Verano
Esto es lo que no debes hacer nunca si te has quemado con el sol, según los especialistas
Las quemaduras solares son una molestia común en verano, pero saber cómo tratarlas correctamente es crucial.
Las quemaduras solares son una experiencia dolorosa y, lamentablemente, bastante común durante los meses de verano. A pesar de las advertencias y recomendaciones sobre el uso de protectores solares, muchas personas aún se exponen al sol sin la protección adecuada, lo que resulta en quemaduras que pueden variar en gravedad.
Reconocer una quemadura solar y saber cómo actuar es crucial para minimizar el daño y acelerar la recuperación. Sin embargo, es igualmente importante conocer qué acciones evitar para no empeorar la situación. Te explicamos todo aquello que debe evitarse y las medidas correctas a seguir para tratar una quemadura solar.
Evitar el uso de ciertos productos y prácticas
Cuando se sufre una quemadura solar, es tentador recurrir a remedios caseros o productos que parecen ofrecer alivio inmediato. Sin embargo, algunos de estos pueden agravar la situación. Por ejemplo, no se debe aplicar jabón en la zona afectada, ya que puede resecar aún más la piel y causar irritación. En su lugar, se recomienda ducharse con agua templada y utilizar toallas húmedas a temperatura ambiente para calmar la piel.
Otro error común es aplicar agua fría directamente sobre la quemadura. Aunque puede parecer una buena idea para aliviar el calor, el agua fría puede causar un choque térmico en la piel ya dañada. Es preferible optar por agua templada y evitar cambios bruscos de temperatura. No se debe rascar ni frotar la piel quemada, ya que esto solo aumentará el dolor y la irritación. En lugar de ello, se debe aplicar una loción calmante, como el aftersun, para hidratar y calmar la piel.
Cuidados específicos y precauciones adicionales
En caso de que aparezcan ampollas, es fundamental no tocarlas ni reventarlas. Las ampollas actúan como una barrera natural que protege la piel subyacente y permite una mejor cicatrización. Si se rompen, se corre el riesgo de infección. Para protegerlas, se puede utilizar una gasa seca y evitar cualquier tipo de presión sobre la zona afectada.
Si la quemadura solar es severa y se presentan síntomas como fiebre, escalofríos o náuseas, es crucial buscar atención médica. Estos síntomas pueden indicar una quemadura de segundo grado o una reacción más grave que requiere tratamiento especializado. Además, es importante mantenerse hidratado bebiendo mucha agua, ya que las quemaduras solares pueden deshidratar el cuerpo rápidamente.
Para los niños, es especialmente importante no administrar aspirinas, ya que pueden causar efectos secundarios graves. En su lugar, se pueden utilizar medicamentos como el ibuprofeno o el acetaminofén, siempre bajo la supervisión de un médico. Finalmente, se debe evitar la exposición al sol hasta que la piel esté completamente recuperada, y optar por ropa holgada y de algodón para minimizar la fricción y permitir que la piel respire.
En casos graves, buscar atención médica es crucial. La prevención sigue siendo la mejor estrategia, por lo que el uso de protectores solares y la limitación de la exposición al sol son medidas indispensables para evitar quemaduras solares en el futuro.
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