Farmacia

Estos son los riesgos de usar el omeoprazol como protector de estómago

En verano suben las ventas sin receta de este medicamento para indicaciones que no son las adecuadas

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En España, se venden anualmente alrededor de 52 millones de envases de omeprazol. Esto representa aproximadamente el 5.5% del total de envases de medicamentos consumidos en el país. El principal problema con este fármaco es que hemos malentendido su uso. Esta molécula, que pertenece al grupo de los nhibidores de la bomba de protones (IBP), no es un protector de estómago sino que sirve para evitar la hipersecreción de ácido, es decir, el reflujo o ardor estomacal.

Así lo aclara el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España (CGCOF), que advierten que este uso inadecuado como prevención general de los problemas digestivos puede elevar el riesgo de reacciones adversas. "Los IBP sirven para evitar la hipersecreción de ácido y, en el caso del omeprazol, el más popular, su empleo durante más de un año o a dosis elevadas se ha relacionado con reducción en los niveles de vitamina B12, que puede ocasionar un tipo de anemia; de magnesio, que podría causar debilidad muscular y calambres; y de calcio, que podría derivar en una osteoporosis e incremento del riesgo de fracturas", alertan.

Por ello, han insistido en que solo se utilice para su indicación autorizada y siempre bajo el asesoramiento de un profesional sanitario, a la menor dosis eficaz y durante el menor tiempo posible. Además, han aconsejado someterse a una reevaluación periódica de la necesidad de tratamiento, al menos, una vez al año.

En el caso del omeprazol sin prescripción médica, han apuntado que el tratamiento es de 20 mg una vez al día, preferentemente por la mañana media hora antes del desayuno, para el tratamiento de síntomas de reflujo gastroesofágico, y con una duración máxima de 14 días. Si en siete días no se nota mejoría de los síntomas, han indicado que se debe acudir al médico.

Desde el CGCOF han querido trasladar esta advertencia aprovechando la época estival, en la que el aumento de las temperaturas, las vacaciones y los viajes alteran el estilo de vida. Es común caer en excesos y desequilibrios nutricionales que desencadenan digestiones pesadas y síntomas como pesadez, estreñimiento, hinchazón o reflujo, entre otros.

Para esta sintomatologia existen otros tratamientos disponibles sin receta en la farmacia. Frente a la hinchazón, distensión abdominal, gases, eructos o flatulencias, los expertos han apuntado la utilidad de la simeticona, u otras siliconas en monoterapia de administración oral, que reduce la tensión superficial de las burbujas de gas en el sistema digestivo, favoreciendo su eliminación; así como de la dimeticona, siliconas en asociación con enzimas pancreáticas que facilitan la digestión a nivel intestinal; y del carbón activado, que actúa absorbiendo las partículas de gas a nivel intestinal.

En caso de que el problema sea estreñimiento, han enfatizado que los fármacos deben usarse cuando las medidas higiénico-dietéticas no funcionen. Si se da esta situación, lo indicado son los laxantes, que producen un aumento del tránsito colónico y/o reblandecimiento de las heces.

Para el reflujo o ardor estomacal, han precisado que los fármacos indicados dependen de la sintomatología específica. En concreto, se dividen en cuatro grupos, los alginatos; los antiácidos, como el almagato; los antagonistas H2, como la famotidina; y los ya mencionados inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol.

En último lugar, como tratamiento del dolor de tipo cólico han señalado que, siempre bajo consejo farmacéutico y durante períodos cortos de tiempo, se puede valorar el empleo de butilescopolamina, que reduce los espasmos en el tracto gastrointestinal y, por tanto, el dolor.