a 10 cerdos por km2.
Si se aleja la lupa, entre enero de 2022 y el 31 de octubre de 2025, se han notificado 1.085.416 casos de peste porcina africana en cerdos y 39.807 casos en jabalíes, con 2.259.832 pérdidas de cerdos domésticos, siendo Asia y Europa las zonas más afectadas.
Desde enero de 2022, 69 países o territorios han notificado la presencia de peste porcina africana (en octubre en Taipei donde nunca antes se había notificado un brote). 70 si se añade España.
Y precisamente nuestro país es, con más de 86.000 granjas y una cabaña que supera los 56 millones de animales, el primer productor porcino de la UE y el cuarto del mundo. «El brote en Cataluña supone un riesgo significativo para un sector que exporta cerca del 30% de su producción y depende especialmente de los mercados asiáticos. Aunque China ha limitado las restricciones a Cataluña, otros países como Japón han optado por extender el veto a todo el Estado, lo que puede tener un fuerte impacto en un mercado ya presionado por la sobreoferta y la caída de la demanda», afirma el profesor Francesc Rufas, de la EAE Business School y especialista en economía agroalimentaria.
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