
Salud
Estos son los ocho hábitos que deben abandonar los mayores de 60 años para mantener su salud
Cambiar una serie de costumbres puede aumentar considerablemente la calidad de vida durante la tercera edad

Todos nos hacemos mayores. Sin embargo, hay que decidir de la forma en la que se quiere afrontar el paso de la edad. Se puede dejar pasar el tiempo, manteniendo el mismo estilo de vida y viendo como uno envejece poco a poco o puede actuar para mantenerse lo más sano posible, es decir, mantener la agudeza mental a medida que uno se hace mayor o sucumbir ante el deterioro cognitivo. Siempre se ha afirmado que cuanto más mayor se es, más difícil se vuelve cambiar, pero siempre se está a tiempo.
Varios informes revelan el funcionamiento del cuerpo humano a avanzada edad. Gracias a ellos, los expertos han podido realizar varias recomendaciones que recoge 'Personal Branding', un blog especializado en salud. Según informan, seguir estos ocho hábitos permitirá que las personas mayores de 60 años tengan una mejor salud y puedan disfrutar más durante dicha edad.
Abandonar estos ocho hábitos frena el deterioro cognitivo
1. Permanecer inactivo
La falta de movimiento se considera uno de los principales responsables del deterioro cognitivo. Numerosos estudios confirman que el sedentarismo aumenta el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas. No es necesario realizar ejercicios intensos, basta con incluir pequeñas acciones en el día a día, como caminar más, usar escaleras o levantarse regularmente si se pasa mucho tiempo sentado. Mantenerse en forma fomenta el flujo sanguíneo y protege la salud cerebral.
2. Descuidar el descanso nocturno
Dormir mal o menos de lo necesario puede afectar gravemente las funciones cognitivas. El sueño es esencial para la regeneración del cuerpo y la mente. Se recomienda dormir entre siete y nueve horas cada noche para garantizar un funcionamiento óptimo del cerebro y prevenir problemas de memoria.
3. Consumir alcohol en exceso
Aunque un consumo moderado de bebidas alcohólicas puede ser inofensivo, el abuso de estas sustancias tiene efectos negativos en la salud cerebral. Beber demasiado provoca daños en las neuronas, acelera la pérdida de memoria y aumenta el riesgo de demencia. Reducir o eliminar el consumo de alcohol puede marcar una gran diferencia, especialmente para los mayores.

4. Manejar mal el estrés
El estrés prolongado impacta negativamente en la mente, favoreciendo el envejecimiento prematuro y afectando la memoria. Realizar actividades relajantes como el yoga, la meditación o los paseos al aire libre puede contribuir significativamente a reducir la tensión y proteger la agudeza mental.
5. Aislarse socialmente
La falta de relaciones interpersonales puede acelerar el deterioro cognitivo. Mantener vínculos con amigos y familiares, unirse a grupos sociales o participar en actividades comunitarias ayuda a estimular la mente y aporta bienestar emocional. La conexión con los demás es fundamental tanto para la felicidad como para la salud mental.
6. No ejercitar la mente
El cerebro, al igual que los músculos, necesita mantenerse activo para no perder sus capacidades. Actividades como leer, resolver rompecabezas o aprender nuevas habilidades son excelentes formas de estimular la mente y prevenir la pérdida de memoria. Romper con la monotonía y buscar desafíos intelectuales es clave para mantener la mente ágil.
7. Llevar una dieta poco saludable
Una alimentación rica en grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados puede dañar la función cerebral. Por el contrario, consumir frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables contribuye a la salud del cerebro. Cambiar los hábitos alimenticios puede prevenir el deterioro cognitivo y mejorar el bienestar general.
8. Fumar
El tabaquismo afecta gravemente a casi todos los órganos del cuerpo, incluido el cerebro. Este hábito reduce el flujo de oxígeno al cerebro, lo que contribuye al deterioro cognitivo. Dejar de fumar, aunque sea difícil, ofrece beneficios inmediatos y duraderos tanto para el cuerpo como para la mente.
En definitiva, adoptar hábitos saludables y evitar estos comportamientos perjudiciales no solo ayuda a prevenir enfermedades, sino que también mejora significativamente la calidad de vida, especialmente a partir de los 60 años. Nunca es tarde para realizar cambios positivos. Estos pueden ayudar a las personas mayores a sentirse mejor y a ser más felices en sus últimos años de vida.
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