Alimentación
«Foodtech» contra las enfermedades asociadas a la obesidad
La digitalización y la mejora de la producción primaria contribuirán a disminuir el riesgo de diabetes o hipertensión
La industria alimentaria está volcada en resolver su impacto ambiental y social pero también en ofrecer soluciones a los actuales problemas de salud que se derivan de dietas inapropiadas. Es el caso de la obesidad. Desde el año 1975 casi se ha triplicado a nivel mundial. En España afecta al 20% de la población. Para 2035, el «World Obesity Atlas 2023» pronostica una prevalencia del 37% en nuestro país. Su aumento repercute directamente en unas tasas más altas de sus enfermedades asociadas, por ejemplo, diabetes, problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Según la doctora Carmen Aragón, vocal del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), «la mayoría de los países están desarrollando estrategias para conseguir patrones dietéticos que se asocien con mejores resultados de salud y que, a la vez, sean más sostenibles (menor huella de carbono)».
Adiós a los ultraprocesados
Las dos grandes líneas de los patrones dietéticos saludables serían, a juicio de esta endocrinóloga, el incremento de consumo de alimentos de origen vegetal y la reducción de ultraprocesados.
Lo corrobora Pedro Prieto-Hontoria, director de I+D+i del Grupo Fresh Business Food & Nutrition, que explica que este consumo saludable y responsable llegará de la mano de productos en clave de «FoodTech», en los que se une la mejora de la producción primaria con la digitalización. «Se trabaja con nuevas tecnologías para generar alimentos con un perfil nutricional mejorado. Por ejemplo, se podrán nanoencapsular compuestos para que tengan un efecto real mejorando la microbiota, o disminuyendo el estrés oxidativo», detalla.
Ya hay algunos alimentos nuevos con autorización comercial: polvo parcialmente desgrasado de Acheta domesticus (grillo doméstico), proteína de guisante y de arroz fermentada por micelios de Lentinula edodes (seta shiitake) o las formas congeladas, en pasta, desecada y en polvo, de las larvas de Alphitobius diaperinus (escarabajo del estiércol).
Alternativas proteicas
Es la alimentación del futuro, en la que existirá un menor consumo de alimentos ultraprocesados y proteínas animales a favor de alternativas proteicas. «Tendremos nuevas fuentes de dulzor naturales y con menos calorías e ingredientes naturales ricos en bioactivos y que puedan usarse como conservantes naturales o como fortificantes», añade.
Además, se utilizarán nuevos ingredientes que podrían cambiar la forma en que se generan los alimentos. «Algunos de ellos podrían ser proteínas alternativas, ingredientes obtenidos por procesos biotecnológicos, fibras alimentarias alternativas, nuevas grasas de origen vegetal...», afirma Mariana Valverde, responsable de la línea de industrias alimentarias de Ainia, que ha celebrado esta semana en Valencia una jornada de innovación sobre alimentación.
En su opinión, «no existen alimentos que per se curen una enfermedad. Sin embargo, existen numerosas evidencias científicas que relacionan el seguimiento de un estilo de vida saludable, en el que se priorice el consumo de alimentos de origen vegetal, con la prevención e incluso disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, etc.».
En el showroom de la jornada de Ainia se han expuesto algunos productos muy innovadores como análogos vegetales al bacon y al chorizo, toppings y gominolas desarrolladas a partir de subproductos de cítricos, cerveza producida con tecnología sostenible o tortilla vegana sin huevo.
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