Alerta sanitaria
Una inyección de bótox en el estómago para adelgazar puede ser letal: el porqué detrás del brote de botulismo
Voces expertas se posicionan en contra de esta intervención, a través de la cual 14 personas se han infectado de una enfermedad cuyas consecuencias pueden ser mortales
Europa ha levantado la alerta ante un brote de botulismo que ha afectado a al menos 14 personas del continente tras someterse a una inyección de bótox en el estómago con la intención de adelgazar. Un tratamiento que no cuenta con el respaldo de la comunidad médica, según diferentes expertos y estudios científicos publicados hasta la fecha.
Todos los casos detectados por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades fueron ciudadanos europeos. De ellos, 12 provenían de Alemania, uno de Austria y otro de Suiza. Los pacientes viajaron, a finales del mes de febrero, a una clínica de Estambul, en Turquía, para someterse a esta cirugía y poder perder peso. Cabe destacar que este país se ha convertido en el destino favorito para este tipo de viajes en los que se buscan intervenciones médicas a un coste más bajo del habitual en Europa o en Estados Unidos.
La inyección de toxina botulínica, lo que se conoce como bótox, es una técnica muy frecuente en la medicina estética para combatir las arrugas. Pero las inyecciones intragástricas no tienen nada de similar a excepción del compuesto que se infiltra. Para empezar, las dosis son mayores porque el estómago es mucho más grueso que la frente. El objetivo de la intervención es "relajar" este órgano. Al administrar la toxina, la mucosa gástrica se vuelve más rígida, el músculo pierde fuerza y se vacía más lentamente, lo cual genera una sensación de saciedad temprana y duradera en el paciente. De ahí su supuesta utilidad para adelgazar.
Pero, ¿es segura? ¿Funciona? Las voces expertas dicen que no. La realidad es que esta intervención presenta más riesgos que otras operaciones para la pérdida de peso y, para más inri, existen serias dudas acerca de su eficacia. Hay varios estudios publicados al respecto. Uno de los más antiguos se remonta a 2015. Investigaciones anteriores habían sugerido que el bótox era una buena opción para perder peso, pero este primer ensayo que analizó las variaciones de 60 pacientes con obesidad durante 24 semanas halló que la inyección retrasaba la llegada de los alimentos al estómago pero no causaba la pérdida de peso.
"En base a nuestras conclusiones, no recomendaría inyecciones de bótox gástricas a las personas que quieren perder peso. Existen riesgos con este tratamiento y no hay ningún beneficio en términos de pérdida de peso corporal", señaló entonces Mark Topazian, autor del estudio y profesor de medicina en el Departamento de Gastroenterología y Hepatología de la Clínica Mayo.
Desde entonces, numerosos estudios han abordado la eficacia del bótox en el estómago, incluidos varios llevados a cabo en Turquía. En 2021, un trabajo publicado en la revista de la Sociedad Turca de Gastroenterología analizó la respuesta de 13 pacientes que se sometieron a la cirugía y que, después, consumieron una dieta baja en calorías durante 6 meses. La investigación concluyó que "la aplicación de BTX gástrica para la pérdida de peso no brinda resultados efectivos".
En cuanto a sus riesgos, el principal es el botulismo. Esta enfermedad puede generarse como resultado de la contaminación de alimentos o heridas, así como cuando se inyecta demasiada cantidad de toxina botulínica (bótox) por motivos cosméticos o médicos. En este último caso se denomina "botulismo iatrogénico" y es "poco frecuente pero grave". De hecho, todos los tipos de botulismo pueden ser mortales y se consideran emergencias médicas.
¿Por qué ha habido un brote de botulismo? ¿Cuál ha sido la causa?
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades ha confirmado que el brote de Turquía corresponde a un "botulismo clínico, aparentemente iatrogénico, debido a infección intragástrica". Pero poco más se sabe sobre sus causas. Principalmente, la afección podría explicarse por dos razones. La primera, que el estómago absorbiera demasiada cantidad de bótox o lo hiciera de forma prolongada, en el caso de que no fuera la primera intervención. El procedimiento puede repetirse cada 6 meses, según afirman desde Johns Hopkins Medicine Home, una de las clínicas que lo practican, en este caso en Estados Unidos.
La segunda explicación atiende al hecho de que en la mucosa del estómago hay muchos vasos sanguíneos. Así, al inyectar el bótox hay que evitar este entramado venoso para que la toxina no entre directamente en el torrente sanguíneo. Esto "supondría inyectar directamente la enfermedad" y "podría ser una de las causas que expliquen los cuadros graves de botulismo", según declaró el cirujano Gontrand López-Nava, director de la Unidad de Endoscopia Bariátrica en el Hospital Universitario HM Sanchinarro de Madrid, para ABC.
Los síntomas del botulismo iatrogénico son "una creciente debilidad muscular y parálisis que llega a comprometer funciones vitales, como la respiración", según la organización europea. El Centro de Control también recomienda a aquellas personas que hayan viajado a Estambul para someterse a un tratamiento estético de este tipo y experimenten síntomas compatibles con el botulismo que "busquen atención médica lo antes posible". El tratamiento inicial aumenta las probabilidades de supervivencia y disminuye el riesgo de sufrir complicaciones.
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