Investigación

La ketamina en pastillas, eficaz en el tratamiento de la depresión resistente

La mitad de los pacientes de un estudio fase II se curaron por completo, sin apenas efectos adversos

Introducir medicamentos huérfanos para enfermedades metabólicas reduce un 80% los costes directos del sistema sanitario
La nueva formulación reduce los efectos secundarios Europa Press

Desde finales de 2022, los pacientes con depresión resistente a tratamiento (DRT) tienen acceso en España al primer fármaco intranasal con ketamina (esketamina) financiado por el SNS y de administración hospitalaria para tratar esta dura enfermedad. Aunque los resultados han supuesto toda una revolución, se sigue investigando para poder desarrollar una presentación oral de esta molécula, que permita eliminar los efectos adversos asociados a la administración intranasal e intravenosa, como disociación mental o taquicardia.

En esta línea, el último número de Nature Medicine se ha hecho eco de un estudio en fase 2 que muestra los asombrosos resultados de una nueva formulación oral del fármaco -denominado R-107-, que se administra por medio de un comprimido de liberación prolongada, lo que permite que llegue de un modo más lento al torrente sanguíneo.

"Más del 70% de los que no habían mejorado con una media de más de cuatro antidepresivos diferentes respondieron a la ketamina oral y más del 50% remitieron por completo", señala Paul Keedwell, psiquiatra y miembro del Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido en declaraciones a Science Media Centre.

Además, los investigadores también demostraron una importante ventaja de la ketamina oral: "los efectos secundarios no se diferenciaban significativamente del placebo. En otras palabras, un comprimido de ketamina, a diferencia de una dosis intravenosa, se tolera bien. Esto concuerda con investigaciones anteriores", indica.

Mantener la mejoría

En una primera fase del estudio, 231 pacientes con DRT recibieron 120 mg del fármaco durante 5 días con el objetivo de identificar a aquellos que respondían a sus efectos. Posteriormente, 168 pacientes pasaron a la segunda fase del ensayo, en la que fueron divididos en dos grupos: uno continuó tomando la ketamina (en una dosis de 180 mg) y otro paso a tomar placebo. Al comparar los resultados, los científicos comprobaron que un 71% de los pacientes en el grupo placebo volvieron a recaer en sus problemas de depresión tras 13 semanas, frente al 43% que recayó en el grupo que recibió 180 mg de R-107 dos veces a la semana.

"El estudio abordó la espinosa cuestión de mantener la mejoría tras la respuesta inicial. Sus resultados sugieren que a muchos les seguirá yendo bien con un tratamiento a más largo plazo, siempre que se utilicen dosis más altas, pero se necesita más investigación con un mayor número de pacientes", explica Keedwell.

Debido a que, en la admistración oral, el efecto del fármaco está muy condicionado por las diferencias de absorción y metabolismo de cada indivíduo, los científicos señalan que es necesario seguir investigando para determinar el régimen de dosificación ideal.

Según los diferentes estudios, el 30-40% de quienes sufren una depresión podrían englobarse bajo el “paraguas” del concepto “resistente al tratamiento”. Se calcula que en España la media es de 0,93 casos por 1.000 personas, lo que significa que cada año hay 44.000 personas nuevas que padecen esta forma de depresión. Al sufrimiento personal asociado a padecer una depresión severa, se suma el hecho de que, como mínimo, el paciente va a estar unas 8-12 semanas sin presentar mejoría, y, después, tendrá que cambiar a un nuevo tratamiento e incluso, en algunos casos, un cuarto o un quinto tratamiento.