Cirugía

Jesús Moreno: «Operar a niños con cirugía robótica será cada vez más frecuente»

Jesús Moreno (Jefe Servicio de Urología, Hospital Clínico San Carlos)
Jesús Moreno (Jefe Servicio de Urología, Hospital Clínico San Carlos)larazon

La cirugía robótica es una herramienta clave en la Medicina del siglo XXI. En 2006 el Hospital Clínico San Carlos de Madrid fue el primer centro público en disponer del robot da Vinci. ¿Qué supuso este hito?

- Nos puso a la cabeza en la Sanidad pública y nos convirtió en uno de los centros de innovación referentes a nivel nacional. En estos años se han realizado unas 2.100 cirugías en Urología, Ginecología y Cirugía General, de ellas más de mil corresponden a procedimientos urológicos.

-Han sido pioneros en intervenir a un menor de edad y el Hospital Clínico ha sido acreditado para realizar cirugía robótica pediátrica. ¿Estas actuaciones serán cada vez más comunes?

- En junio de 2018 llevamos a cabo un procedimiento innovador en la Sanidad pública madrileña, pues se realizó la primera nefrectomía en un niño de nueve años gracias a la experiencia adquirida del equipo de cirugía robótica del Hospital Clínico San Carlos y nuestro afán innovador. Sin duda, este tipo de actuaciones cada día será más frecuente y encontraremos nuevas aplicaciones a la cirugía robótica.

-¿Qué otras opciones de futuro existen en la práctica diaria gracias al uso del Da Vinci más allá de la Urología?

- Se abre un campo, aún inexplorado, en el que el cirujano tiene la percepción de introducirse en el cuerpo humano del paciente y prácticamente casi todas las intervenciones que hoy se realizan con cirugía abierta o laparoscópica podrán ser subsidiarias de hacerse con el robot da Vinci.

-¿Cuáles son las principales ventajas de esta herramienta?

- Es un verdadero microscopio que mejora las habilidades motrices y suprime el temblor del cirujano, lo que se traduce en beneficios para los pacientes como menor riesgo de infección de la herida quirúrgica, reducción de la pérdida de sangre, menos complicaciones y dolor post-operatorio, disminución de la estancia hospitalaria y recuperación más rápida con cicatrices más pequeñas.

-¿Qué patologías son las más beneficiadas?

- Hay un antes y un después en el tratamiento del cáncer de próstata, que es el más frecuente en España entre los varones. Nuestra especialidad es la prostatectomía radical y con este sistema minimizamos la impotencia y la incotinencia con adecuados resultados oncológicos. Otros procedimientos con excelentes resultados son la nefrectomía parcial o cirugía conservadora en tumor de riñón y la cistectomía radical en pacientes con cáncer de vejiga. También nuestro centro es pionero en cirugía reconstructiva del prolapso de órganos pélvicos en casos complejos en la mujer.

-¿Hasta dónde podrá llegar esta técnica en un futuro a corto y medio plazo?

- Recientemente se han introducido instrumentos que permiten sellar vasos, utilizar endograpadoras y utilizar el robot da Vinci como un simulador. Lo más próximo será el empleo del puerto único y la miniaturización, que nos permitirá realizar intervenciones realmente complejas a través de un único orificio en el cuerpo y a través de él introducir una cámara y todos los instrumentos quirúrgicos necesarios.

-¿Cómo ha cambiado la técnica desde que comenzó a manejarla en 2006?

- Entonces se instaló el da Vinci Stándar de cuatro brazos, de gran tamaño y peso y poca movilidad, que precisaba una laboriosa colocación para trabajar en una única zona. Nos permitía navegar con facilidad por el cuerpo humano y eliminaba las dificultades de la laparoscopia. En 2015 ese modelo se sustituyó por la cuarta generación, de tamaño más reducido, fácil colocación, brazos más pequeños y de mayor movilidad y visión de cristal.

-¿El papel del cirujano es esencial?

- Ahora los sistemas robóticos son un sistema maestro-esclavo, es decir, que el robot reproduce los movimientos que realiza el cirujano en la consola en el paciente, pero el futuro y la aplicación de la inteligencia artificial podrá permitir cambiar conceptos que ahora son impensables. Esto nos hace plantear la pregunta de si nos podrá operar un robot, sin participación del cirujano, en un futuro próximo.