Salud

El extraño caso de Olivia Farnsworth, la niña que no siente dolor, sueño ni hambre

Una alteración en el cromosoma 6 convierte a esta joven británica en un caso único en el mundo.

Olivia
OliviaLa RazónLa Razón

El caso Olivia Farnsworth saltó a los medios de comunicación en 2016. En ese momento, cuando la pequeña contaba con siete años de edad, fue atropellada por un coche en Huddersfield, Inglaterra, y arrastrada por la carretera más de 30 metros.

Tras el accidente, la niña se levantó del suelo y corrió hacia su madre como si no hubiera pasado nada. Ni siquiera lloró o mostró dolor alguno.

En el hospital al que fue trasladada para evaluar los daños que había sufrido, los médicos descubrieron que Olivia era inmune al dolor. No había soltado ni una lágrima pese a que el coche le pasó por encima y tenía quemaduras en varias partes del cuerpo por el rozamiento con el asfalto.

Fue entonces cuando su madre, Niki Trepak, reconoció que desde pequeña, la niña no se comportaba como el resto de los bebés. Nunca había dado señales de tener hambre o sueño.

Según explicó en ese momento, dar de comer a Olivia era muy complicado porque nunca sentía hambre y podía pasar días enteros sin comer. Además, no lloraba en ningún caso y no dormía como lo hacían sus hermanos, por lo que era necesario administrarle somníferos para que conciliara el sueño.

“Nunca lloraba, a los nueve meses dejó de dormir con normalidad y el pelo no le creció adecuadamente hasta cumplir los cuatro años", explicó Niki Trepak a Daily Mail.

La investigación médica revelo que la niña, que en la actualidad tiene 14 años, padece un trastorno del cromosoma 6, una alteración genética única en el mundo.

Los seres humanos normalmente tienen 46 cromosomas en cada célula, divididos en 23 pares. Por lo tanto, tenemos dos copias del cromosoma 6, una heredada de cada padre, que forman uno de los pares. El cromosoma 6 abarca alrededor de 171 millones de bloques de ADN (pares de bases) y representa entre el 5,5 y el 6 por ciento del ADN total de las células.

Según los investigadores, un cambio en el número o la estructura del cromosoma 6 puede tener una variedad de efectos. Entre ellos retraso en el crecimiento y el desarrollo, discapacidad intelectual, defectos de nacimiento y otros problemas importantes de salud.

Esta afección es poco frecuente y la mayoría de los pacientes también presentan alteraciones cráneo faciales, de las extremidades, malformaciones cardiovasculares, del sistema nervioso central, anomalías oculares, auditivas, entre otras.

En el caso de Olivia, conocida como la "chica biónica", la falta de parte de ese cromosoma 6 la ha convertido en un caso excepcional. En el mundo solo hay identificadas 100 personas con trastorno del cromosoma 6p, el que padece Olivia, y la joven británica es la única persona que padece tres síntomas a la vez: falta de sueño, hambre o dolor.

La ausencia total de dolor provoca que la joven no tenga ninguna sensación de peligro, aunque sufre daños como el resto de las personas.

Olivia, según las últimas informaciones, lleva una vida relativamente normal, mientras su caso es estudiado en el Centro Médico Universitario de Groningen, Países Bajos.