Piedras en los riñones
Estos son cuatro ejercicios que te ayudarán a expulsar piedras en el riñón
Estas se forman cuando la orina contiene más sustancias formadoras de cristales, como calcio, oxalato y ácido úrico, de lo que el líquido de la orina puede diluir
Las piedras en los riñones, también conocidas como cálculos renales o nefrolitiasis, son depósitos duros formados por minerales y sales que se desarrollan dentro de los riñones. Estas piedras pueden variar en tamaño, desde pequeños cristales microscópicos hasta grandes estructuras que pueden obstruir el tracto urinario.
Causas
Las piedras en los riñones se forman cuando la orina contiene más sustancias formadoras de cristales, como calcio, oxalato y ácido úrico, de lo que el líquido de la orina puede diluir. Al mismo tiempo, la orina puede carecer de sustancias que impiden que los cristales se unan, creando un ambiente ideal para la formación de piedras.
Tipos de Piedras
- Piedras de calcio: Son las más comunes y suelen estar compuestas de oxalato de calcio.
- Piedras de ácido úrico: Se forman en personas que pierden mucho líquido debido a diarrea crónica o deshidratación.
- Piedras de estruvita: A menudo se forman en respuesta a una infección del tracto urinario.
- Piedras de cistina: Se desarrollan en personas con un trastorno hereditario que provoca que los riñones excreten demasiada cistina.
El ejercicio puede ser beneficioso para las personas con cálculos renales, no porque elimine directamente las piedras, sino porque ayuda a prevenir su formación y facilita su expulsión.
Cuatro ejercicios que te ayudarán a expulsar piedras del riñón
Caminar
Caminar es una actividad de bajo impacto que puede realizarse fácilmente y sin equipo especial. Esta actividad ayuda a mejorar la circulación sanguínea y puede estimular el movimiento de las piedras a través del tracto urinario. Caminar promueve el movimiento de las piedras pequeñas, mejora la función renal general y ayuda a mantener un peso saludable. Se recomienda caminar durante al menos 30 minutos al día, a un ritmo moderado, para obtener los mejores beneficios.
Nadar
Nadar es un ejercicio de bajo impacto que ejerce menos presión sobre las articulaciones y el sistema renal. La flotación en el agua puede ayudar a cambiar la presión en el cuerpo, facilitando el movimiento de las piedras. Este ejercicio mantiene el cuerpo fresco e hidratado, promueve el bienestar general y la relajación, y estimula el movimiento del tracto urinario. Es recomendable nadar durante 30 a 45 minutos, tres veces por semana, para maximizar los beneficios.
Yoga
El yoga incluye posturas (asanas) que pueden ayudar a mover las piedras y a mejorar la función renal. Ejercicios específicos, como las torsiones y las posturas invertidas, pueden ser particularmente útiles. El yoga reduce el estrés y mejora la salud general, promueve la circulación sanguínea hacia los riñones y puede facilitar el movimiento de las piedras. Se recomienda realizar sesiones de yoga de 20 a 30 minutos, centrando en posturas como la torsión de columna (Ardha Matsyendrasana) y la postura del puente (Setu Bandhasana).
Bicicleta Estática
Andar en bicicleta estática es un ejercicio cardiovascular de bajo impacto que puede realizarse en casa o en el gimnasio. Este ejercicio ayuda a mantener el cuerpo en movimiento sin ejercer presión excesiva en los riñones. Estimula el movimiento y la expulsión de las piedras, mejora la salud cardiovascular y el metabolismo, y puede adaptarse a diferentes niveles de intensidad. Se recomienda pedalear durante 30 minutos a un ritmo moderado, de tres a cuatro veces por semana, para obtener los mejores resultados.
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