Alimentación
Investigadores españoles descubren un compuesto para combatir la obesidad presente en arándanos y aceitunas negras
Investigadores de la UGR descubren un compuesto natural presente en ciertos alimentos que, en suplementación oral administrado en la dieta, conduce a "una pérdida de peso sustancial". Ya han presentado una solicitud de patente que ha sido aprobada
Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. En España la obesidad afecta al 21% de la población adulta y al 18% de la población infantojuvenil. Las expectativas de crecimiento, según el «World Obesity Atlas», si no hacemos nada, son que en 2035 habrá un 37% de población adulta con obesidad.
Con el fin de averiguar cómo tratar esta enfermedad, un grupo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha descubierto las propiedades terapéuticas de un compuesto natural para tratar la obesidad y la enfermedad hepática esteatósica asociada a la disfunción metabólica (Masld).
Se trata del ácido b-resorcílico, que se encuentra en algunos alimentos, especialmente en las bayas y en las aceitunas negras, y que en suplementación oral administrado en la dieta conduce a una pérdida de peso sustancial.
La obesidad, definida como una acumulación anormal o excesiva de grasa, está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo II, síndrome metabólico y esteatosis hepática.
Los tratamientos disponibles en la actualidad para tratar esta patología presentan efectos secundarios o limitaciones en la eficacia y/o en la capacidad para mantener los resultados terapéuticos a largo plazo.
El estudio, liderado por investigadores de la UGR y con participación internacional, ha sido publicado en "BBA-Molecular bases of disease". En él los científicos explican que han identificado que la suplementación oral con una pequeña molécula de carácter fenólico administrada a través de la dieta conduce a una pérdida de peso sustancial en un modelo murino de obesidad inducida por dieta.
“La disminución en el peso se debe a la pérdida de masa grasa, sin afectar al contenido de masa muscular”, explica en un comunicado Elena Díaz, investigadora del Centro de Investigación Biomédica y que ha participado en este trabajo.
Los efectos antiobesidad de esta molécula se explican a través de una combinación de la normalización del metabolismo mitocondrial de la coenzima Q en el tejido adiposo blanco y la activación del metabolismo lipídico en el hígado, aumentando la beta-oxidación y la degradación de triglicéridos.
“En consecuencia, la suplementación oral con este compuesto fenólico previene y reduce la acumulación de grasa blanca, previene la esteatosis hepática y, además, mejora la homeostasis de la glucosa al reducir la resistencia a la insulina y los niveles plasmáticos de péptido inhibidor gástrico (GIP). Además, la evaluación farmacocinética de esta molécula fenólica respalda su potencial salto a la clínica”, detalla la investigadora del Departamento de Fisiología Elena Díaz Casado.
Ahora bien, como precisa la investigadora a este suplemento, aunque se trate de un componente natural, "por comer bayas o aceitunas uno no pierde peso". Su producto contiene "una dosis farmacológica mayor de ácido b-resorcílico que la presente en estos alimentos".
Y por cierto, ese ácido como explica Casado, está más presente en bayas, sobre todo en arándanos y luego aunque en bastante menor medida en aceitunas negras.
Por tanto, según el estudio, este compuesto fenólico natural se muestra como una opción terapéutica eficiente y segura para el tratamiento y/o prevención de la obesidad y Masld.
Los resultados obtenidos tienen un gran potencial para tratar este problema de salud mundial que está en continuo crecimiento. Desde la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la UGR se ha presentado una solicitud de patente que ha sido aprobada y posteriormente extendida a los territorios de Europa, Estados Unidos y México.
Se espera que la aplicación directa de esta solución sea para la prevención y/o reducción del tejido adiposo blanco en la obesidad, pero también se contempla el uso no terapéutico a través de una composición nutracéutica o alimento funcional, producto dietético o suplemento nutricional.
Respecto a cuándo puede ser una realidad, la investigadora explica que "eso depende de la financiación. Vamos a solicitar un proyecto a nivel nacional. Nuestro objetivo es crear una spin-off con la Universidad de Granada para poner en valor este producto".
El grupo de investigación, además, tiene perspectivas de seguir avanzando en el conocimiento científico de las actuaciones metabólicas de este compuesto, así como en la posibilidad de su uso complementario a otros tratamientos antiobesidad.
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