Salud

Ketamina: para qué se usa la droga que provocó la muerte del actor Matthew Perry

Es un anestésico disociativo que tiene efectos alucinógenos en el organismo

Matthew Perry: "He gastado 9 millones de dólares intentando estar sobrio" HBO (Foto de ARCHIVO) 25/10/2022
Matthew Perry HBOEuropa Press

El actor Matthew Perry, de 54 años', falleció el pasado 28 de octubre de manera accidental tras consumir ketamina, según ha revelado la autopsia. El famoso Chandler de la mítica serie "Friends" estaba siendo tratado con ketamina para superar la depresión y la ansiedad.

La ketamina es un anestésico disociativo que tiene efectos alucinógenos en el organismo. Se la conoce por esa descripción porque las personas que la toman se sientes separados del dolor y de su entorno.

Este anestésico fue sintetizado en 1962 y sigue utilizándose en la actualidad con fines médicos y en veterinaria. Clínicamente se usa como un anestésico general, para tratar el dolo agudo o crónico y en aerosol para tratar la depresión severa (esketamina).

Este fármaco fue aprobado en España en noviembre de 2022 y se recomienda para las personas con depresión mayor resistente al tratamiento.

En el caso del actor Matthew Perry, la ketamina terapéutica era administrada como infusión intravenosa para luchar contra la depresión y solo se administra en clínicas de forma controlada. En España también existen comercializadas formas de administración parenteral de ketamina destinadas a su administración mediante inyección intramuscular o intravenosa.

La ketamina también se utiliza para tratar el dolor en los pacientes con cáncer, ya que ralentiza la función de los nervios que envían el mensaje de dolor al cerebro. Su uso reduce el dolor durante días o semanas.

Por otra parte, este mismo años, se ha llevado a cabo el primer estudio observacional sobre la aplicación de ketamina en personas con el objetivo de aliviar los dolores de las migrañas, con muy buenos resultados clínicos. Publicado en Regional Anesthesia & Pain Medicine, el informe concluye que la ketamina administrada en aerosol nasal puede resultar un tratamiento seguro y eficaz para la migraña refractaria. Además, varios ensayos clínicos han demostrado que la ketamina intravenosa es eficaz para el dolor de cabeza crónico.

Fuera del uso clínico, la ketamina es una droga altamente adictiva que hace afecto en pocos segundos y distorsiona la percepción de la vista y el sonido. Además, hace que el usuario se sienta desconectado y sin control, según informa la Administración de Control de medicamentos de EE UU (DEA).

Esta potente droga se utiliza entre los delincuentes para facilitar la agresión sexual, ya que se presenta como un líquido transparente, inoloro e insípido que se puede diluir en las bebidas con facilidad. Su ingesta puede inducir un estado de sedación (sensación de calma y relajación), inmovilidad, alivio del dolor y amnesia mientras se está bajo su influencia.

El abuso de la ketamina puede provocar efectos secundarios no deseados como: agitación, depresión, dificultades cognitivas, pérdida del conocimiento y amnesia. Además, es habitual que provoque movimientos oculares rápidos e involuntarios, pupilas dilatadas, salivación, llanto. secreciones, rigidez de los músculos y náuseas.

Además, tiene un elevado riesgo de adicción y una rápida tolerancia. Su combinación con alcohol u otras drogas aumenta el riesgo de sufrir depresión respiratoria, episodios de síncope o paro cardiaco. La mezcla con psicoestimulantes y/o alucinógenos puede provocar una reacción impredecible.

A dosis bajas, produce efectos similares a los de borrachera por alcohol, con pérdida de coordinación y dificultades para hablar y pensar o visión borrosa. Sin embargo, según explica el Plan Nacional de Drogas, a dosis altas puede provocar un “viaje” muy intenso, con delirios, pseudoalucinaciones, pérdida de la noción del espacio y del tiempo y distorsión de la realidad. Algunas personas se ven fuera de su cuerpo o piensan que han muerto o van a morir de manera inmediata.

Por último, una sobredosis puede provocar pérdida del conocimiento y una respiración peligrosamente lenta.