
Mesa de análisis y debate
El impacto del cambio climático en la salud
Tres expertos analizan el panorama y las opciones para el mejor abordaje de las enfermedades respiratorias en un foro de LA RAZÓN

Siete millones de personas en España viven con una enfermedad respiratoria crónica, como asma, EPOC, cáncer de pulmón o alergias, entre otras. Son más del 14% de la población y casi el 50% de las urgencias hospitalarias atendidas lo son por este tipo de dolencias que, asimismo, son la tercera causa de muerte y de hospitalización en nuestro país.
Pese a las dimensiones y los impactos social y económico que estas enfermedades suponen y las faltas de equidad social y ambiental que afectan a los enfermos y alteran de manera importante su calidad de vida, en España no hay una estrategia nacional específica para abordar estas enfermedades y para mejorar los niveles de coordinación, diagnóstico temprano y la carencia de equidad.
Todo ello es una pequeña parte de la situación de estas enfermedades y, de quienes viven con ellas y procede del documento «Consenso para la equidad en salud respiratoria. Recomendaciones para la acción en España». El informe pone el foco en las desigualdades que afectan a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas y plantea propuestas para mejorar su calidad de vida y transformar el abordaje de estas patologías.
En este contexto, LA RAZÓN reunió a dos de los autores del informe, el doctor Eusebi Chiner, jefe del Servicio de Neumología el Hospital Universitario San Juan de Alicante; y Mariano Pastor, presidente de la Federación Española de Asociaciones de pacientes alérgicos y con enfermedades respiratorias (Fenaer), y la doctora Dolors Querol, directora de Medical and Technical Affairs de Chiesi, España y Portugal, que promovió el documento.
La moderadora, Belén Tobalina, redactora de A TU SALUD, preguntó en primer lugar al doctor Chiner qué factores condicionan el devenir del paciente respiratorio. El médico destacó que «la equidad en salud, o la falta de ella, están íntimamente relacionados con la calidad de vida de los pacientes respiratorios crónicos. Hablamos de poder acceder de forma justa y equitativa a los servicios de salud, entendida la salud de manera global: no solamente el punto de vista médico, también otros aspectos sociales íntimamente relacionados como barreras socioeconómicas, un entorno sano, educación, vivienda saludable y trabajo digno; y psicológicas, como la soledad».
Por todo ello, «hemos de abrir el foco a la corrección de los factores socioeconómicos, sociodemográficos y la mejoría de la salud ambiental. Todo ello en un entorno de mejoría de los servicios de salud y el acceso universal a ellos», añadió Chiner.
Equidad
La inequidad se aborda con detalle en el informe. Pastor lo resumía en que «no es lo mismo vivir cerca de zonas verdes que junto a una autovía o una zona industrial; en una casa bien aislada que en una fría y húmeda. No es lo mismo para nadie, menos para estas personas con problemas respiratorios».
En términos de calidad de vida, «no es lo mismo poder costearse tratamientos que tener que elegir entre farmacia y comida, entre energía para climatización o para cumplir con la prescripción de oxígeno. Todo ello se agrava cuando las personas no tienen acceso a determinadas prestaciones financiadas, como dispositivos, tratamientos o necesidades básicas como sueros, mascarillas, nebulizadores, etcétera. Con un sistema sanitario desbordado, empezando por la atención primaria, con más pacientes, menos médicos y menor tiempo por consulta».
¿Cómo viven los pacientes la inequidad? La respuesta estaría en tres afirmaciones rotundas de Pastor: «La salud respiratoria no es igual para todos. La inequidad existe y está bien documentada»; «la equidad de salud respiratoria no es sólo un asunto sanitario, es una cuestión de justicia social» y «nadie debería tener menos salud por nacer en un barrio más contaminado o tener menos recursos».
En cuanto al cambio climático, la contaminación atmosférica y otros determinantes ambientales, Tobalina destacó otro dato del documento: en España, cuatro de las cinco primeras causas de mortalidad están relacionadas en alguna medida con factores ambientales. Así, a la pregunta ¿cómo impactan el cambio climático en personas con problemas respiratorios crónicos, como la EPOC, el doctor Chiner respondía que «el aumento de los niveles de contaminación atmosférica y la concentración de micropartículas empeoran la enfermedad en pacientes crónicos, tanto adultos como niños. Incluso pueden ser causantes de ella en el caso de los menores, pues estudios epidemiológicos demuestran que hay una clara relación entre en el asma infantil y vivir cerca de autovías o en zonas con altos niveles de contaminación».
El cambio climático, continuaba Chiner, «con el incremento progresivo de las temperaturas está influyendo cada vez más, tanto como que 30% de los factores de mortalidad asociados a la EPOC están relacionados con factores medioambientales, independientemente de la exposición al tabaco». Para el médico, «en la búsqueda de la equidad en salud, también hay que poner el foco en la mejora de la salud medioambiental».
Propuestas para mejorar
Las acciones que, desarrolladas e implementadas redundarían en la mejora tanto del abordaje de esas patologías como en la reducción de los factores de inequidad, están bien identificadas. Chiner destacó «la mejora de la coordinación y el trabajo en red entre todos los niveles asistenciales, atención primaria, especializada, farmacias y servicios administrativos, incluso servicios sociales, es determinante para el bien del paciente y para para superar todas estas barreras».
Otro punto clave que destacaba el documento es reforzar el marco normativo actual, a través de la puesta en marcha de políticas que fomenten la creación y el mantenimiento de entornos saludables y que protejan el medio ambiente (con especial atención a la reducción del tabaquismo y al cuidado de la calidad del aire).
Ambos puntos basados en la evidencia de que el incremento de la demanda de salud respiratoria de los propios pacientes es enorme. No sólo por ese 50 por ciento de las urgencias hospitalarias, estos pacientes acuden 1,4 veces más que la población general a atención primaria y hasta 2,5 veces más los de EPOC.
Además de la importancia del trabajo en red, tanto Chiner como Pastor incidían en la necesidad de contar con enfermeras especialistas en perfil respiratorio, igual que hay matronas. Chiner apuntaba al papel que «estas enfermeras especializadas pueden hacer en cuanto a educación terapéutica, formar a los pacientes en el uso correcto de los tratamientos, lo que fomenta la adherencia en ellos». Pastor, por su parte, reclamaba «que en todos los centros se puedan hacer espirometrías de calidad», una prueba básica para la detección temprana de estas enfermedades que, «en la inmensa mayoría de los casos, se diagnostican cuando está ya avanzada, porque el paciente normalmente acude tarde al médico a pedir ayuda».
En el documento se destaca también la importancia de la educación, a los propios pacientes «es imprescindible que sepan manejar su enfermedad», subrayaba Pastor, y para la población general destacaba Chiner: «Si queremos reducir el elevado impacto de esta las enfermedades son imprescindibles campañas de sensibilización en todas las comunidades autónomas y realizar estudios de salud y espirometrías entre colectivos como adolescentes, fumadores, profesionales de riesgo, etc. Actuar en los colegios, en los barrios y en el ámbito rural. Hay enfermedades respiratorias que se pueden prevenir, como la EPOC; otras no, pero sí diagnosticar antes».
Otro actor en este consenso es la industria farmacéutica, cuya involucración en el ecosistema sanitario es también necesario para reducir las inequidades en salud asociadas al cambio climático. La doctora Querol destacó que «los grandes retos sociales nos exigen sumar otra mirada. Nuestra visión es ser una empresa responsable y con propósito, para avanzar en nuestro compromiso social y ambiental al tiempo que desarrollamos nuevas soluciones terapéuticas. El cambio climático impacta en la salud de las personas, y por ello tenemos también un compromiso indisoluble con la salud del planeta».
Querol, como directora médica de Chiesi España y Portugal, destacó «nuestro ambicioso objetivo de ser una empresa net zero en 2035. Y, como parte de ese compromiso hemos invertido más de 400 millones de euros en el desarrollo de una plataforma de todos nuestros inhaladores presurizados tengan una reducción del 90% en su huella de carbono». La equidad sanitaria también «es uno de nuestros objetivos dentro de nuestro plan como empresa con propósito. Por ello, estamos trabajando en alianza con otros agentes para que ayuden a disminuir las barreras que limitan la educación sanitaria y en programas para que poblaciones más vulnerables puedan acceder a una mejor calidad de vida. Como empresa con propósito no podamos dejar de apoyar el documento de consenso de salud respiratoria».
Un marco integral de propuestas
«Consenso para la equidad en salud respiratoria: recomendaciones para la acción en España» es un documento elaborado por un grupo multidisciplinar formado por 12 expertos, que pone el foco en las inequidades que afectan a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas en España. En él se propone un marco de acción integral para mejorar su calidad de vida y reducir las disparidades. Se trata de un marco de referencia con políticas y medidas que buscan transformar el abordaje de estas patologías y que cuenta con el aval de sociedades científicas y médicas, asociaciones de pacientes y otros profesionales destacados.
Destacados

«En la búsqueda de la equidad en salud, hay que poner el foco en la mejora de la salud ambiental»

«Nadie debería tener menos salud por nacer en un barrio más contaminado o cerca de una autovía»

«Tenemos un compromiso indisoluble con la salud de las personas y la del planeta»
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