Superalimento

Ya llega la leche de cucaracha

El cuajo de este insecto repulsivo es cuatro veces más nutritivo y rico en proteínas que el de la vaca

La mayoría de las cucarachas muertas que solemos ver, han muerto por algún tipo de envenenamiento
La mayoría de las cucarachas muertas que solemos ver, han muerto por algún tipo de envenenamientoPexels

Si casi todos los insectos nos resultan repulsivos, las cucarachas ocupan casi siempre las primeras posiciones en el podio. La cuestión es que determinados científicos nos dicen ahora que la leche de cucaracha es un superalimento que podría imponerse en los próximos años. Según una investigación de la Unión Internacional de Cristalografía, sociedad científica vinculada al Consejo Nacional para la Ciencia, el cuajo de este insecto repulsivo es cuatro veces más nutritivo y rico en proteínas y vitaminas del grupo B que el de la vaca, y creen que podría ser clave para alimentar a nuestra creciente población en el futuro. Claro que como ordeñar a una cucaracha no parece muy factible, los investigadores del Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de la India, decidieron secuenciar los genes responsables de producir los cristales de la proteína de su leche, para ver si de alguna manera podrían replicarlos en un laboratorio. Parece que lo habrían conseguido, de manera que tendríamos leche de cucaracha sintética sin necesidad de exprimir 20 de estas diploteras (nombre científico) para producir un mililitro de leche (o mil cucarachas para cien gramos).

Hay que tener en cuenta que para obtener el lácteo original de la cucaracha, habría que esperar cerca de 40 días, cuando el insecto ya está maduro, tuvo sus crías y empezó a lactar. Luego hay que matar al bicho y escarbar en el saco donde se encuentran los cristales de la leche. En fin, que por eso la ciencia lo que quiere es producir ese calostro del insecto cultivándolo sin más en una probeta, como ya hacen de hecho con la carne de vaca y la de pollo. Después nos las sirven mediante impresoras 3D y listo. Todo muy bien, aunque quien les escribe no piensa tomar semejante cosa. Salvo que no haya más remedio.