Salud
Explican el porqué del misterioso brote de hepatitis grave en niños
Justo después de que se "aflojaran" los confinamientos por la Covid-19, surgieron alrededor de 1.000 casos y murieron 22 menores en todo el mundo
Todo comenzó cuando Reino Unido lanzó una alerta internacional, el 5 de abril de 2022, al resto de países. Habían detectado un misterioso estallido de hepatitis aguda grave en niños, en su mayoría sanos, justo después de que se "aflojaran" las medidas de confinamiento por la Covid-19. La hepatitis pediátrica es muy poco frecuente y los médicos se alarmaron al ver cómo aumentaban los casos graves e inexplicables. Finalmente, la alerta se levantó en más de 35 países y España se puso a rastrear casos de forma retrospectiva para comprobar si encontraban un incremento similar. Finalmente, se produjeron alrededor de 1.000 casos en el mundo; 50 de ellos requirieron trasplantes de hígado y al menos 22 murieron.
Se estudiaron múltiples causas: desde un posible vínculo entre los perros y los casos de hepatitis infantil hasta su asociación con la variante Ómicron. Ahora, tres estudios publicados en la revista Nature creen haber establecido la causa del "brote" y apuntan que la enfermedad estaba relacionada con las coinfecciones de múltiples virus comunes, en particular con una cepa del virus adenoasociado tipo 2 (AAV2). Los investigadores de la Universidad de California-San Francisco (UCSF) explican que, aunque estos AAV no son conocidos como una causa de la hepatitis por su cuenta, sí que pueden serlo con virus "ayudantes". Por ejemplo, los adenovirus que son patógenos muy comunes a la niñez que suelen provocar infecciones como resfriados y la gripe.
Pero Marina Berenger Haym, responsable grupo de Hepatología y Trasplante Hepático IIS La Fe, coordinadora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) y presidenta de la Sociedad Internacional de Trasplante Hepático, dice que eso no es del todo cierto. "Estos virus replican sin ayudante y producen hepatitis, aunque solo se ha visto en niños inmunocomprometidos".
El trabajo asocia los adenovirus se forma muy significativa a los casos graves en el Reino Unido y en Estados Unidos. Los investigadores señalan que los niños que habían vuelto a la escuela tras el fin de los confinamientos por la Covid-19 eran más susceptibles a estas infecciones graves provocadas por patógenos comunes. En un pequeño subgrupo de estos niños, indican, contraer más de una infección a la vez podría haberlos vuelto más vulnerables a una hepatitis grave.
"Nos sorprendió el hecho de que las infecciones que detectamos en estos niños fueran provocadas no por un virus emergente inusual, sino por unos patógenos virales comunes de la niñez", señaló el autor sénior del estudio, el doctor Charles Chiu, director del Laboratorio de Microbiología Clínica de la UCSF.
Esto les llevó a especular que era probable que la cronología del brote estuviera relacionado con el cierre de escuelas y guarderías, así como de las medidas de distanciamiento social, relacionadas con la Covid-19. "Quizá haya sido una consecuencia accidental de lo que hemos experimentado durante los últimos dos a tres años de la pandemia", afirma Chiu.
La epidemia afectó en España 61 niños y niñas en 12 comunidades autónomas, 49 de ellos menores de 11 años. Tres necesitaron un trasplante, dos de ellos fallecieron y un tercero murió sin ser trasplantado. Son cifras que no representan una anomalía con respecto a otros años en cuanto a hepatitis graves infantiles de origen desconocido, sin embargo, la alarma social que desató la posibilidad de una "pandemia" de hepatitis llevó a que el Ministerio de Sanidad iniciara esta vigilancia especial desde abril hasta el 23 de diciembre de 2022.
Para tratar de hallar la relación, los investigadores utilizaron pruebas de reacción de polimerasa en cadena (PCR), junto con secuenciación metagenómica y un método de evaluación molecular. Examinaron el plasma, la sangre completa, muestras de hisopados nasales y fecales de 16 casos pediátricos en Alabama, California, Florida, Illinois, Carolina del norte y Dakota del Sur del 1 de octubre de 2021 al 22 de mayo de 2022.
Los investigadores compararon estos especímenes con 113 muestras de "control". Detectaron la presencia del virus adenoasociado tipo 2 (VAA2) en un 93% de los casos, y en todos los casos se encontraron adenovirus humanos. En 11 de los casos se encontró un tipo específico de adenovirus vinculado con la gastroenteritis. En un 86% de los casos se encontraron coinfecciones adicionales con virus entre los que se incluían el Epstein-Barr, el herpes y el enterovirus.
Los hallazgos reflejaron los resultados de dos estudios concurrentes llevados a cabo en Reino Unido, que identificaron a la misma cepa de VAA2. Los tres estudios identificaron coinfecciones de múltiples virus. Alrededor de un 75% de los niños del estudio de EEUU con hepatitis grave tenían tres o cuatro infecciones virales simultáneas. Sin embargo, aunque los autores del estudio concluyeron que los niños con coinfecciones podrían ser particularmente vulnerables a una hepatitis más grave, los trabajos no zanjan la cuestión.
Berenger Haym concluye que "los estudios [publicados] en Nature son creíbles", pero estos tienen "limitaciones". Así, en el artículo de News & views que acompaña a los tres estudios, se matizan. "Son estudios retrospectivos. De momento no hay confirmación en estudios in vitro (con organoides, por ejemplo, para confirmar el potencial efecto directo del virus sobre el hepatocito), ni estudios prospectivos que demuestren que la hepatitis se produce por la interacción entre un virus generalmente poco patógeno con un sistema inmune alterado o deficitario (tanto por el polimorfismo genético como por no estar adecuadamente desarrollado por las medidas tomadas contra la Covid-19)". Por lo tanto, se requerirán nuevos estudios para probar la hipótesis.
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